Las sustancias ilegales y también las legales serían moneda corriente entre internos del Servicio Penitenciario provincial. Mientras la Justicia investiga la existencia de una presunta comercialización interna y externa de drogas en el penal, un grupo interdisciplinario de profesionales trabaja para abordar la problemática de las adicciones entre la población carcelaria, en donde, en mayor medida, los internos condenados y procesados por delitos contra la propiedad son los más vulnerables.
El fiscal federal Santos Reynoso, una de las psicólogas del penal Noelia Fuenzalida y el jefe de División Seguridad de la cárcel, principal Palomeque, dialogaron con EL ANCASTI respecto a la realidad del penal con relación a las adicciones. Sobre el mismo tema, un ex interno del penal relató cómo sería el corriente de las sustancias en el interior.

Comercialización
«Existe droga en el penal, prueba de ello son las innumerables causas que nosotros hemos sustanciado y seguimos sustanciando dentro de la Fiscalía Federal. El tema es grave teniendo en cuenta que puede haber comercialización dentro del penal» señaló Reynoso.
Según sentenció el fiscal, «la droga existe y evidentemente hay complicidad, tanto interna como externa para que ingrese la droga al Servicio Penitenciario».
Con relación a este hecho, Reynoso destacó que «en la Fiscalía tenemos una causa y esto viene a reafirmar la complicidad, en donde está involucrado personal del Servicio que está siendo investigado y que fue sorprendido cuando intentaba ingresar, en el momento de la requisa, sustancias de dudosa procedencia, que ahora está siendo materia de pericia», puntualizó.
Sobre el mismo tema, el fiscal resaltó que la posibilidad de que los mismos oficiales ingresen las sustancias o se las provean a los internos es que «cuando se han registrado a los familiares –causas que hemos instruido también- y a quienes se les ha detectado cuando ingresaban las sustancias las mismas era en mínima cantidad. Por eso lo que nos sorprende a nosotros es que al momento de realizar la requisa se hayan encontrado importantes cantidades de sustancias -20 a 30 envoltorios de cocaína y marihuana y cantidades de pastillas-«, estimó.
En este sentido el ex interno del penal con quien pudo dialogar este diario aseguró la existencia de la complicidad de los celadores y los guardiacárceles con los internos para el ingreso de las sustancias y también para la adquisición de pastillas.
Según señaló el individuo, en el interior de los pabellones se podrían adquirir pastillas (ansiolíticos en su mayoría) a un valor de $5 cada una. Al parecer los celadores las ofrecerían por su fácil acceso a la farmacia. En tanto el ex interno recalcó que cuando se trata de marihuana o cocaína la situación sería similar. «Se le pide al celador y éste te lleva hasta el pabellón en donde está quien la vende», disparó.
Por último el presidiario, quien cumple la condicional por un delito federal (drogas) reclamó la ausencia de contención y asistencia psicológica en el penal.

Incrementaron las requisas

El principal Palomeque, jefe de la División Seguridad del Penal, destacó que se incrementaron las requisas diarias en celdas y pabellones por la cantidad de sustancias y otros elementos que se secuestran.
«Cocaína, marihuana y pastillas es lo que más se ha secuestrado en las requisas», detalló Palomeque.
En este sentido señaló que las requisas se realizan dos veces al día y se sumaron las requisas sorpresivas que se pueden llevar a cabo inclusive durante la madrugada. Manifestó que, en su mayoría, la droga ingresa por las visitas aunque destacó no poder descartar ninguna fuente. En este sentido y contrariamente a lo estipulado por el fiscal federal, Palomeque señaló desconocer la existencia de un caso en donde un guardiacárcel se haya visto involucrado. «No tenemos conocimiento que haya existido algún caso de un empleado que haya ingresado sustancias», puntualizó y recalcó que todo el personal del penal es requisado para el ingreso.
Las requisas, además de secuestrar drogas, también secuestramos facas y demás. Es todo para prevenir grescas.