Se trata de dos reconocidos letrados de Puerto Madryn y Trelew. Aseguraron que es alarmante la baja cantidad de sentencias, al igual que las investigaciones de los fiscales. También cuestionaron el alto nivel de los salarios.

Los doctores Daniel Gómez Lozano y Luis López Salaberry.
El presidente del Colegio de Abogados de Puerto Madryn, Daniel Gómez Lozano y el abogado penalista de Trelew, Luis López Salaberry calificaron duramente al Poder Judicial del Chubut al decir no sólo que está jaqueado, sino que el Superior Tribunal de Justicia de la provincia, sentenció sólo 8 causas en el último ejercicio en el fuero civil. A su vez, sostuvieron que el 90% de de las causas que se denuncian, sólo se investigan el 10% y sólo el 2% llega a un juicio oral.

Las aseveraciones fueron realizadas por los dos prestigiosos abogados y fueron efectuadas en el programa «El Día G» que conduce el periodista Esteban Gallo por la señal del Canal 3.

Referente a los sueldos de los magistrados, el doctor Luis López Salaberry enfatizó que «no sé cuanto van a cobrar, porque los sueldos en el Poder Judicial tienen varios vericuetos, que no sólo es lo que se puede generar en el presupuesto, sino últimamente en lo que se puede generar en una sentencia a partir de los amparos que se han presentado a una supuesta media salarial que debería haber en la región patagónica. Y parecería que esa cuestión llevó a una preocupación de los empleados judiciales por la ley de porcentualidad en donde le correspondería el aumento y que llevó a movilizaciones, paros y a un servicio que se encuentra jaqueado».

Sin embargo, dijo que «en última instancia, el sueldo no es la cuestión más importante dentro del Poder Judicial. Lo más importante es que no se está brindando un servicio con eficiencia y como corresponde. Que un juez gane más o gane menos sería evadirnos del tema central de lo que está pasando en el Poder Judicial, como la resolución de cuestiones en donde se hacen valer derechos y obligaciones de los ciudadanos», pero que «desde el punto de vista presupuestario, no sé dónde vamos a ir a parar porque el presupuesto no lo genera una sentencia, sino los ingresos».

Ocho sentencias

Por su parte, el titular saliente del Colegio de Abogados de Puerto Madryn, Daniel Gómez Lozano, dijo sentirse preocupado por el presupuesto judicial. «Hay un aumento sustancial del salario, el pago de un retroactivo importante y el enganche de los empleados a esos sueldos y los posteriores reclamos de los jubilados. Así, no hay presupuesto que resista».

«No obstante ello -aseveró-, nos da la posibilidad de exigirle a los ministros del Superior Tribunal de Justicia (STJ), a jueces y magistrados un compromiso diferente.

El año pasado, la sala civil del STJ tuvo 8 sentencias de casación y en el 2009, sólo 9. Estos jueces, que van a cobrar 55.000 pesos por mes, deberían trabajar en forma acorde al sueldo que van a percibir, porque este número de sentencias es muy bajo a nivel nacional», remarcó el abogado.

Asimismo, añadió que «a todos los profesores de Derecho Procesal que vienen, les comentamos sobre el número de fallos y quedan alarmados. Si bien se reconoce que en las sentencias hay una buena calidad técnica-jurídica, se asombran que sean 6 u 8 los fallos por año».

«Un cuerpo colegiado que dicta 8 sentencias al año es muy caro», sentenció.

Baja calidad

En ese mismo sentido, López Salaberry denunció que «hemos bajado la calidad de las sentencias en el Poder Judicial del Chubut, que se ha nutrido, supuestamente, de gente muy valiosa desde el punto de vista académico o doctrinario, pero que ha ido perdiendo calidad a la propia sentencia que dicta».

«Tenemos sentencias contradictorias hasta de un mismo caso. Y también ha descendido la calidad de las sentencias en los juzgados inferiores y que ha ido distorsionando todo el sistema», afirmó para expresar que «los jueces sólo piensan hacer buenas sentencias cuando hay observadores críticos de sus sentencias y en Chubut, lamentablemente, eso no sucede muy a menudo, si no deberían ponerse colorados».

«Además, el juez tiene una situación de privilegio. No paga impuesto a las ganancias y no rinde cuentas a los organismos de control. Eso no puede seguir, como tampoco tener jueces, que la mayor parte del tiempo están en congresos, fuera de la provincia y nosotros necesitamos jueces de tiempo completo en la provincia, sostuvo luego el abogado penalista trelewense.

Fiscales

Referente a la función de los fiscales, Gómez Lozano informó que «hay una estadística que dice que el 90% de los delitos que se denuncian no se investigan y que sólo el 2% llegan a juicio oral».

Dentro de ese marco, precisó que «el fiscal tiene mucho poder hoy y eso no es hablar mal de los fiscales, donde existe gente capaz y honesta, pero la estructura legal de la fiscalía le permite un amplio margen de discrecionalidad que puede ser peligroso si fuesen corruptos», como «tampoco vemos programas de trabajo coherentes que se desarrollen a lo largo del Ministerio Público Fiscal y que obligue a tener niveles de eficacia mayores de los que tienen».

«Es muy difícil decir que de cada 10 delitos, 9 no lo investigamos porque lo consideramos nimiedades. ¿Qué parámetros utilizan para eso?, se preguntó Gómez Lozano, para responder que «no hay un parámetro legal. Sólo hay una valoración individual y eso es peligroso, aunque no es un resorte de la fiscalía, sino que se le ha escapado al sistema».

Más severo fue López Salaberry al hacer hincapié en que «los fiscales están fallando mucho», aunque «primero está fallando el Consejo de la Magistratura».

«Hay que saber elegir un fiscal -resaltó-, porque tienen que tener una preparación muy especial y los nuestros no la tienen. Y es clave la escuela de capacitación judicial, que no la debería manejar el STJ, sino el Consejo de la Magistratura, para que allí exista un trabajo de aprendizaje de investigación y manejo del personal policial, porque nuestros fiscales no saben manejar a la policía».

Por último, destacó que «el fiscal tiene que estar en la calle y no encerrado en una oficina y hoy tenemos fiscales que ingresan a las 7,40 y se van a la 12,50 y a la tarde no hay nadie, como si el delito no existiera en otro horario que no fuera el matutino».#