En el auditorio Jorge Luis Borges había personas paradas, otras sentadas en el piso. Los 400 asientos que tiene la sala estaban ocupados por jueces, fiscales, defensores y representantes del poder judicial en general. Todos convocados por la presencia del Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni. Era el cierre de un intenso congreso internacional contra la tortura que duró dos días. El juez compartió mesa en la conferencia de cierre con el magistrado español Francisco Muñoz Conde, de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla. Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación, encabezó el panel como anfitriona del encuentro. Moderó la charla Julián Langevin, defensor oficial ante la Corte Suprema.

“A doscientos años de la abolición de la tortura en la Asamblea del año trece seguimos hablando de tortura porque existe. Los juristas que nos precedieron usaban eufemismos. Decían que no se podía practicar la tortura más de veinte minutos, entonces los torturadores interrumpían la sesión para luego volver a empezar. Hoy seguimos usando eufemismos. La incomunicación, por ejemplo, es ocasión para la tortura. No la legalizamos, pero usamos el eufemismo”, dijo Zaffaroni ante una audiencia que lo seguía atento. Algunos tomaban notas en libretas, otros registraban sus palabras en computadores personales. Eran las 19. La mayoría de los participantes estaban desde la mañana cuando arrancó el primer panel.

Zaffaroni hizo un recorrido por los diferentes ámbitos y actores que intervienen en la problemática para terminar explicando las responsabilidades y cómo actúa la Justicia en materia de tortura. Uno de los temas en los que profundizó fue la situación del sistema penitenciario. “Nuestras cárceles latinoamericanas sufren un mal endémico que es el hacinamiento y que tiene que ver con que las cifras dominantes son de presos que no están condenados”, sentenció Zaffaroni.

El juez de la Corte intentó, además, dar explicaciones sobre por qué se tortura en las cárceles. “Hay una tortura carcelaria que se deriva de una extrema sobrevaloración de la disciplina. Se tienen que evitar la fuga y los motines a cualquier precio”, dijo el magistrado.

Además, apuntó a la responsabilidad mediática en relación al aspecto cultural de la cultura. “La violencia es contra las personas estereotipadas en función de estereotipos que han creado los medios de comunicación social, sobre todo la televisión. Los adolescentes de barrios pobres son las víctimas de maltrato», explicó el juez y luego ironizó: “De vez en cuando la policía se equivoca y maltrata a un joven de la clase media y se publica en todos lados”.

Con respecto a la intervención judicial, el magistrado habló de la legislación. “Estamos en una situación penal anárquica, insegura y confusa. Tenemos en nuestras manos los escombros de lo que fue un respetable Código Penal. Esto es consecuencia de la construcción social de los medios masivos, que no es ingenua”, dijo el juez de la Corte Suprema, en un tono pausado.

El panel de cierre se extendió durante más de dos horas en las que los expositores hablaron de derecho romano imperial pero también de las prácticas de violencia institucional actuales, con ejemplos claros y concretos. Las palabras finales estuvieron a cargo de Martínez, que anunció que el cierre de la campaña contra la tortura, que empezó en marzo de este año en la ex ESMA, será en noviembre en la provincia de Tucumán.

“Tenemos que seguir luchando contra la problemática de la tortura. Si bien falta, hemos logrado mucho. Dejamos de verlo como un problema de derecho penal sino de derechos humanos”, dijo Martínez para cerrar.

Crónica de un día agitado

La actividad que empezó ayer superó en expectativas a sus organizadores, pero también a los concurrentes. Se inscribieron 700 personas, pero los salones estuvieron repletos en cada charla. Inclusive en los paneles que se hacían de manera simultánea. La Defensora general de la nación celebró la convocatoria y recorrió distintos panales. «Lo importante es que se habló de mujeres, de niños, de pacientes psiquiátricos. En resumen: de todos los integrantes de sectores vulnerables que pueden verse afectados por la tortura, pero además cómo la gravedad adquiere a su respecto un matiz especial», dijo en diálogo con Infojus Noticias en el horario destinado al almuerzo.

La jornada de hoy  comenzó a las 9.30, con un panel sobre dictadura y tortura. En el salón principal, hablaron los abogados Pablo Salinas y Ana Oberlín; Daniel Rafecas, juez federal; y Ramón Sáez Valcárcel, magistrado Audiencia Nacional sala penal de Madrid.

Oberlín aportó un enfoque interesante al tema dictadura y tortura. En su exposición incorporó la violencia sexual en centros clandestinos de detención y la necesidad de diferenciar, a nivel judicial, los crímenes de género de la dictadura de la tortura. Luego se desarrollaron en simultáneo dos charlas. Una en el auditorio Jorge Luis Borges trató sobre las condiciones de detención y la otra en el auditorio Juan L. Ortiz, en la que se habló de las experiencias de prevención de la torturas. Ambos salones estuvieron repletos.

“Este encuentro habla de un país que tiene memoria y demuestra, también, que estamos mucho mejor que hace diez años”, dijo al abrir su charla Francisco Mugnolo, procurador penitenciario.

Mario Juliano, por ejemplo, juez penal de Necochea, habló de situaciones de tortura concretas y recurrió a un video documental para hablar del aislamiento como práctica de de tortura. Esta técnica también fue mencionada por Juan Méndez, relator sobre la tortura para las Naciones Unidas, ayer en la conferencia inagural del Congreso. Juliano mostró un vídeo en el que se observa cómo experimenta un joven la situación de aislamiento.

“Hay que limitar al extremo las condiciones de detención crueles, inhumanas y degradantes que conducen a la depresión, a las alucinaciones y otras problemáticas”, dijo el juez titular de Pensamiento Penal en su exposición.

Juliano también se refirió a la inconstitucionalidad de la pena perpetua como ya lo ha mencionado en una entrevista con Infojus Noticias. “Es cruel, inhumana y degradante. ¿En qué lógica puede caber que podamos condenar a un delito común con la misma carga que un delito de lesa humanidad?”, se preguntó ante la audiencia el magistrado de Necochea.

En el encuentro, hubo lugar para el humor. Claudio Nash, director del Centro de Derechos Humanos de Chile, comenzó celebrando la realización del congreso: “Como chileno había sobrevivido bien a que ustedes tuvieran Papa, reina, pero ya no puedo sobrepasar la envidia que me genera que ustedes tengan este congreso.”

El Congreso internacional contra la tortura forma parte de las actividades de la Campaña nacional contra la Tortura, iniciada en marzo en la ex ESMA con el objetivo de sensibilizar a la sociedad frente a prácticas degradantes que aún existen y de mejorar los mecanismos institucionales de prevención y sanción.

 

 

http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/tenemos-los-escombros-de-lo-que-fue-un-respetable-codigo-penal-470.html