Los organizadores de la Séptima Marcha de la Gorra, realizada el miércoles pasado en la ciudad de Córdoba, repudiaron los actos de un grupo de personas no identificadas que realizaron pintadas ofensivas en la Catedral y rompió algunas vidrieras del Centro.
“Repudiamos los actos violentos ocurridos”, resaltaron los organizadores en un comunicado. Además, aclararon que se trató de un grupo aislado que “aprovechó la impunidad que les da la masa para no respetar los consensos previos” de la movilización.
Así, el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos explicó que la marcha es una construcción colectiva de más de 50 organizaciones que se planifica y realiza desde hace siete años. “Durante estos dos últimos meses (la mesa organizativa) llegó a un acuerdo de modos y forma de participación pacífica”, aclararon.
Es más, aseguraron que hicieron “todo lo posible para detenerlos (a quienes realizaron las pintadas)” y que los denunciaron en ese mismo momento a través del micrófono.
Oscar Arias, al frente de la Fundación La Luciérnaga, manifestó que las pintadas fueron “un error”. Quienes lo hicieron “boicotearon la consigna que era manifestarnos sin violencia”, agregó. Sin embargo, se ofreció a concurrir junto a integrantes de La Luciérnaga a reparar los daños en el edificio histórico.
El miércoles se realizó la séptima y más convocante Marcha de la Gorra, en la que participaron miles de personas. La movilización se realiza cada año como crítica al vigente Código de Faltas.
El Código de Faltas es una ley provincial que permite a la Policía detener a un ciudadano mientras comete alguna de las contravenciones que enumera. Se critica que su aplicación es arbitraria y que se usa para cercenar la libertad de jóvenes de barrios menos acomodados. Además, se le reprocha contener normas inconstitucionales, como la figura del merodeo.
Defensa oficial
En tanto, como ya había adelantado este diario, el jefe de bloque de Unión por Córdoba, Sergio Busso, defendió el Código de Faltas, se mostró dispuesto a discutir algunas modificaciones, pero ratificó la importancia de mantener la figura del merodeo.
Busso dijo que su bloque está dispuesto a seguir conversando y que las detenciones deben darse sólo “en casos extremos”. Definió al Código de Faltas como “una herramienta importante” y aseguró que la figura del merodeo sirve para el combate contra la inseguridad.
Además, indicó que a la Policía no le conviene que haya muchos detenidos porque se trata de un problema, pese al reclamo de distintas organizaciones que denuncian que los apresamientos son masivos, discriminatorios y sin fundamentos.
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