El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, se refirió al fallo que ordena al gobierno porteño a garantizarle una solución habitacional a Sonia Quisberth Castro, quien junto a su hijo, que padece una dura enfermedad, se encuentra en situación de extrema vulnerabilidad. Las reflexiones del magistrado fueron realizadas durante el programa Hoy más que nunca, que se emite de lunes a viernes a partir de las 7 por Radio Nacional. Éstos son los principales momentos de la entrevista.
–La decisión judicial plantea que se repare la situación de una mujer con un hijo discapacitado. Qué análisis hace como autor del fallo.
–Desde un punto de vista general, ninguna sociedad es estable si hay personas excluidas del sistema. En la propia Constitución de la Ciudad hay un reconocimiento al derecho a la vivienda y a la protección de los niños con discapacidad. Entonces, ¿es una mera declaración que queda librada a la decisión de cada órgano de gobierno? Para el tribunal de la Ciudad es una decisión libre de los órganos políticos, es decir que el Parlamento o bien el Poder Ejecutivo pueden decidir si dan planes de vivienda o no los dan, pueden dar subsidios o no darlos, de acuerdo con las restricciones presupuestarias. Pero para la Corte hay límites donde tiene que haber un control judicial. Y este límite se da cuando no se atiende a situaciones de extrema vulnerabilidad, allí debe actuar la Corte. Éste era un caso donde una madre vive con su hijo discapacitado en la calle. Se lo lleva a un parador. En ese parador se enferma más todavía, tenía un subsidio, se le corta, hay problemas de coordinación… entonces, yo creo que éste es un fallo muy importante en términos de reflexionar sobre las políticas públicas para combatir la exclusión social. La Corte lo que dijo es que hay que darle una solución habitacional, que no es un derecho a una casa, a que le construyan una casa, sino que salga de la calle y tenga una solución habitacional, que puede ser un alquiler por un tiempo, pero al mismo tiempo tiene que darle un asesoramiento para que pueda salir de esta situación, y una atención al niño, un chico que está discapacitado y enfermo.
–El fallo tiene un fuerte impacto cultural. Recuerdo lo que significó el caso Mendoza, el de Matanza-Riachuelo, hace ya seis años.
–Sí, sí, el fallo del Riachuelo tuvo y tiene un alto impacto, porque ha permitido ordenar la gobernabilidad y ayudó, finalmente, a que esto se encamine en una misma línea a los tres poderes implicados. Pero también hubo otros fallos de mucha trascendencia de este tipo, por ejemplo, los fallos que ordenaron la situación de los pueblos originarios en el Chaco, que estaban en estado de inanición y habían fallecido personas, o los fallos vinculados al derecho a la alimentación, el derecho a las prestaciones. En materia social y ambiental hubo muchos fallos de esta Corte que ayudaron, y ésta es nuestra idea, abrir estos temas, porque están en la Constitución y no podemos ignorarlos, es decir, no es un derecho declarativo, sino que es un derecho que debe aplicarse.
–¿Qué perspectiva tiene este caso para otros casos similares?
–Hay doscientos casos. Pero no son todos exactamente iguales, entonces, hay que ver si están en esa condición de extrema vulnerabilidad. Si no se resuelven por las políticas públicas, y hay una persona que está sufriendo y viene a un juez, el juez tiene que dar una respuesta. Más allá de la libertad que tienen los Poderes de decir si hacen o no viviendas, o si en lugar de viviendas hacen políticas de salud, o si hay o no recursos, que éste es el margen de la política, en situaciones de extrema vulnerabilidad no se puede dejar a una madre con un chico viviendo en la calle.
–¿Pero no lo deberían resolver las instancias inferiores a la Corte, digo, ya estando este precedente?
–Bueno, es que en este caso, hubo un fallo a favor, pero luego hubo otro en contra, por eso llegó a la Corte.
–Como decía Rodolfo Walsh, en algún momento: “un oscuro día de justicia”. Creo que hoy (por el miércoles) es un luminoso día de justicia, y Sonia Quisberth Castro, que es esta mujer que tiene un chico con tantos problemas, y que uno ve la foto y la ve con tanta garra de madre, seguramente hoy va a estar muy agradecida. ¿Esta mujer en algún momento va a poder dialogar con ustedes o es conveniente que se mantenga distancia entre el tribunal y la persona ?
–Nosotros hicimos una audiencia pública en este caso, por la importancia de sus consecuencias. Pensemos que esto tiene una gran repercusión en todo el país, y se hizo un debate público. En esa audiencia estuvieron todas las partes, así que hubo un contacto. Ahora, después de la sentencia ya no, creo que no corresponde. Pero sí hubo una participación intensa, no sólo de las partes, sino también de muchos otros sectores que estaban interesados en este tema.
–Doctor, usted está yendo a la Cumbre Judicial Iberoamericana. ¿Qué importancia tiene este encuentro?
–Es la XVI Cumbre Iberoamericana y es una oportunidad donde todos los poderes judiciales –porque comprende no sólo a las Cortes, sino también a los Consejos de la Magistratura– se reúnen a discutir temas vinculados a cómo mejorar al Poder Judicial. En las dos últimas sesiones, hemos insistido mucho en que también se haga lo que es política de Estado aquí en la Corte, también proyectos vinculados hacia afuera. Nosotros vamos a insistir mucho ahora en esto que es cómo el Poder Judicial se vincula con la sociedad, es decir, qué tipos de servicios brinda, cómo puede mejorarlo, ésta es la idea.