El ejército y la policía mexicanos intervinieron un famoso albergue para chicos de la ciudad de Zamora, debido a las denuncias de abusos sexuales y sometimiento a la esclavitud sufridos por los cerca de 500 niños y niñas que viven allí, y por personas adultas que pasaron ahí los primeros años de sus vidas. En conferencia de prensa, el procurador general (fiscal) mexicano, Jesús Murillo, precisó que el rescate de los chicos se logró durante el registro del albergue La Gran Familia, tras haber recibido cerca de 50 denuncias contra la institución y su directora y fundadora, Rosa del Carmen Verduzco. En La Gran Familia, que existe desde hace 40 años, las fuerzas de seguridad encontraron desde recién nacidos hasta mayores de 40 años que dormían en el piso, en condiciones de higiene infrahumanas, pedían limosna y sufrían abusos sexuales.

La administradora Verduzco, de 79 años y conocida popularmente como «Mamá Rosa», fue detenida el martes junto con ocho colaboradores bajo la acusación de «privación ilegal de la libertad» de los cientos de personas retenidas en el lugar contra su voluntad. La fiscalía informó que intervino tras haber recibido «al menos 50 denuncias», y al llegar corroboró que muchas de las víctimas «dormían en el piso», en un lugar con «plagas» de «ratas» y «chinches».

El albergue La Gran Familia es un famoso internado de México. En su web se presenta como una institución con escuelas primaria y secundaria y que recibe subsidios oficiales de distintas áreas del Estado mexicano. «Más de 4000 niños y niñas han vivido y salido» del albergue y la orquesta sinfónica del centro tocó en el Palacio de Bellas Artes y la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, informa el portal, que también admite que Verduzco inscribía como hijos propios a los niños nacidos en el albergue, de madre y padre también internados allí. De acuerdo con las denuncias recibidas por la fiscalía, esos bebés eran anotados por la mujer y «sin permitir que los padres pudieran llevar alguna tutela de los menores argumentando que los dejaría ir al cumplir la mayoría de edad».

El fiscal Murillo informó que las personas rescatadas permanecen todavía en el albergue, donde «se tuvo que actuar para empezar a eliminar las plagas que estaban ahí, ratas, chinches, para poder dejarlo en buenas condiciones», porque es «difícil de repente mover a 500 niños, y de esto ya se encarga la Secretaría de Gobernación, el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) y el estado de Michoacán».

Por su parte, el titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerán, precisó que «durante la investigación se recabaron declaraciones de testigos y víctimas que tuvieron relación con La Gran Familia y que refieren diversos abusos físicos y psicológicos de parte de Rosa del Carmen Verduzco y de algunos funcionarios de la casa hogar». Entre los abusos que narraron los testigos, detalló, figuran «ser obligados a pedir dinero en casas y en las calles, ser alimentados con comidas en mal estado, dormir en el suelo entre plagas, tener abusos sexuales y la prohibición de poder abandonar las instalaciones». Los bebés que nacían en el lugar eran registrados como hijos de la fundadora, «sin permitir que los padres pudieran llevar alguna tutela de los menores argumentando que los dejaría ir al cumplir la mayoría de edad».

El gobernador del estado de Michoacán, Salvador Jara, informó que desde que asumió el cargo, a fines de junio, fue puesto al tanto de las denuncias y de los intentos fallidos de asociaciones civiles y legisladores de visitar las instalaciones. Por ello, explicó, pidió conocer pormenores «de cómo iba la investigación y solicitar a la Procuraduría que acelerara el proceso, dado que las denuncias se habían presentado hace más de un año». Una vez hecho el cateo, Jara dijo haber quedado consternado porque «no esperábamos las condiciones que se encontraron».

Una de las pocas voces favorables a Verduzco fue la del escritor mexicano Enrique Krauze, quien desde su cuenta de Twitter pidió a las autoridades respeto por Verduzco, quien «en 60 años ha adoptado miles de niños» y es un «caso único en la historia mexicana». Krauze, director de la revista Letras Libres, consideró «inadmisible el acoso» contra «Mamá Rosa», que tuvo «una vida dedicada a recoger huérfanos» y advirtió que «vendrá una protesta internacional» por este caso.

Sin embargo, la reconocida periodista mexicana Sanjuana Martínez ratificó que el albergue era «uno de los focos rojos» investigados por los grupos civiles de defensa de los derechos de niñas y niños. El problema, señaló, es que «México carece de un padrón de niños en situación de orfandad o de los que destinan de manera temporal a esos albergues» por problemas familiares. Eso permite que se produzcan «adopciones ilegales, explotación sexual, explotación laboral y tráfico de órganos», detalló.

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