El juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni, manifestó ayer su “optimismo” por la iniciativa impulsada desde el Poder Ejecutivo nacional para reformar el Código Penal argentino.

 

El magistrado indicó que hay una “analogía” entre el Código Penal sancionado en 1921, durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, y el proyecto presentado por el Gobierno nacional actualmente al considerar que “en 1916, el diputado conservador Rodolfo Moreno (h), que era el principal opositor, consigue que en la Cámara se forme una comisión con dos diputados de la estricta confianza de Yrigoyen, un conservador, un socialista y él”, en referencia a la pluralidad con que se conformó la comisión que trabaja en la adecuación del compendio legal por estos días, y señaló que ese cuerpo elaboró el código que se votaría en 1921.

 

En ese sentido, Zaffaroni sostuvo que “el Código Penal siempre estuvo más vinculado a circunstancias coyunturales y ha tenido más de 900 reformas”. “Contar la historia de lo que ha pasado con el Código Penal es algo que está más vinculado a nuestra política y a nuestras coyunturas todavía más que la Constitución”, argumentó.

 

Consultado sobre la posibilidad de que los sectores de la oposición aprovechen esta oportunidad para endurecer el código, el criminólogo explicó que la comisión actual, coordinada por él pero integrada también por los ediles Federico Pinedo (PRO) y Ricardo Gil Lavedra (UCR), el ex secretario de Seguridad bonaerense León Arslanián y la abogada María Elena Barbagelata, “es plural” y añadió que “es una comisión donde están representados los sectores políticos más importantes”.

 

Bajo esa perspectiva, admitió: “No me cabe duda que siempre eso se quiere usar pero no se trata de que, como dice a veces el periodismo, con el Código Penal vamos a resolver la seguridad”. “La seguridad no se resuelve con papelitos”, aseveró.

 

Zaffaroni objetó también las posturas de los dirigentes políticos que utilizan el impacto de noticias sobre los delitos para alarmar a la población o cosechar alta estima en la opinión pública. “Las cosas se responden con la verdad”, expresó, y alegó que “lo que pasa es que los políticos se han asustado, quieren la solución milagrosa en 20 minutos”.

 

Al respecto, detalló que “unos operan por oportunismo y otros operan por miedo”. “Creo que ahora sí ha llegado un momento en que empiezan a tomar conciencia de esto”, aseguró.

 

Finalmente, el magistrado volvió a manifestarse a favor de una reforma constitucional que permita trocar el sistema presidencialista por un sistema parlamentario. “Lo que vengo sosteniendo desde hace muchos años es que creo que nos vendría bien un sistema parlamentario en vez de un sistema presidencialista”, expresó. Y agregó: “Estamos suficientemente maduros para tener un sistema que fortalezca a nuestros partidos políticos, tienda a dos coaliciones, una de centroderecha y otra de centroizquierda, y nos permita, si nos equivocamos, cambiar un gobierno sin necesidad de matarnos”, en alusión a la crisis institucional acaecida en diciembre de 2001.

 

Con ese enfoque, resaltó que la historia latinoamericana del siglo XX evidencia que “la base de ciudadanía” se fue ampliando con los gobiernos populistas. “La resistencia a la ampliación de una ciudadanía fue de una crueldad que hacen palidecer cualquiera de los errores que hubiera cometido el populismo”, arguyó.

 

Así, Zaffaroni concluyó que “el presidencialismo tiende a que alguien, por un voto, se lleva todo y, en consecuencia, el otro trata de ponerle palos para que no pueda gobernar. Esto trae el penelopismo, lo que uno teje el otro lo desteje”, graficó, y sentenció: “Es mucho más apto un sistema parlamentario para garantizar políticas de estado que un sistema presidencialista”.

 

Fuente: http://www.seccionpolitica.com.ar/la-seguridad-no-se-resuelve-con-papelitos-aid14879.html