Tres hermanas del Departamento de Paraguarí fueron rescatadas de su hogar después de que se comprobara que fueron sistemáticamente abusadas sexualmente por su padre, bajo la pasiva mirada de su madre, quien nunca denunció a su esposo. Otra niña de Central fue obligada a revivir las violaciones ante las autoridades y los micrófonos periodísticos que le colocan en frente.

En estos escenarios deben actuar las profesionales de la salud mental que trabajan en la recuperación sicológica de las víctimas de abusos sexuales.

Estas sicólogas, siquiatras y trabajadoras sociales señalan que los principales obstáculos para lograr la recuperación sicológica son las revictimizaciones hechas en distintos niveles y el silencio cómplice de comunidades y familias.

«Ese silencio en la comunidad permite que otros sean víctimas. La sociedad culpabiliza. La sociedad con su silencio permite que las instituciones de Justicia dejen impunes muchas veces los casos», indicó al respecto María Elena León, trabajadora social del Ministerio de Salud.

OCULTO. Sobre el punto, la sicóloga Ana Frachi, también del ministerio, explicó que como en la mayoría los autores de las violaciones son del entorno de la víctima, estos abusadores utilizan estrategias para mantener oculto lo que ocurre y repetir las violaciones.

«También se juega con la idea de que ‘si me denuncias, qué va a pasar de vos si no tenés dónde ir’. Ningún niño se quiere hacer cargo del quiebre de la familia», acotó.

«Un abuso generalmente es parte de un proceso largo en el que el abusador seduce a las víctimas, empiezan a hacer un territorio en el que generan una relación de afecto con la víctima. Es la estrategia que el abusador tiene para someter después a la víctima. ‘Esto no se tiene que contar, que es un secreto entre nosotros’. Ese es el mecanismo por el cual niño es víctima. Se creen culpables por lo que pasó. Y ahí está el punto: ¿qué hace la sociedad?», reflexionó León.

VOLVER A CONTAR. Todas las profesionales entrevistadas sobre el proceso de recuperación sicológica de las víctimas fueron tajantes al señalar las malas prácticas de los medios de comunicación al tratar noticias sobre violaciones.

«La prensa es muy importante porque informa de la situación, lo que criticamos es la manera en que lo hace, no el hecho de que se informe. A medida de que se informe, la gente entiende que puede denunciar. Pero entrevistar a una niña víctima de un abuso y obligarla a contar de nuevo lo sucedido es una violación del espacio privado. Es nuevamente otro acto de violencia», expresó Mirtha Mendoza, directora de Salud Mental del ministerio.

La revictimización también se puede dar en un proceso, donde hasta ahora algunas víctimas llegan a declarar y confrontar a sus agresores en juicios orales. Según Fátima Figari, directora del Centro de Atención a Víctimas de la Fiscalía, esto no es recomendable.

«El hecho de que uno empiece a contar ‘extrafiscalía’ el suceso del que fue víctima también influye en poder conseguir una declaración para un proceso», afirmó.

La herramienta más utilizada para evitar la revictimización es la Cámara Gesell: dos habitaciones contiguas separadas con un vidrio especial que permite a fiscales, jueces y profesionales a observar cómo declaran niños y adolescentes, asistidos por una sicóloga.

«¿Cómo queda ese estigma (de la violación) en una sociedad tan conservadora como la nuestra? Con la revictimización la víctima queda aún más vulnerable», aseguró Ana Frachi.

fuente http://www.ultimahora.com/notas/583762-Abuso-sexual:-Recuperarse-entre%E2%80%94el-silencio-complice-y-la-revictimizacion