NEUQUÉN (AN).- La declaración de Cristian Ibazeta, el interno asesinado en la Unidad 11, había sido clave para condenar a tres policías de esa cárcel en el juicio que se realizó hace dos años por una represión de 2004. En la sentencia quedaron registradas varias menciones al testimonio de Ibazeta, que en ese entonces fue víctima de golpes y señaló a los autores.

Además, ayer se supo que cuando fue trasladado al penal de Rawson en 2011, Ibazeta continuó denunciando a los celadores del servicio penitenciario federal que lo sometían a malos tratos.

En Neuquén había denunciado apremios por lo menos cuatro veces. Siempre lo hacía con escritos de su puño y letra, sin patrocinio de un abogado. Todos los expedientes fueron archivados sin condena.

Ibazeta fue atacado el lunes 21 a la noche en su celda, ubicada a 15 metros de la guardia, sin que los policías escucharan nada. Los agresores fueron al menos dos y le provocaron gravísimas lesiones con arma blanca. Cuarenta minutos antes, los carceleros habían requisado las celdas.

Ibazeta nunca pudo hablar ni recuperarse. El jueves 24 murió.

La Asociación Zainuco, que defiende los derechos de las personas privadas de su libertad, exigió el esclarecimiento del hecho, denunció una posible zona liberada dentro de la cárcel y pidió las renuncias del ministro Gabriel Gastaminza, del jefe de Policía, Raúl Laserna, y del jefe de Unidades de Detención, Carlos Brondo.

Gastaminza dijo ayer que la policía no está involucrada en el hecho, en el primer pronunciamiento público de un funcionario de gobierno sobre el caso (ver aparte).

Desde que se supo del hecho, la figura de Ibazeta fue relacionada con sus continuas denuncias por vejaciones y apremios ilegales dentro de la cárcel.

Las violaciones más graves a los derechos humanos dentro de la prisión neuquina fueron cometidos en abril de 2004, cuando era gobernador Jorge Sobisch y Luis Manganaro ocupaba la secretaría de Seguridad.

En 2010, después de muchas dilaciones, se realizó el juicio contra 27 de esos policías y 6 fueron condenados. El fallo resultó dividido. El juez Mario Rodríguez Gómez votó para que todos los efectivos sean condenados por torturas, pero sus pares Luis Fernández y Juan Gago se impusieron con figuras más atenuadas. Gago falleció en marzo de este año, Fernández, exasesor del Ejército, se jubiló.

 

La declaración

 

En la sentencia quedó plasmado el importante rol que cumplió Ibazeta en la condena de tres policías, José Corillán, Juan Aravena y Walter Crespo.

«Debo responsabilizar a Crespo por la incriminación que efectúa a su respecto Ibazeta»; «Ibazeta refiere que Aravena lo desafió a pelear, le pegó trompadas en el cuerpo»; «este testigo (por Ibazeta) manifiesta que Crespo lo golpeó con los puños luego de ponerle las esposas», «Ibazeta lo vio a Corillán golpear en la planta de los pies», son algunas de las frases de la sentencia que demuestran la relevancia del testimonio del interno asesinado la semana pasada.