Cuando se cruza la puerta de entrada de la Seccional 14ª lo primero que perciben los que llegan es el olor. Hace más de siete meses que tienen el baño clausurado y los policías que trabajan ahí se las deben ingeniar para hacer sus necesidades. El edificio en el que funciona esta dependencia está ubicado en el Barrio Echeverría y, hasta julio de 2003, funcionó como destacamento. Ese año el ex gobernador, Julio Miranda, la inauguró como comisaría. Sin embargo, desde esa fecha hasta la actualidad -según dijeron los uniformados entrevistados por LA GACETA- no se le hicieron refacciones.

La seccional está enfrente de la plaza del barrio y de ahí se puede ver su fachada. Hay dos ventanas y una puerta hechas con rejas. Pero como no tienen vidrios, los policías le colocaron plásticos transparentes para combatir el frío. La cocina, a pesar de tener una mesa y una mesada, reúne más características de un depósito porque -por la falta de espacio- los oficiales la utilizan para guardar de todo. Desde un colchón viejo hasta una cubierta de auto. Las condiciones edilicias de las catorce dependencias policiales de la Capital son similares y aunque algunas están en mejores condiciones que otras el estado general es precario. Y, en ese marco, ocurren situaciones impensadas.

Al caminar por las instalaciones de la Seccional 5ª una de las cosas que más llama la atención es que todo el mobiliario está puesto sobre unas plataformas hechas con mampostería. La explicación es sencilla: cada vez que llueve la comisaría se inunda. Por eso la humedad carcome las paredes y les hace saltar la pintura. Según explicaron los oficiales, esto ocurre desde que se abrió esa dependencia. Y ya están acostumbrados a que -cuando llueve- se ven obligados a quitarse las botas, arremangarse el pantalón azul de su uniforme y caminar descalzos por las habitaciones de la comisaría.

El baño, a pesar de que funciona, no está en las mejores condiciones y para ducharse los policías utilizan una manguera negra. Además, las cañerías están saturadas y, según explicaron, casi todas las semanas deben llamar al personal de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) para que las desatranque.

Los uniformados que fueron entrevistados por este medio pidieron la absoluta reserva de sus nombres por el temor a recibir una reprimenda por parte de sus superiores. Incluso hubo comisarías en las que los responsables del turno dijeron que habían recibido la orden de no dejar ingresar al equipo periodístico que realizó este relevamiento si no se presentaba una autorización de la Jefatura de Policía.

Sin permiso no se pasa 

El personal de la Seccional 6ª fue uno de los que señaló que no se podían recorrer las instalaciones. Pero dijeron que desde el Gobierno les informaron que, en las próximas semanas, se demolerá ese edificio para construir uno nuevo.

En la Seccional 10ª tampoco se pudo recorrer. Aunque uno de los uniformados que estaba de guardia explicó que las condiciones de esa comisaría son lamentables. Sin embargo, hubo otra particularidad que también llamó la atención.

Mientras los reporteros de este diario esperaban a que se los autorice para ver las instalaciones, se quedaron parados al costado de la entrada a la oficina del comisario. Al lado de esa habitación, había una puerta entreabierta que daba hacia otra pieza. Por esa abertura, los cronistas vieron a dos jóvenes sentados debajo de una mesa. En un primer vistazo nada hacía pensar que podían ser detenidos. Pero, en una segunda mirada, se pudo ver que los aprehendidos estaban sentados en el piso sobre un pedazo de colchón viejo y con sus muñecas esposadas a las patas de una mesa de madera. En esas condiciones se trabaja en algunas comisarías de la Capital.

En este recorrido también se pudo constatar que en la mayoría de las seccionales hay problemas con las instalaciones eléctricas. Es por eso que, para poder hacer funcionar los aparatos eléctricos y para poner focos, los oficiales improvisan prolongaciones que terminan siendo una maraña de cables suspendidos en el aire.

En las Seccionales 3ª, 8ª y 11ª tampoco se pudo hacer el relevamiento porque el personal no fue autorizado por sus superiores. En tanto que las instalaciones de las Seccionales 7ª, 9ª y 13ª están en mejores condiciones edilicias. Por otra parte, también se constató que en pocas dependencias hay habitaciones adecuadas para que los policías duerman cuando cumplen turnos de 24 horas.

«Hicimos un inventario de todas las comisarías y ahora realizamos cambios»

El ministro de Seguridad Ciudadana, Jorge Gassenbauer, fue consultado por LA GACETA acerca del estado edilicio de las comisarías de la Capital. Lo primero que destaco el funcionario es que a lo largo de la gestión del gobernador, José Alperovich, se marcaron prioridades para responder a las necesidades de la sociedad tucumana.

«Hace 10 años, la salud y la educación eran temas urgentes. Ahora, gracias a las inversiones que se realizaron en la infraestructura sanitaria, hasta se pueden realizar transplantes en los hospitales públicos. En educación ocurrió lo mismo y hay que recordar que había chicos que terminaban la primaria y no tenían escuelas secundarias para seguir estudiando. Pero con las 300 escuelas que se construyeron todo eso cambió», remarcó.

Gassenbauer también explicó que sí están realizando inversiones en Seguridad. «Hicimos un inventario de todas las comisarías y estamos haciendo cambios. Algunos son logísticos o de diagramación de la fuerza, y otros para recuperar los viejos edificios de algunas comisarías. El lunes inauguraremos el 911 y tenemos previsto comenzar a remodelar y habilitar galpones de la Jefatura de Policía para trasladar algunas dependencias», agregó. En este sentido el ministro explicó que en lo que resta del año se remodelarán los edificios de las Seccionales 3ª, 5ª y 6ª de la Capital. Y también se refaccionarán las comisarías de Lules, Tafí Viejo y Banda del Río Salí. Además, en este marco está previsto el acondicionamiento de instalaciones de la Jefatura de Policía para trasladar a ese predio la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) y la Patrulla Motorizada.

Por otra parte, Gassenbauer detalló otras refacciones que se harán en la Subjefatura de Policía, donde funcionará el 911. «Tenemos previsto inaugurar en las próximas semanas la remodelación completa del segundo piso del edificio en el que funcionaba el Instituto Cardiovascular. Además, hay que tener en cuanta que se duplicó la cantidad de efectivos que tenía la fuerza y que estamos trabajando en la profesionalización del personal por medio de cursos de capacitación que se dictan permanentemente», puntualizó el ministro.

Por último, el funcionario adelantó que la semana que viene se firmará un acuerdo con la Caja Popular de Ahorros (CPA) para brindarle una ART a los policías y se trabaja en planes de vivienda para los miembros de la fuerza.

 

http://www.lagaceta.com.ar/nota/562827/policiales/comisarias-sedes-al-borde-colapso.html