El Poder Ejecutivo provincial –a través de la Policía y el nuevo Ministerio de Seguridad– responde como agente preventor del delito a la demanda social que pide que se luche contra la denominada “inseguridad”, término que se refiere a la comisión de ilícitos, en especial a robos en las viviendas y hurtos callejeros.

Así, ante el reclamo justo de los ciudadanos que viven intranquilos, la Provincia respondió en los últimos años con el incremento de policías en la calle y con detenciones “preventivas”. En 2008, la cantidad de agentes era casi la mitad de la que hay hoy: pasó de 12 a 20 mil. Y las aprehensiones basadas en el Código de Faltas aumentaron 152 por ciento: en 2008 hubo 15 mil mientras que en 2010, 37.900, sólo en la ciudad de Córdoba.

Las autoridades justifican ese proceder con frases como las dichas por Carlos Caserio cuando era ministro de Gobierno de la anterior gestión: “La gente te pide por favor que le pongas un patrullero en la plaza” y “no hay otro modo de defenderse que no sea con el código”.

A la vez, la voluntad de modificar el Código de Faltas surge como respuesta a otra demanda social basada en que las normas incluidas en él y la aplicación que se hace de ellas ponen en juego derechos fundamentales, como el de la libertad personal y de tránsito, a la igualdad y a la no discriminación, entre otros que se menoscaban cuando se detiene a los ciudadanos en muchos casos de manera arbitraria.

El objetivo del debate que se viene en la Unicameral es pensar, entonces, en formas de enfrentar el delito que respeten los derechos de todos los ciudadanos y superar la visión de la supuesta existencia de “unos” y “otros”, existencia esta que no es compatible con un Estado de derecho.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/superar-vision-unos-otros