Los diputados de la Asamblea Legislativa decidieron ayer, durante la sesión plenaria, trasladar para la próxima semana los dictámenes de la comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, donde se encuentran las reformas al Código Penal. La petición surgió luego de que los legisladores consumieran las horas de toda la tarde, y parte de la noche, en la discusión de la Ley de Medicamentos. El presidente de la comisión de Legislación, el arenero Guillermo Ávila, fue quien solicitó el traslado de los dictámenes, con el fin de “tratarlos detenidamente” en la próxima plenaria.
Entre las reformas al Código se encuentra la reducción de la pena carcelaria máxima, que pasaría de 75 años a 60, debido a una serie de inconstitucionalidades declaradas en 2010 por la Sala de lo Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
En ese sentido, los diputados de dicha comisión de trabajo decidieron reformar el artículo 45 del Código, donde se establece dicha pena. Sin embargo, el partido ARENA señaló que existe una “inconveniencia” en reducir las penas, debido a los niveles de violencia que se viven actualmente; pero que debían acatar el fallo.
El FMLN, sin embargo, argumenta que, de hecho, cuando se establecieron los 75 años hubo un incremento de delitos, hasta la fecha; por lo que el número de años o lo “duro” de las penas no tiene nada que ver en los índices delincuenciales.
A pesar de que los dictámenes ya cuentan con las firmas de aprobación de la propuesta, la bancada del FMLN contaría con una semana más, para intentar conseguir apoyo a su propuesta, de que el número de años se reduzca a 50 y no a 60, como se había acordado inicialmente.
Para los efemelenistas, las penas deben ser razonables. Agregó que “necesitamos tener penas drásticas, pero que se cumplan”. En ese sentido, y con el argumento de la esperanza de vida en El Salvador, los diputados de izquierda aseguran que las seis décadas propuestas siguen siendo “demasiado”.
Margarita Velado, diputada del partido en el Gobierno, hizo énfasis en que el propósito del sistema carcelario no es el simple “encierro”; sino, un espacio donde se le da al privado de libertad un espacio para “readaptarse, para que respete la ley y a su comunidad”.
Con el número de años establecido, los juzgados estarían cumpliendo una especie de cadena perpetua, ya que la esperanza de vida en el país, aunado al número de años, no les permitiría dicho proceso de readaptación social.
Los diputados avalarán la próxima semana esta propuesta, o cualquier cambio en la misma, durante la sesión plenaria; tal y como lo señala el compromiso adquirido ayer por los integrantes de dicha comisión.

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