Una ONG denunció que presos de la cárcel de Batán son víctimas de trabajo esclavo en emprendimientos privados que funcionan dentro de la unidad penitenciaria.

La «Asociación de Pensamiento Penal», que calificó a Batán como una «cárcel-fábrica», denunció que allí los detenidos eran sometidos a trabajos privados, con sueldos que no llegan a los 600 pesos y sin ninguna clase de aportes previsionales.

La presentación fue hecha en la Delegación Regional de Mar del Plata del Ministerio de Trabajo bonaerense en base a los dichos de los propios presos que la ONG recogió en una visita a la cárcel.

Según la denuncia, en la cárcel «se han instalado al momento no menos de diez emprendimientos privados, previa autorización de las autoridades del Servicio Penitenciario, que contratan como mano de obra a personas privadas de su libertad alojadas en ese complejo».

En ese marco, dijeron que hay «una empresa panificadora, una empresa de calzado industrial, una de fabricación de hornos industriales, una dedicada a la pescadería, una lavandería industrial, una blockera, una trituradora de tomates y otra destinada a la confección de cajones para verduras y pescados».

Los puestos de trabajo son ocupados por detenidos que cumplen jornadas de 8 a 10 horas «pero reciben como contraprestación por su trabajo sumas que en ningún caso superan los mil pesos mensuales», añadió la ONG y remarcó que «en algunos casos sólo llegan a 600 pesos, sin contar con ninguno de los derechos previstos para los trabajadores en la Ley de Contratos de Trabajo (horas suplementarias, aguinaldo, vacaciones)».

«La entrevista personal con los trabajadores allí contratados puso en evidencia que los mismos reconocen que el trabajo no se remunera de manera digna ni mucho menos, pero que no tienen más alternativa que aceptar la oferta debido a la necesidad ineludible de los mismos de recibir unos pocos pesos para poder acercar a sus familias en el medio libre», sostuvo el escrito.

La ONG señaló que la Ley de Contratos de Trabajo se aplica para todas las personas por igual por lo que «no hay distingos de ningún tipo respecto a la condición de privado de la libertad o no del empleado».

También consideró que «no existe argumento alguno que convalide o permita que en el contexto de encierro se instalen emprendimientos privados que contraten mano de obra a la que sometan a un régimen completamente ilegal de dependencia laboral, más aún, aprovechando una situación de vulnerabilidad estructural de los mismos».

La denuncia fue presentada por el presidente de la Asociación de Pensamiento Penal, Mario Juliano, y el secretario, Nicolás Laino, en base a exposiciones de los detenidos en la cárcel.

También adjuntó un acta de inspección de diciembre que realizó el juez de Garantías de Mar del Plata, Juan Tapia, donde constan los emprendimientos privados.

«Las empresas privadas allí funcionando poseen verdaderos complejos industriales con maquinarias y salones individuales con un alto nivel de producción (la panificadora genera dos mil quinientos kilos diarios de productos), con más de diez empleados por turno en cada caso, pero siempre con salarios humillantes», advirtió la entidad.

Fuente: http://www.lacapitalmdp.com/noticias/Policiales/2012/02/19/209530.htm