Las luces de los despachos de los tribunales penales estaban apagadas, con excepción de una de las salas de juicio oral. Eran las 21.42 del lunes cuando el prosecretario de la sala V de la Cámara Penal, Víctor Salandro, leyó la decisión de los jueces: el comisario retirado Jaime Ledesma fue hallado inocente de la privación ilegítima de la libertad de un adolescente, ocurrida en 2004, cuando era el jefe de la seccional 3ª.

Distinta fue la suerte de Miguel Ángel Alanis y Benjamín Villalba, quienes fueron condenados por falsificación ideológica de instrumento público. Alanis, además, fue la persona que le pidió una coima al abuelastro del adolescente detenido, de acuerdo a la consideración de los camaristas Emilio Páez de la TorreJuana Juárez y Dante Ibáñez. La condena es de prisión condicional, por lo que si mantienen su buena conducta, ninguno de los dos irá a la cárcel.

El caso por el que fueron juzgados los tres policías ocurrió el 26 de febrero de 2004. Silvio, que tenía 17 años, fue detenido en la calle y llevado a la seccional 3ª aproximadamente a las 5. El abuelastro del menor, Ramón Robles, recibió un llamado a su casa a las 5.15, donde le pedían que vaya a la comisaría porque un familiar suyo estaba preso. La existencia del llamado quedó corroborada por un informe de la empresa telefónica.

Robles declaró en el juicio oral que un policía le pidió en la comisaría $ 200 para dejar a Silvio en libertad. El abuelastro le había respondido que no tenía ese dinero y que debía hablar con la madre del menor. Para los jueces, ese policía era Alanis, por lo que también lo condenaron por tentativa de exacciones ilegales.

A las 9.30 de ese día, Villalba redactó un acta de detención en la que constaba que el adolescente había sido detenido media hora antes por desorden en la vía pública, y aseguraba que tenía 18 años. Los datos se los había dictado Alanis, de acuerdo a la declaración que dio en el juicio oral.

Alanis culminó su carrera policial y se retiró como comisario principal. A los jueces les contó que llegó a ser jefe de la Brigada de Investigaciones Oeste y del Área Investigativa de la seccional 6ª. «Nunca me denunciaron por pedir plata, salvo en este caso», dijo. Los camaristas lo condenaron a tres años de prisión condicional.

Por su parte, Villalba fue sentenciado a dos años de prisión condicional por haber labrado el acta falsa. El fiscal de Cámara Carlos Sale había pedido seis años para Alanis y cuatro para Villalba, todas de cumplimiento efectivo.

Por su parte, el abogado José Luis Chaván (representó a Villalba) y los defensores oficialesGuillermo González y Nilda González de Escobedo (por Alanis y Ledesma, respectivamente), pidieron la absolución.

El jefe de la comisaría 

Según quedó registrado en el libro de la seccional 3ª, Ledesma se había retirado a las 0.20 y llegó regresó pasadas las 8 del 26 de febrero de 2004. El comisario retirado comentó que el segundo jefe de la dependencia ya le había informado a esa hora de la detención del adolescente, y que todo estaba documentado.

La madre del menor (que falleció en 2005), había declarado en la instrucción que había llegado a la comisaría con la partida de nacimiento de su hijo, y que los policías le habían pedido $ 300 para liberarlo.

A la noche, la fiscala Adriana Reinoso Cuello llegó a la comisaría y descubrió que Silvio no estaba en el listado de detenidos de la dependencia. Por eso le había imputado a Ledesma la privación ilegítima de la libertad, de lo que ayer quedó desvinculado.

Alanis ya se retiró de la Policía, por lo que si no comete ningún delito en estos tres años la condena no modificará su situación. En cambio, Villalba podría ver afectada su continuidad en la fuerza, ya que actualmente trabaja en la Policía Vial de la Regional Oeste.

 

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