EL DATO:
Tras la reestructuración, el Servicio Penitenciario tiene a su cargo las unidades carcelarias y de dos comisarías, donde albergan a menores de edad.

En una celda de menores ubicado en la Comisaría Séptima de la capital correntina se produjo en horas de la noche del sábado una revuelta que se pudo frenar a tiempo. Una funcionaria policial que intervino para que los revoltosos no ganen terreno sufrió fuertes dolores en el brazo como consecuencia de los forcejeos. Los internos actuaron rebeldes luego de que la guardia sacó a uno de los menores que hacía pocos días ingresó al lugar, donde era sometido a diferentes trabajos domésticos ordenados por el “cabecilla” de la celda. Es por ello que el interno fue separado y ubicado a otra celda.
No fue el único incidente en una unidad carcelaria. En la Unidad Penal Nº 2, celda de menores, uno de ellos tras regresar del Hospital de Salud Mental quemó un colchón y la guardia actuó de manera rápida logrando sofocar el foco ígneo.
De acuerdo a las primeras averiguaciones el incidente ocurrió el sábado en horas de la noche en una celda que alberga a menores de edad en la Comisaría Séptima, ubicada en el barrio Mil Viviendas, cuando los internos obligaban a otro que hacía pocos días fue alojado en el lugar a realizar trabajos “domésticos” como ser lavar ropas, barres y otras tareas.
La guardia al percatarse de lo ocurrido retiró al menor para reubicarlo en otra celda. La reacción de los demás reclusos fue casi inmediata mostrando su disconformidad al entender que se trataba de un privilegio. En actos de rebeldía comenzaron a insultar al personal, patear las rejas y provocar disturbios de menor consideración. Es así que los reclusos lograron abrir las rejas y antes de ganar más terreno la guardia tuvo que intervenir. Mediante forcejeos y empujones se controló la situación, pero una funcionaria policial sintió fuertes dolores en el brazo derecho producto de los incidentes.
“No hubo internos ni personal lesionados y la situación fue controlada a tiempo”, dijo ayer en comunicación con El Litoral el jefe del Servicio Penitenciario inspector general Hugo Molina.
Por otra parte, en la Unidad Penal Nº 2 “General San Martín”, ubicado junto al Penal Nº 6 de la localidad de San Cayetano, un menor prendió fuego un colchón luego de ser trasladado al Hospital Psiquiátrico “San Francisco de Asís” por orden del la jueza de Menores Rosa Esquivel Iglesias.
El incidente ocurrido hace pocos días no pasó a mayores y tras un rápido accionar de la guardia se pudo sofocar el foco ígneo.