«Lo que ocurre en el Ipesa (Instituto Provincial de Educación y Socialización de Adolescentes) parece alejado del cumplimiento de lo que establece la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN)», dijo la diputada provincial Lidia Duperoú (Frepam), al fundamentar un pedido de informes al Ministerio de Bienestar Social sobre el funcionamiento de esa institución.
La legisladora, en un proyecto de resolución, indicó que quiere saber sobre las condiciones de las personas que cumplen funciones en el Ipesa y sobre la situación de los adolescentes alojados. «Conforme lo establecido por el artículo 5 de la Ley 2116, la función del personal del Instituto es la custodia, contención y rehabilitación social de los adolescentes, fines que de ninguna manera se consiguen con hechos de violencia como el protagonizado por un auxiliar y denunciado formalmente por el director del Ipesa, como ha sido de estado público», argumentó en los fundamentos.
Reclamó que se informe sobre «la cantidad de adolescentes alojados en el establecimiento, con indicación de sexo y edad, cantidad de personas que se encuentran a cargo de la custodia, contención y rehabilitación social de los jóvenes alojados, con mención de sus antecedentes y/o experiencia técnica o profesional acreditada para el abordaje de estas problemáticas».
El Operador Socializador.
También pidió que se informe si quienes se desempeñan actualmente en el establecimiento cumplen con los requisitos que prevé el artículo 6 de la ley 2116, y cuántas lo hacen en las condiciones excepcionales fijadas por el artículo 13, cómo es el régimen horario según el cargo. «Entre otros puntos, interesa saber en qué consiste el Curso de Operador Socializador, requisitos para acceder al Registro de Aspirantes, quién es la autoridad encargada de su dictado y con qué frecuencia se hacen las evaluaciones de idoneidad», puntualizó.
Duperoú recordó que «la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN), establece que los Estados Partes «se asegurarán que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada».
Razonó que «lo que ocurre en el Pieza, que con frecuencia se denuncia, parece alejado del cumplimiento de la Convención, de allí que necesitamos que el Ejecutivo nos informe sobre cuáles son los planes diseñados para la educación y socialización de los adolescentes alojados en el Instituto, cuáles han sido los resultados de adolescentes que hayan egresado y qué intervención se realiza para acompañar a las familias, cuyos hijos o hijas se encuentran en el Instituto», finalizó.
A cintazos.
Un interno del Ipesa atacó con un cinturón a un policía de la Seccional Segunda que cubría el servicio adicional en ese establecimiento de menores. Fue en horas de la mañana de ayer, cerca de las 10, informaron fuentes policiales. El uniformado sufrió una lesión en el brazo y fue atendido por el equipo médico de la institución. Por el incidente se solicitó la presencia de las autoridades de la Seccional Primera, quienes se hicieron presentes para dejar constancia de la agresión. Hasta anoche el lesionado no había radicado la denuncia.
Detuvieron al «Gringuito» Luna
La policía apresó ayer por la tarde a Jonathan «Gringuito» Luna, un joven que posee frondosos antecedentes y que había «abandonado el tratamiento» del Ipesa. Había sido internado a mediados de este año, pero se escapó tras saltar el alambrado. Si bien fue recapturado en septiembre, volvió a evadirse mientras era trasladado nuevamente al Instituto Provincia de Educación y Socialización de Adolescentes.
En horas del mediodía de ayer fue detenido mientras intentaba ingresar, según la policía, a una vivienda de la calle Leguizamón al 1.070 junto a un cómplice de 32 años. Luna, que esta semana cumplió 18 años, quedó detenido en la Seccional Tercera por disposición del fiscal de turno.
En 2010, cuando todavía era menor, saltó a los titulares de los diarios porque en menos de un mes había acumulado unas 60 causas judiciales. En una entrevista que mantuvo con LA ARENA al año siguiente, el chico contó que roba desde los 8 años, según él por necesidad y para comprar drogas, pero afirmó que se «quería rescatar y que quería dejar de robar».
fuente http://www.laarena.com.ar/la_ciudad-ipesa__interno_ataco_a_policia_de_guardia_a_cintazos-85252-115.html