La denunciante es exmujer del comisario Juan Carlos Dovano, que se desempeña bajo la órbita de la Unidad Regional II, y actualmente cumple tareas como jefe de una comisaría del norte provincial; por lo que el caso promete transformarse en un escándalo policial y judicial.
Quiroga denunció el hecho ante la fiscal adjunta Jimena Cardozo y más tarde llegó hasta la redacción de LA REFORMA, junto a una hermana, para manifestar que padeció “violencia física y psicológica” en un particular procedimiento policial que se inició porque ella se encontraba “estacionada en doble fila” frente al club Ferro Carril Oeste, donde se realizaba una actividad bailable.

Doble fila

“Alrededor de las 3:00 de la madrugada del sábado estacioné en doble fila cerca de la esquina de las calles 17 y 102, esperando a una amiga que me había pedido que la pasara a buscar por Ferro”, indicó Quiroga en el comienzo de la entrevista.

Según continuó relatando, en las puertas del club “había dos policías en moto” que le pidieron que estacionara, ante lo cual la mujer les respondió que ya lo iba a hacer, “porque estaba esperando que saliera un auto que estaba con las balizas encendidas”, supuestamente por retirarse del lugar.

Lo cierto es que dicho vehículo no liberó el espacio para que la mujer estacionara su automóvil Volkswagen Gol, color gris, y entonces comenzaron a sucederse una serie de hechos lamentables, según Quiroga decidió ayer revelar públicamente.

Al ver que no podía estacionar, los policías empezaron a empujarle el auto desde atrás con las motos y a golpearle un vidrio hasta cercanías del cruce de las calles 17 y 2 donde “desaparecieron” y entonces Quiroga decidió dirigirse directamente a su casa, olvidándose ya de su amiga.

Pero en el cruce de las calles 2 y 1 apareció un patrullero y otra vez estos dos policías en moto, interceptándole el paso y obligándola a detener la marcha del VW Gol.

“Yo bajé el vidrio y ahí vino uno de los policías de las motos, que metió la mano al interior de mi auto, me empujó hacia atrás y me sacó las llaves del auto”.

“Mirá quién es…”

Quiroga señaló ante un cronista de este medio que entonces decidió bajar del vehículo y pedir explicaciones de porqué le hacían todo eso, fue cuando el otro agente de la moto la reconoció y dijo: “Mirá quién es ésta, ni Dovano te va a salvar…”. La mujer relató: “Yo le dije que tenía nombre y apellido y le pedí que no me faltara el respeto”.

Asimismo, recordó que entonces uno de los dos motoristas le dijo “callate que estás drogada y alcoholizada…” y que después la tomó de los brazos y la esposó “hacia atrás”.

Pero allí no terminó el polémico accionar, ya que, según manifestó, el mismo policía que le colocó las esposas la tomó de los hombros y la tiró al piso, por lo que recibió un golpe en la columna que más tarde le provocó “algunos mareos”; mientras que en esos momentos su compañero de tareas “tiró las dos motos hacia atrás, simulando que yo las había chocado”.

“Ahí quedé esposada en el piso, llegaron un par de patrulleros más, me tiraron adentro de uno en el que había una policía mujer, y me llevaron detenida a la Comisaría Tercera”, relató con angustia.

En tanto, Quiroga repasó también que en distintos momentos les preguntó a los policías “porqué motivo” la trataban así, si no se había resistido… “y además, en todo caso, era un tema de una infracción de tránsito”, sostuvo, pero en ese momento no obtuvo respuestas de los uniformados.

Calabozo

En la Comisaría Tercera la pasaron a un calabozo, donde había una detenida. “Después llegó otra mujer demorada por disturbios en un baile que se fue en libertad a las 6:00, mientras que a mí me dejaron en libertad recién a las 10:00 de la mañana”, se quejó.

Al respecto, Quiroga dijo conocer posteriormente que su libertad -al igual que la otra demorada- la ordenó la fiscal de turno (Ivana Hernández) a las 6:00 de la mañana; por lo que la mantuvieron privada de su libertad durante aproximadamente cuatro horas.

Su estadía en el calabozo de la Tercera merece un párrafo aparte, ya que -según subrayó la denunciante- en el lugar un par de policías la “tocaron” cuando se acercaron a “observar qué esposas tenía colocadas”, sin que ninguno de ellos tuviera las llaves de apertura.

La mujer le indicó a LA REFORMA que en el interior del calabozo comenzó a sufrir mareos y a brotarse, porque es alérgica, por lo cual pidió la presencia de un médico; obteniendo como respuesta de un uniformado: “Qué pensás, que estás en una comisaría de Estados Unidos…”.

La revisión médica tuvo lugar alrededor de las 8:00 de la mañana, y en la misma se certificaron “lesiones” en las muñecas (generadas por las esposas) y además “un golpe interno en la columna”, producido durante la detención en las calles 1 y 2.

El cierre de la particular historia tuvo lugar después de las 10:00 de la mañana, porque la fue a buscar Dovano, apuntó.

Resistencia

Finalmente, cabe apuntar que en la Comisaría Tercera se iniciaron actuaciones contra Quiroga por un supuesto hecho de “resistencia y atentado contra la autoridad”, ya que los motoristas denunciaron que ella les había chocado las motos con el auto, completó la denunciante que ayer fue acompañada por el abogado Ezequiel Marquesoni en los Tribunales locales.

Fuente: http://www.diariolareforma.com.ar/noticias_detalle.php?id=13916

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