Aníbal Fernández se acomoda en su sillón, rodeado de siete televisores y se dispone a hablar de un proyecto que seguramente desatará acalorados debates en todo el país. Se trata de la despenalización de la tenencia de drogas para uso personal que el senador presentó horas antes en una conferencia de prensa. “No estoy de acuerdo cuando dicen que al consumidor yo lo debo mirar con el cuidado del caso como si fuese un enfermo. Yo no necesito calificarlo como enfermo para decir que si esa persona, que es un consumidor ocasional o recreativo o social, un día no se siente bien, no pueda ir al hospital y que lo atiendan en serio. No es un problema de enfermedad permanente como si fuera lepra. Si tenés una historia que te hizo daño, ¿por qué no te voy a poder atender? Con más razón si hablamos de consumidores abusivos. Lo que decimos es que la salud debe estar a disposición de todos y es el Estado el que la tiene que poner. No todas las organizaciones van a estar de acuerdo con el proyecto, pero hay que escucharlos a todos”, explica el legislador.

–Hoy la policía puede detener a cualquier individuo que tenga en su poder drogas, no importa con qué cantidad cuente. ¿Cómo modifica su proyecto la situación actual?
–Eso no va a existir más. De todas formas no se puede fumar marihuana en la calle, porque eso no es una acción privada y estarías perjudicando a terceros. Eso rompe el criterio de la Corte Suprema.
–El fallo de la Corte al mismo tiempo prevé el código de procedimientos para adictos en hospitales y sanatorios.
–Nosotros tenemos que profundizar la política de salud. Este proyecto que acabo de presentar no tiene nada que ver con la prevención y la salud. Si nosotros no vamos con una ley específica en el marco de la salud, calzada con la Dirección de Salud Mental que creó la presidenta de la Nación en el Ministerio de Salud, y sobre eso abrir lo que ellos planificaron a través de los más de 300 centros de salud en todo el país, para tener equipos interdisciplinarios atendiendo al que consume en forma ocasional, al que consume en forma abusiva o al adicto, estamos fritos.
–¿La pata sanitaria ya está resuelta por la Corte?
–A la Corte no le he consultado nada, pero recogí el guante de lo que la Corte especificó en sus fallos. Yo tenía una posición tomada, la que enarbolé en los foros internacionales más importantes, algo que no hubiera sido posible sin el visto bueno de la presidenta. Seguí trabajando con ese tema y me planteé que una vez que llegara al Senado iba a presentar un proyecto de ley, en lo que estuve trabajando cuatro años. No es un ataque de calentura: estoy presentando un proyecto que nos llevó mucho tiempo, que hablamos con mucha gente, con toxicólogos, con fiscales, con jueces, con cultivadores y conociendo muy bien el paño, sé lo que estoy planteando y hacia dónde quiero ir. Conminar a alguien que tiene las facultades de poder hacer uso de una acción privada, que la propia Constitución protege, a ir a comprarle a un traficante no tiene ningún sentido.
–¿Hasta donde pueden ir los alcances de la ley?
–Tenemos que ir haciendo pasos que nos permitan ir conquistando cabeceras de playa. No hay que detenerse nunca. Si me preguntás como senador “¿Yo no puedo ir profundizando otro tipo de decisiones?” ¿Por qué no? Si tenemos nada menos que tres fallos de la Corte que dicen lo mismo y que además exhortan a los poderes públicos a legislar en consecuencia, podemos hacerlo.
–¿Cómo recibió el proyecto el bloque del Frente para la Victoria?
–No lo he trabajado eso. Si uno se pone a buscar apoyos previamente a presentar el proyecto, lo que consigue es nada. ¿Apoyos sobre qué, sobre chusmeríos? Eso no sirve, no es serio. Nosotros presentamos el proyecto, lo colgamos del bloque y el que lo quiere bajar, lo baja. Luego discutimos sobre una propuesta concreta. Después habrá gente cuyos preconceptos puedan más que la discusión real de lo que le está sucediendo a los argentinos y no se anime a levantar la mano. Pero seguramente en otros bloques va a haber gente que lo va a tener tan claro como lo tenemos nosotros. De todas formas estoy seguro de que lo vamos a poder sacar sin problema.
–¿La intención es que se discuta solamente sobre su proyecto o abrir el juego a los demás iniciativas que se presentaron?
–Yo presenté un proyecto porque me comprometí a hacerlo. Incluso ya tengo cosas para revisar en la comisión. Pero hay que sumar a los otros proyectos. ¡Saquemos uno! Todos tenemos ganas de que las cosas se hagan bien, saquemos el de Victoria Donda, el que sea. Metemos todos en la bolsa y después vemos el criterio que todos estamos persiguiendo para que no exista más el agravio personal hacia aquel que circunstancialmente está consumiendo y en vez de ser atendido, si es que lo necesita, está siendo estigmatizado porque lo meten en cana por una cosa que no tiene sentido. Eso es cortar el eslabón por la parte más débil, en vez de buscar a las pirañas que es el deber del Estado. Todos tienen que meterse en el medio.
–De los nueve puntos que plantea el proyecto, ¿cuál creé que es el que causará más controversia?
–Creo que el autocultivo. No sé si todo el mundo comprende la ventaja que significa para un consumidor, que hoy tiene derecho porque la misma Corte se lo está diciendo y está ratificando lo que la Constitución plantea en el artículo 19, evitar ir a una transa, a un narcotraficante. ¿Por qué no darle la oportunidad a alguien de que se autocultive (marihuana) y se garantice que no está fumando amoníaco, meada de perro y todas esas mugres que ustedes saben que existen?
–¿Cuándo cree que se va a tratar el proyecto?
–No creo que falte mucho tiempo. Tengo que hablar con el presidente de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico y ver la vocación que él tiene. Primero había que presentar el proyecto, y eso permite sentarnos de igual a igual. Juntemos todo y empecemos a trabajarlo en las dos cámaras, pero con un proyecto acordado para no meter la pata

Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/03/30/sociedad-71706-no-se-puede-obligar-al-usuario–de-drogas-a-comprarle-a-un-transa.php