Nunca estuvo en sus planes ser juez. Si le ofrecieran ser asistente de un equipo de fútbol internacional, Leopoldo Bruglia, a sus 57 años, aceptaría encantado. Él hubiera querido estudiar Ciencias Políticas, pero alguien le recomendó Derecho por la salida laboral. Y aceptó. Este año cumple veinte años como integrante del Tribunal Oral Federal N°4 de Comodoro Py. Su debut fue en el juicio a los responsables del último levantamiento carapintada del 3 de diciembre de 1990, comandado por Mohamed Alí Seineldín. Desde noviembre de 2012, es también el juez subrogante en la megacausa ESMA, que cuenta con más de 700 testigos. En ese caso, es en el TOF N°5.

Bruglia habla rápido y le gusta escuchar, una característica poco usual de los jueces. También prefiere las palabras sencillas a las difíciles, otra singularidad difícil de encontrar en el ámbito judicial.

Hijo de una profesora de matemática y de un empleado público, no recuerda que se hablara de política en su casa de Caballito. Tampoco lo hacía con sus amigos del club de sus amores, Ferrocarril Oeste. “Ahora no lo sigo tanto”, reconoce. No estuvo nunca en la comisión del club. Mira fútbol internacional, las ligas europeas. Dice que no le gustan los partidos de la primera división argentina.

A los 18 años empezó como meritorio en el fuero civil de Tribunales, en 1974. «Estuve muchos años en fuero civil. Sigo teniendo amigos de esa época. Ya de viejo, terminé siendo capitán en el equipo de fútbol. Pero ya no juego más».

Estudió Derecho en la UBA durante la dictadura. Años complicados para transitar una carrera universitaria. Por eso rindió casi todas sus materias de manera libre. Quizás por eso no tenga profesores referentes ni nadie a quien recordar con admiración de aquellos años. Bruglia era de los estudiantes que se sentaban en el fondo. Quería pasar desapercibido y no llamar la atención. Sin ningún bochazo en la carrera –tenía que estar muy seguro para rendir un examen- se recibió de abogado en 1983. En ese entonces ya estaba en el fuero federal.

Con el advenimiento de la democracia, se entusiasmó con la apertura política. Participó de marchas, actos políticos y trabajó para la campaña de Raúl Alfonsín. Tiempo después empezó con el descrédito. Se decepcionó de los políticos. Hizo carrera hasta llegar a secretario del fuero federal, pero en 1988, con la crisis inflacionaria que azotaba al país, Bruglia sintió que no podía sostener a su mujer y a sus dos hijas con su sueldo de entonces.

Empezó a trabajar en la actividad privada. En una empresa de ahorro previo ejerció como abogado laboral y comercial. “Me fue bien. En un año y pico hice muy buena carrera, pero no me pude acostumbrar. No me gustaba. Muchos días llegaba a mi casa y me tomaba un whisky, y yo no soy de tomar. Llegaba destruido, histérico. Después de muchos años uno ya tiene una formación de la justicia, donde la cosa pasa por lo que corresponde y en el ámbito privado no siempre es así”.

Renunció y se fue al estudio jurídico de un amigo. A la vez trabajó medio tiempo en el Ministerio de Salud y Acción social hasta que logró tener su propio estudio. Con la creación de los juicios orales en los ‘90, se abrieron decenas de cargos para jueces. Un asistente de Bruglia le sugirió inscribirse para el cargo, pero entonces no tenía intención de volver al Poder Judicial. Finalmente, su asistente insistió y lo anotó el último día de la prórroga. Quedó seleccionado.

En una charla distendida con Infojus Noticias se sonríe a cada minuto, mientras toma café. Es fanático del café importado y con su máquina expreso le prepara a cualquiera que lo visite en su despacho. Pero se pone serio y agrava el timbre de voz cuando le hablan del caso LAPA. Quizás su experiencia más tremenda como juez. El 31 de agosto de 1999 en el aeroparque porteño el vuelo 3142 de la aerolínea LAPA se estrelló y murieron 65 personas. Los únicos dos pedidos de juicio político fueron por ese caso, por adelantar y por atrasar el juicio.

Bruglia cree en el darwinismo judicial: “Si un juez quiere sobrevivir y no tener problemas, se tiene que adaptar al medio donde está trabajando. El pensamiento mayoritario de los jueces es cuidarse ellos primero y el resto después. Por eso es importante que los jueces no tengan miedo”. En el caso LAPA no lo aplicó y se jugó por sus convicciones y lo que él creía correcto.

Fue un juicio larguísimo, de dos años. Estuvo descompuesto las dos semanas anteriores al veredicto. El Tribunal Oral Federal N°4 integrado por Bruglia, María Cristina Sanmartino y Jorge Gorini llegó a la conclusión de condenar a dos personas y absolver a tres directivos. El fallo no dejó contentos a muchos y la prensa lo criticó con dureza. A Bruglia le dolió que le gritaran coimero. “Es lo peor que me podrían haber dicho”, dijo. Tiempo después renunció a la Asociación de Magistrados porque –dijo- no se sentía representado.

“Si un juez tiene miedo es peligroso para la República”, dice. Asegura que le da “vergüenza que los jueces no paguen impuestos a las ganancias”. Aunque aclara: “Siempre y cuando nos adecuen el sueldo”.

Se define como un hombre católico. Además del juicio por los crímenes en la ESMA, integra el tribunal que juzga al ex comisario Luis Patti por encubrimiento del ex coronel Jorge Horacio Granada. Cuando el imputado llegó a la sala de audiencia en camilla, Bruglia se acercó y le tendió la mano. “No estamos acostumbrados a esto”, sostuvo.

Es muy cuidadoso de no hacer públicos sus pensamientos políticos. Sí cuenta cómo se informa: se confiesa lector del periódico Perfil y de la revista Noticias. Asegura que sigue las columnas del periodista de Página/12, Horacio Verbitsky, y que lee algunas notas de fondo que le interesan. Utiliza las redes sociales para los afectos y su vida íntima, pero lo que más le gusta es mirar documentales. Hace poco se interesó con la historia y la vida en la India. Quizás porque planea viajar pronto a ese país. Su último viaje fue a Grecia.

Ante cualquier pregunta, Bruglia tiene una respuesta rápida. Pero se queda en silencio si le preguntan por su futuro. Prefiere no pensar demasiado en lo que viene. Y abocarse solo al presente.

 

http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/el-juez-que-dejaria-comodoro-py-por-una-cancha-de-futbol-566.html