De la misma manera que la gestión del personal no se adecuó a los tiempos que corren; los tribunales continúan organizados y trabajando prácticamente de la misma manera que hace 150 años. Las estructuras organizativas de los juzgados y tribunales siguen siendo prácticamente iguales sin distinguir su competencia, fuero, instancia o carga de trabajo.

La importancia de la reforma organizacional también impacta en la gestión de las personas, ya que para que ellas puedan cambiar su mentalidad y modificar la forma en que hacen las cosas a diario, es imprescindible su rediseño. Esto se debe a que la organización actúa como la matriz básica de tipo cultural que cobija todas las interacciones personales dentro del sistema judicial. Por lo tanto, sin cambios en las estructuras judiciales resulta bastante difícil que los programas de RRHH den los resultados esperados.

Por su parte, los nuevos enfoques en gestión pública proponen reformar las vetustas estructuras “burocráticas” por una administración horizontal, que gestione por objetivos y resultados; que, en la prestación de sus servicios, tenga presente a los usuarios directos como a los destinatarios finales para los que fue creado. En síntesis, que se preocupe por la calidad de sus servicios orientados a resultados medibles.

Este nuevo modelo debe estructurarse en base a las tareas que la organización debe realizar para alcanzar sus objetivos, y no siguiendo tradiciones organizacionales que han dejado de cubrir las demandas actuales.

En consecuencia, si bien la modernización de las políticas públicas de gestión del empleo y los recursos humanos constituye un eje importante de las reformas de la gestión pública, primero se deben analizar y modificar las estructuras judiciales ya que el diseño organizacional de las instituciones limita de manera decisiva su impacto.

Fuente: http://ideasymateriales.blogspot.com/2012/03/la-organizacion-y-las-estructuras.html