La capacidad operacional y habitacional del penal de Miraflores ya fue superada. Solo en los primeros nueve meses del año 2013, se registró el ingreso de un interno por semana, creciendo la población carcelaria a 561, de 489 que había en el año 2012.
Los especialistas consultados al respecto señalaron que los factores de dicho crecimiento tienen que ver con la situación que atraviesa la provincia, en cuanto a materia de seguridad.
Solo en el último tiempo, la población de  internos procesados -es decir aquellos que están acusados por los fiscales, pero esperan a ser juzgados por un tribunal, quienes determinarán si son o no responsables del delito del que se los acusa- superó a la cantidad de penados que cumplen condena en la cárcel por delitos contra la propiedad.
Si bien personal del penal explicó que las modificaciones en la cantidad de internos varían mes a mes, las cifras en promedio se mantienen. El incremento en la población, que llevó  a superar la capacidad operativa de la cárcel, no solo tiene que ver con el ingreso de procesados al penal, sino también con el ingreso de los ahora penados, que tras enfrentar el juicio oral -al que llegaron en libertad- fueron condenados y trasladados al Servicio. Se advierte en ello también un crecimiento en el grado de reincidencia de los internos. “En lo que va del año entraron al penal al menos 7 personas que contaban con condenas en suspenso, pero al reincidir, principalmente en delitos contra la propiedad, terminaron privados de su libertad y hoy cumplen la suma de dichas condenas”.

Acusados de abuso sexual son los más reincidentes
De acuerdo con los datos a los que tuvo acceso LA UNION sobre la población y situacion carcelaria de la provincia, se desprende que la brecha entre los condenados por delitos contra la propiedad, es decir robos, hurtos, los mal llamados asaltos, etc., y los abusadores sexuales, es muy corta. Según se pudo saber, actualmente en el penal están cumpliendo condena 99 personas por ilícitos contra la propiedad, contra 90 por delitos sexuales. Si bien el dato puede ser preocupante, alarma aún más el alto índice de reincidencia que tienen estos penados. Como éstos -los condenados por abuso sexual- son los que llevan un régimen penitenciario casi “perfecto” y se someten a todos los tratamientos, acceden con mayor facilidad a los beneficios, de las salidas transitorias y laborales.
Sin embargo, la realidad demuestra que en el 90 por ciento, estas personas vuelven a reincidir en el delito. En los últimos nueve meses, ingresaron al penal de Miraflores en calidad de procesados -es decir que esperan el juicio oral- 18 hombres entre 19 y 55 años de edad, tanto de la Capital como del interior provincial.

Hay 26 mujeres presas en el Correcional de 4 calabozos
La situación de hacinamiento en la que viven las mujeres -mayores de edad- en conflicto con la ley penal, es tal grave que el Poder Ejecutivo fue exhortado en reiteradas oportunidades.
El edificio llamado Correcional de Mujeres se encuentra ubicado sobre calle 1 de Mayo, y si bien actualmente funciona como una “cárcel” para mujeres, en su creación el mismo estuvo pensado para que funcionara allí una comisaría.
Esa es una de las razones por lo que en la actualidad quedó obsoleto, y el hacinamiento en el que conviven mujeres acusadas -algunas condenadas- de asesinato, con “vendedoras” de droga y potenciales  ladronas, se refiere a las procesadas que esperan ser juzgadas, -y como dice la Constitución todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario- es grave.
En el edificio, solo existen seis celdas y la población carcelaria es de 26. Es decir, supera en un 600 % la capacidad operativa del establecimiento.
Si bien explicaron las fuentes consultadas a cargo de la institución, se vienen realizando distintos trámites para cambiar la situación de las internas -muchas de las cuales no pueden criar a sus hijos allí por falta de espacio fisico y condiciones habitacionales- nada ha cambiado.
El año pasado se habló de la creación de un nuevo edificio, donde las mujeres privadas de la libertad no solo iban a poder compartir con sus familias, sino además realizar distintos tipos de talleres, sin embargo, el proyecto no prosperó.
A principios de 2013 y ante el creciente incremento de mujeres que ingresaron al mundo del delito y, como respuesta a la intimación, desde el Ejecutivo se anunció el traslado al Centro Juvenil Santa Rosa, donde actualmente se aloja a los niños y adolescentes en conflicto con la ley penal. Si bien en el lugar se levantó un muro para separar a los “huéspedes”, la obra no concluyo.
En definitiva, veintiséis mujeres viven en solo seis celdas de una comisaría que funciona como cárcel.

Sin comisaría desde el 2011
Tras la denominada tragedia de Alcaidía, ocurrida en setiembre de 2011, la Justicia tuvo que optar en muchos de los “menores” y algunos no tan “menores” en dejar en libertad a las infractoras o bien, otorgarle un arresto domiciliario. Es que en el edificio de avenida Colón y Mendoza no solo se alojaba a los chicos en conflicto con la ley penal, sino también a las mujeres que cometían algún tipo de delito. Allí era el “filtro” que determinaba si la acusada regresaría a su casa a esperar el juicio o bien sería trasladada al Correcional por la gravedad de delito. Sin embargo, actualmente, en uno de los sectores de la Alcaidía -el ala sur donde ocurrió la tragedia está cerrada por la Justicia- se aloja a las mujeres procesadas, quienes por falta de espacio fisico en el Correcional, no son trasladadas allí, pese a que los delitos cometidos son contra la vida -homicidio-.

Sin lugar para alojamiento
El Servicio Penitenciario de Miraflores fue inaugurado en el año 2007. Si bien en aquel momento se anunció que el alojamiento sería para 560 personas, las autoridades dijeron  luego que era solo para 523. Hoy, seis años después de su puesta en marcha, el lugar colapsó y su capacidad operativa fue superada.
El imponente edificio cuenta con doce hectáreas de construcción y está distante a 30 kilómetros al sur de la ciudad capital, en el vecino departamento Capayán. La estructura edilicia, que alberga a casi 600 personas y los beneficios con que contarán los reos, no solo les permitirán vivir mejor sin hacinamiento -pero ocurre en la actualidad- sino también perfeccionarse en oficios que al momento de recuperar su libertad les servirán de llave para reinsertarse a la sociedad.

La población carcelaria en porcentajes
Condenados
* Delitos contra la propiedad: 37 %
*Contra la integridad sexual: 33 %
*Contra la vida (homicidio, lesiones) 24
* Federales: %

Procesados
*Delitos contra la propiedad: 40 %
* Contra la integridad Sexual:  13 %
*Contra la vida (homicidio, lesiones): 18
*Federales: 29 %

Los beneficios y las salidas
Es cierto que durante las horas del día, en el edificio de la cárcel, no están los 561 internos -de los cuales solo el 47 % aproximadamente depende del Juzgado de Ejecución-, ya que algunos de ellos gozan con beneficios como la salida transitoria, que es el primer paso para la salida laboral. Sin embargo, todos deben regresar al penal y pasar allí la noche. Las fuentes consultadas indicaron que son casi 70 los internos -quienes ya cumplieron la mitad de la condenada- que gozan del beneficio de la salida transitoria, que consiste en una salida al mes. Luego le siguen en menor proporción los internos que dejan el penal para ir a trabajar, y solo un 5 % sale para ir a estudiar en la facultad.

 

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