En la primera sesión ordinaria, pasó casi desapercibida la ley aprobada por unanimidad por los diputados santacruceños, que avalaron un cambio en el Código Procesal Penal (Ley 2.424) por el cual se busca agilizar la restitución de un bien inmueble, cuando éste es usurpado.
Así, se incorpora al Código el artículo 222 bis. El mismo establece que “En las causas por infracción al Artículo 181 del Código Penal (usurpación), en cualquier instancia del proceso, y aún sin dictado del auto de procesamiento, el juez a pedido del damnificado podrá disponer el inmediato reintegro de la posesión o tenencia del inmueble cuando se haya acreditado fehacientemente y mediante pruebas irrefutables, el derecho invocado por el damnificado”.
Fijándose en la parte final de este artículo “un plazo perentorio de días corridos bajo apercibimiento, en caso de incumplimiento, de ordenar el desalojo con el auxilio de la fuerza pública”.
Bien sabido es que en los casos de un inmueble usurpado, los juicios para lograr la restitución del bien en la actualidad duran años y, habitualmente, el desalojo sólo se produce cuando la causa llega a su instancia final.
Con la incorporación de este artículo, se pretende otorgar una herramienta a la Justicia para que, a solicitud del damnificado, pueda restituir el bien, sin perjuicio de la continuidad de la causa.
Cabe aclarar que esta modificación se realiza en el marco de la Justicia Penal, más allá de que muchas veces, y motivados en algún punto por la lentitud que existía en el proceso de la restitución, los damnificados buscaban la restitución por la instancia Civil, que sólo actúa a instancia propositiva, es decir por pedido de las partes.
Esto se ha visto en Santa Cruz en el caso de las ocupaciones de tierras ilegales en donde desde la Justicia Penal no existió resolución y desde la Civil se obtuvo una sentencia de restitución, como ser en el caso del ex barrio Los Lolos, aunque dicha sentencia aún no ha sido ejecutada, pese a que ya pasó más de un año de la misma.
Protocolo de actuación
Cabe recordar que el juez en lo Civil Enrique Arenillas, en su momento, se refirió a la necesidad de que ante hechos como la toma de terrenos exista en Río Gallegos un protocolo de actuación, para lo cual “necesitamos un diálogo entre los tres poderes para ver cómo vamos a proceder de ahora en más”, comentó.
Asimismo, señaló que con los precedentes de ocupación que existen en Río Gallegos, será complejo encontrar una solución a la usurpación masiva. “Este es un tema muy complejo, que tiene que ver con el crecimiento de la ciudad, de la complejización del tejido social”.
Es de recordar que Arenillas estuvo a cargo de la causa civil encarada por el anteúltimo asentamiento en la ciudad, el del ex barrio Los Lolos. Hace aproximadamente dos años, familias se apostaron en ese lugar, pero actualmente los okupas están consolidados y las construcciones van en aumento.
Aquí explicó que lo dictado fue un interdicto a recobrar, por lo que requiere un proceso un tanto más complejo. “La diferencia entre un interdicto a recobrar y un desalojo, es que el desalojo permite dos cosas: el desalojo anticipado, con la sola presentación de la demanda, y la otra es el desalojo contra personas indeterminadas”. El interdicto a recobrar no permite ninguna de estas dos acciones.
Volviendo al problema, Arenillas destacó nuevamente la necesidad de trabajar mancomunadamente ante este tipo de situaciones y generar previsibilidad por futuros casos.
“Debería haber un trabajo más interdisciplinario e interpoderes. Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires la Justicia Penal tiene la posibilidad de desalojar de forma inmediata en una usurpación. Pero en nuestro código de procedimientos penales no está esa norma, entonces tenemos otras posibilidades de acción en base a las normas que tenemos. Lo primero que hay que reconocer es que la ciudad tiene un problema, como sociedad, de acceso a la tierra. Pongamos manos a la obra para que los órganos políticos piensen planes en pos de esto. Nosotros también podemos elaborar un protocolo como en la ciudad de Buenos Aires, que surgió también de la emergencia, nos falta eso”.
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