La única jueza del Superior Tribunal de Justicia de Salta, Susana Kauffman, denunció que sufrió discriminación de género por parte del resto de los miembros de la Corte provincial: en un acto inédito, le impidieron designar a la secretaria letrada que propuso como colaboradora personal, cuando es una prerrogativa de cada ministro elegir a la persona que desempeñará ese cargo. “Me impusieron el poder patriarcal de la Justicia. Era mi derecho elegir a quien quería”, señaló Kauffman en diálogo con Página/12. La jueza denunció el hecho ante la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Nación, que encabeza Carmen Argibay, actualmente con licencia médica. Y también en la Cámara de Diputados de la provincia, donde el tema fue tratado por distintos legisladores en la sesión del martes. “Es lamentable lo que pasa en el Superior Tribunal de Justicia, donde la única jueza tiene que verse sometida a la voluntad de la mayoría masculina”, advirtió la diputada del Frente Democrático Liliana Mazzone. Organizaciones y referentes del movimiento de mujeres local salieron a repudiar el episodio y expresaron su apoyo a la magistrada.

La jueza Kauffman tiene casi 39 años de trayectoria en la Justicia. Se incorporó a la Corte salteña a partir del 21 de marzo. Los otros seis integrantes son varones. “Es claramente discriminatorio lo que ocurrió”, consideró Kauffman en declaraciones a este diario. Su denuncia será investigada en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. Kauffman es la representante en Salta de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Nación y está a cargo de la Oficina de Violencia Doméstica del Superior Tribunal. Es la tercera mujer que accede al máximo tribunal en la historia de la provincia.

Las diputadas Virginia Cornejo, del Partido Propuesta Salteña (PPS), y Liliana Mazzone, del Frente Democrático, también repudiaron la situación de discriminación de género que denunció la jueza. Kauffman quiso designar como secretaria personal –o asesora letrada– a María Victoria Mossman, una abogada con reconocida carrera en el Poder Judicial y militante por los derechos de las mujeres y el medio ambiente. Actualmente es secretaria de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial. Pero cinco jueces del Superior Tribunal (el sexto está con licencia) le impidieron la designación. “Hasta me sometieron a una reunión de Corte y me rechazaron el nombramiento”, detalló Kauffman. La jueza pidió que quedara registrado por escrito el veto, pero no lo hicieron. Cada ministro de la Corte tiene un asesor letrado, que es una persona de su confianza. Y está en su derecho elegirlo.

El punto de conflicto con Mossman es también muy discriminatorio: se le objeta ser la esposa de un abogado que firmó algunos años atrás un recurso de amparo junto a otros 195 letrados de Salta en contra de la designación en la Corte de uno de sus actuales integrantes, Gustavo Adolfo Ferraris, explicó Kauffman. “Este hecho también resulta altamente discriminatorio al no considerársela en forma personal como sujeto de derechos, calificándola en forma expresa en reunión de Corte como ‘accesorio’ del marido”, señaló a este diario Violeta Carrique, presidenta de la Comisión de la Mujer de la Universidad Nacional de Salta, y miembro de la Multisectorial de Mujeres de la provincia. “El hecho atribuido al esposo de Mossman ocurrió con motivo de la cuestionada designación del doctor Ferraris como juez de la Corte, cuando el Colegio de Abogados de Salta interpuso un recurso de amparo por la supuesta ilegitimidad de esa designación”, detalló Carrique.

“El doctor Ferraris se viene excusando con los/as abogados/as que firmaron el amparo; sin embargo, ahora se revela que el encono trasciende lo ajustado a derecho, para situarse en el mal uso objetivo del poder por la ira subjetiva”, indicaron desde la Multisectorial en un comunicado.

“Lamentablemente, Mossman tiene portación de apellido, está casada con un abogado que planteó un amparo contra la designación como juez de la Corte del doctor Gustavo Ferraris”, enfatizó la diputada Mazzone. “Si una jueza de la Corte de Justicia como Susana Kauffman tiene que ser víctima de estas cosas qué le queda al ciudadano común”, se preguntó la diputada del Frente Democrático. “Se vive una grave inseguridad jurídica en Salta donde las mujeres fueron siempre puestas como secretarias para que trabajen y los señores jueces firmen los fallos y las sentencias”, manifestó Mazzone. “Se configura así, además de un doble acto de discriminación por género, un claro abuso de poder. La gravedad de la situación planteada justifica ser denunciada, porque si una jueza de la máxima instancia del Poder Judicial provincial es avasallada de tal forma en el ámbito de sus decisiones, qué cabe esperar para las/os justiciables y para la sociedad en general”, concluyó Carrique.

 

fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-197494-2012-06-29.html