Su abogada se quejó por la burocracia y la falta de compromiso de las autoridades sanitarias para realizar la práctica. En esa provincia el protocolo rige desde abril.

Una mujer que denunció que había sido violada fue sometida a un aborto no punible en un hospital público de Salta, en lo que constituyó la primera práctica de este tipo que se lleva a cabo en la provincia desde el fallo de marzo pasado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) para ese tipo de casos.

La mujer debió asistir ante las autoridades sanitarias acompañada por abogados, quienes denunciaron que hubo “maltrato y violencia hacia la víctima” en el ámbito estatal y que fue sometida a gran cantidad de trámites burocráticos.

La letrada Graciela Abutt Carol sostuvo que luego de la solicitud de la mujer a ser sometida a la interrupción del embarazo, hubo reticencia a dar información, burocratizaciones innecesarias, falta de compromiso de las autoridades sanitarias, falta de privacidad, maltrato y violencia hacia la víctima, lo que evidencia discriminación por género.

“Nadie sabía cómo actuar, le hicieron muchas preguntas, indagaron sobre su sexualidad. Si hubiera estado sola no se hubiera hecho el aborto”, sostuvo Abutt Carol al diario El Tribuno, por lo que consideró que “se puso de relieve la falta de respuestas del Estado, particularmente del sistema de salud”.

Protocolo

La práctica se llevó a cabo en horas de la noche aunque la víctima se había presentado en las primeras horas de la mañana, pero durante todo el día debió realizar los trámites que establece el protocolo de abortos no punibles dictado en abril último por el gobierno de esa provincia.

En marzo pasado, la CSJN emitió un fallo por el cual estableció la legalidad de la interrupción del embarazo sin intervención judicial para casos de abuso sexual o cuando corra riesgo la vida de la madre.