La Asociación Pensamiento Penal observa con preocupación y alarma manifestaciones del Ministro de Seguridad de Catamarca, Marcos Denett, quien termina de declarar públicamente que hubiera actuado del mismo modo que los integrantes de una familia que mataron a un individuo que intentaba sustraer un automóvil que se encontraba en el interior de un domicilio y que, según la investigación, habría sido perseguido por tres cuadras cuando huía del lugar luego de haber sido sorprendido, y que luego de interceptarlo lo habrían golpeado y arrastrado hasta el lugar de los hechos, donde habría sido ultimado.

A renglón seguido el funcionario dijo, refiriéndose al autor de otro homicidio, que esperaba que la Justicia actúe y que el autor se pudra en un calabozo.

Las declaraciones de Denett son particularmente graves por provenir de un representante estatal que debería abstraerse de las pasiones y procurar el mantenimiento de la calma y la paz en la sociedad, y no alentar, en forma directa o indirecta, vías de hecho para resolver conflictos.

Del mismo modo, la sola idea que un individuo pueda estar destinado a “podrirse en un calabozo” repugna al ideal constitucional de la resocialización y promueve los peores instintos en una comunidad donde deben desactivarse los canales de la reproducción de la violencia.

El señor Denett podría encontrarse incurso en la comisión de los delitos de apología del delito (artículo 211 Código Penal), incitación a la violencia (artículo 212 Código Penal) e instigación a cometer delitos (artículo artículo 209 Código Penal) y sería de desear que el Ministerio Público Fiscal, en ejercicio de su independencia funcional, promoviese las actuaciones pertinentes a los fines de deslindar responsabilidades.

Del mismo modo, entendemos que la señora Gobernadora de la Provincia debería revisar la continuidad del funcionario de la cartera de Seguridad, dando claras señales de desaliento a la espiral de la violencia y la necesidad que los conflictos que nos aquejan sean resueltos dentro de los canales de la institucionalidad.