Luego de que el gobierno de Pulti denunciara la aparición de una “organización” dedicada a “apropiarse” de la basura recuperable -que desde hace una semana se debe depositar en bolsas verdes- e instruyera operativos de control para evitar el accionar de esas personas; el concejal Mario Rodríguez pidió “racionalidad” a los funcionarios al entender que “es inadmisible estigmatizar a ciudadanos que buscan su sustento de manera lícita, en un marco preocupante de aumento de la desocupación y la pobreza”. Y aseveró: “La gestión municipal tuvo años para prevenir estas consecuencias, e implementar una solución alternativa, pero no lo hizo”. A raíz de la aparición de una “organización” abocada a la “recolección clandestina” de residuos, el gobierno municipal ordenó una serie de operativos -en los que interviene la Dirección de Tránsito de la Comuna, junto al Ente de Obras y Servicios Urbanos y la Jefatura Interior Sur de la Policía- y desde hace algunos días se realizan controles en las calles de la ciudad para interceptar a aquellos vehículos que transporten material recuperable, ahora fácilmente detectables porque deben ser depositados en bolsas de color verde. Frente a esa decisión del intendente Pulti, el concejal de la UCR, Mario Rodríguez, advirtió este sábado que “resulta preocupante la liviandad con la que se trata el tema, por parte de las autoridades municipales, sin ir al fondo del problema”. “Según informes recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en Mar del Plata el índice de desocupación se ubicó al término del primer trimestre de 2012 en el 8,1% contra el 7,8% de igual período del año pasado. El cierre del viejo predio de disposición, ha dejado a más de 400 familias que vivían de la recolección de residuos, en condiciones indignas por cierto, ante la certidumbre de quedarse sin el sustento diario”, expuso el edil. En ese sentido, subrayó que “el gobierno municipal tuvo años para prevenir estas consecuencias, e implementar una solución alternativa, pero no lo hizo”. “Ahora -criticó- la solución parece pasar por poner a la polícia a perseguir autos y camionetas con bolsas verdes, desatiendo su función central que es el cuidado de la seguridad”. Y enfatizó: “Resulta imprescindible el aportar una cuota de racionalidad a una pléyade de funcionarios que han perdido el rumbo, y hacerles entender que es inadmisible estigmatizar a ciudadanos que buscan su sustento de manera lícita, en un marco preocupante de aumento de la desocupación y la pobreza”. “Criminalizar la pobreza es inaceptable”, sentenció.

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