El Gobierno de la Provincia ya inauguró nueve de las 19 nuevas comisarías anunciadas en el llamado “Plan de modernización de inmuebles de la Policía de Córdoba”. Los vecinos de esos barrios de la capital provincial sostienen que la inseguridad no disminuyó desde la instalación de los destacamentos, aunque admiten que es beneficioso tenerlos cerca, para hacer denuncias y trámites judiciales.

El 5 de mayo de 2010, el gobierno de Juan Schiaretti anunció la construcción de 19 nuevos edificios de comisarías, de los cuales 10 se creaban y el resto reemplazaba a los ya existentes (siete son relocalizados en otros predios).

El anuncio fue realizado en el marco del Plan Integral de Seguridad que, además de incrementar de 22 a 32 la cantidad de comisarías en la ciudad de Córdoba –achicando así las jurisdicciones de las comisarías más grandes–, tenía como objetivo incrementar la cantidad de efectivos y móviles policiales (ver gráfico).

La primera inauguración que realizó el entonces gobernador Schiaretti fue tres meses después de los anuncios, el 19 de agosto de 2010: la Comisaría 18ª en Villa El Libertador. Luego le siguieron ocho más, la mayoría inauguradas en 2011.

Muchas eran un pedido histórico de los vecinos de diferentes barrios que solicitaban mayor presencia policial en sus zonas. A dos años de la primera comisaría inaugurada, los vecinos hicieron un balance.

Todo sigue igual. Consultados los referentes barriales de las comisarías inauguradas, la mayoría de los presidentes de los centros vecinales sostienen que, si bien están contentos con la instalación de los destacamentos, falta presencia policial en las calles.

La presidenta del centro vecinal de barrio Müller, Marta Funes, sostuvo que le parece positivo el funcionamiento de la Comisaría 5ª bis, pero que aún falta mayor control. “Un poco ha cambiado la zona, porque la gente tiene más a mano la comisaría por cualquier trámite, pero la seguridad sigue a medias. Me gustaría que hubiera un poquito más de vigilancia a la noche y en las paradas de colectivos, como en Pedernera y Monteagudo”.

Graciela Martínez es la actual normalizadora del Centro Vecinal de Villa El Libertador. También se queja de la falta de policías que recorran el barrio: “Nunca me pudieron dar un adicional ni poner personal para custodia en el Centro Vecinal, sabiendo que era peligroso. Volvió el comisario anterior, ya que los vecinos y comerciantes no estaban conformes; ahora hay más policías en la calle”.

En Alto Verde, Graciela Ramos, presidenta del Centro Vecinal, se suma a quienes sostienen que en materia de seguridad nada cambió, aunque admite que hay mayor presencia policial. “Se ve pasar un poco más a los móviles y las dos motos que tienen. Pero la inseguridad no baja: siguen robando, se meten cuando la gente entra a su casa, a los que van caminando les roban la cartera o el celular…”.

Por su parte, Omar Villalba –presidente del Centro Vecinal del barrio José Ignacio Díaz 3ª sección– fue muy duro con el funcionamiento de la nueva Comisaría 16ª bis. “Estamos flojos con la seguridad; no ves ni por casualidad un patrullero acá. Hace cuatro meses me acerqué para pedir un infante para los colegios y me dijeron que era imposible, porque tenían dos ubicados en la calle 11 de Septiembre. Hay peleas y robos permanentes”.

Ada Tolosa, presidenta del Centro Vecinal de barrio Parque República, agradece la construcción de la Comisaría 19ª bis, pero solicita que funcione también el área judicial, para poder realizar las denuncias. “Agradezco, porque ahora por cualquier cosita nos comunicamos con la Policía. Lo único que hace falta es que nos traigan la parte judicial”.

El representante del Centro Vecinal de barrio Patricios Oeste, Ramón Silva, dijo sobre la Comisaría 8ª bis: “Insistimos para que vinieran porque esto era zona roja. Luego de la instalación, hubo grandes operativos de control de vehículos y motos, porque había muchos robos de motos. Ahora la zona está más patrullada, aunque sigue habiendo inseguridad. Hay que trabajar más”.

Edificios modernos. Según sostiene el Plan de Modernización de Inmuebles de la Policía de Córdoba, los edificios tienen “características modernas, ubicadas estratégicamente y acordes a las necesidades de funcionamiento de la fuerza”.

Las comisarías ocupan 380 metros cuadrados y están distribuidas en dos plantas. En la baja funciona la policía prevencional y cuenta con guardia de ingreso, atención al público, oficinas de logística y hasta sanitarios para discapacitados. En la planta alta funcionan las oficinas de Policía Judicial.

“Teniendo en cuenta la función de seguridad, cómo se produce y se desarrolla la actividad y cuáles son las necesidades, se las diseñó con circulaciones para usuarios y detenidos y con espacios definidos para el usuario que viene a hacer una exposición policial. Además, los terrenos se seleccionaron amplios para que los vehículos secuestrados queden dentro del predio”, dice la descripción oficial del Gobierno de la Provincia.

No obstante, en un recorrido por los nuevos edificios, se pueden advertir algunos problemas, como la falta de calefacción, ya que aún no hay conexiones de gas. Un problema importante en esta época invernal no sólo para los vecinos que se acercan a realizar trámites sino también para los oficiales que trabajan allí y para los detenidos.

Impacto urbano. Se buscó que los nuevos edificios no fueran un factor disociador de la imagen urbana y que se integren y mejoren la imagen de la ciudad.

Algunos vecinos sostienen que los nuevos edificios mejoran el entorno del barrio por crear una sensación de seguridad y en materia de limpieza, ya que muchos fueron construidos sobre terrenos abandonados. No obstante, reclaman más iluminación, no sólo para la calle del destacamento sino también en el barrio. Marta Funes, de barrio Müller, dijo que “alrededor de la Comisaría 5ª bis falta iluminación y asfalto”.

Para Graciela Martínez, de Villa El Libertador, “la calle de la comisaría sí cambió para mejor, pero el Centro Vecinal está a dos cuadras, sobre un pasaje cruel”.

“La zona se ve mucho mejor, ya que era un lugar oscuro y peligroso. Ahora, al menos, está iluminada”, dijo Graciela Ramos, de Alto Verde.

Omar Villalba, de José Ignacio Díaz 3ª sección, explicó que “el ingreso hacia la comisaría está mal hecho, porque la calle es intransitable”.

Ada Tolosa, de Parque República, también se quejó por la falta de iluminación.

Ramón Silva, de barrio Patricios Oeste, reconoció que “desde que está la comisaría, muchos negocios se animaron a abrir y urbanizar la zona”.

Puntos de vista

Natalia Ficarra, barrio Alto Verde: “Mi hijo va a la escuela de al lado y hay un poco más de control a la salida del colegio desde que está la comisaría”.

Julia Irusta, barrio Alto Verde: “Dos cuadras para abajo de la comisaría, ya no hay luz y es muy inseguro; no cambió mucho la situación”.

Luis Ángel Fanloo, barrio Villa El Libertador. “La zona fue mejorando por la comisaría nueva, está bastante más tranquila y, como era un baldío, robaban mucho acá”.

Natalia Miranda, barrio Alto Verde: “No cambió nada desde que está la nueva comisaría; la zona es muy peligrosa y no veo patrullas en las calles”.

Valeria Luccini, Santa Isabel 2ª sección: “Estoy contenta porque vine y me atendieron rápido y me orientaron con mi trámite. La zona es mucho más segura que mi barrio, Santa Isabel 2ª Sección. He ido a otras dependencias policiales y no te atienden bien”.

Más información

 Un problema estructural

 

fuente http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/mas-comisarias-no-trajeron-mas-seguridad