A través de denuncias radicadas en el ámbito penal y también en los medios de prensa, se pudo conocer al menos media docena de casos en donde diferentes personas, entre adolescentes, mujeres y adultos denunciaron haber sido «picaneados” por miembros de las fuerzas policiales. Estos elementos están prohibidos por el Estatuto Policial y el protocolo de procedimiento de la policía, pero al parecer algunos efectivos los portarían de manera clandestina. El director de Derechos Humanos pediría en los próximos días informes a la secretaría de Seguridad sobre el uso de picanas por parte de los uniformados.
La primera denuncia que trascendió fue la de dos adolescentes de 18 y 19 años, quienes habían salido de un boliche ubicado sobre Avenida Ocampo. Los dos caminaban cuando policías motorizados los pararon y les pidieron que se identifiquen. Uno de ellos traía un porro, pero en vez de comunicar la novedad a sus superiores, habrían decidido «castigarlos”. Así, al que portaba la sustancia lo hicieron ponerse de rodillas y luego comenzaron a «picanearlo”. El joven comenzó a llorar por el dolor. Después de casi media hora les dijeron: «Rajen a sus casas”.
Existen otros ejemplos de jóvenes que fueron abordados en las calles y también «picaneados” por policías que realizaban sus «rondas”. En la mayoría de estos casos, los efectivos tenían sus rostros tapados con pasamontañas.
El caso de las madres artesanas fue sin dudas el que más indignó. Ambas, además de haber sido detenidas de manera arbitraria mientras trabajan sobre Peatonal Rivadavia y llevadas hasta la comisaría Primera, en ese lugar, a una de ellas, quien tiene una criatura de un año y meses y aún le da de mamar, la torturaron con la picana colocándosela en los pechos y también en la vagina.
Según información a la pudo acceder este diario, serían sobre todo los policías de las «nuevas camadas” quienes comenzaron a incorporar el elemento. No obstante, no tendrían autorización para utilizarlo.
Ernesto Castrelos, director de Derechos Humanos de la provincia, al ser consultado sobre la situación explicó que él comenzó a tomar conocimiento a partir de la denuncia de las mujeres. «Estamos totalmente en contra del uso de la electricidad, sobre todo porque no se conocen las consecuencias. En el caso de que una persona sufra problemas cardíacos aplicarle energía podría ser la causa de su muerte. Cuando conocí la denuncia de las chicas me asombré por el uso de esta violencia. Pudo haber sido una tragedia”, manifestó.
En este contexto, explicó que mantendrá una reunión con el secretario de Seguridad de la provincia «para conocer la situación tal cual es y cómo surgió el uso de estos elementos”, dijo.
Modelo de hábeas corpus
Por otra parte, y luego de que las mujeres presentaran un recurso de hábeas corpus preventivo por el temor de que puedan volver a ser detenidas, Castrelos señaló que la presentación fue aconsejada por la Dirección y que, en este mismo contexto y para evitar persecuciones o detenciones ilegales desde el área, se tomaron una serie de medidas preventivas.
«Desde la próxima semana vamos colgar en la página de la Dirección dos modelos de hábeas corpus, uno preventivo y otro correctivo. El objetivo es que la gente pueda bajar el formato y llenarlo con sus datos para luego presentarlo ante las autoridades”, explicó.
El hábeas corpus es una institución jurídica que busca «evitar los arrestos y detenciones arbitrarias», asegurando los derechos básicos de la víctima, algunos de ellos tan elementales como son estar vivo y consciente, ser escuchado por la justicia y poder saber de qué se le acusa.
http://www.elancasti.com.ar/policiales/2015/6/15/elementos-tortura-desde-hace-tres-meses-denuncias-263280.html