El rebautizado Hospital Nacional de Salud Mental y Adicciones, conocido antes como Cenareso, se convertirá en referencia obligada en todo el país en materia de abordaje y tratamiento de consumidores problemáticos de drogas. La decisión del Ministerio de Salud fue anunciada ayer, durante la presentación del plan estratégico en este hospital para los próximos dos años, en los que se capacitarán equipos interdisciplinarios en los términos de la Ley de Salud Mental, reglamentada hace dos semanas. “La línea que venimos a transmitir es la de este proyecto nacional y popular, que toma la salud como un derecho y al Estado como el garante. Por eso, una de las primeras medidas que tomamos fue ampliar la admisión y el horario de guardias”, señaló Edith Benedetti, interventora general de este hospital inaugurado en 1889 y dedicado al consumo problemático desde 1973.

El plan estratégico 2013-2015 fue presentado por el viceministro de Salud, Gabriel Yedlin; el subsecretario de Gestión de Servicios Asistenciales, Carlos Devani; la directora de Salud Mental y Adicciones, Matilde Massa, y la interventora Benedetti. El plan desplaza la causa del consumo problemático, que pasa a centrarse ahora en las personas y no en las drogas: “Lo importante será el tipo de vínculo que una persona establece con la sustancia, cualquiera sea su estatus legal o farmacológico. Es por ello que desde el primer momento del tratamiento se instala un dispositivo atendiendo a las necesidades de cada paciente”.

En este sentido, las líneas de investigación exploran las distintas facetas de las patologías del consumo. Se mencionan las “casas amigables”, que favorecen el ingreso a tratamiento de pacientes “que aún no han generado pedido de asistencia”. Este dispositivo, dice el plan, posibilita trabajar desde la reducción de riesgos y daños, “con intervenciones de umbral mínimo de exigencia posibilitando afianzar el contacto”. También se habla de “casas de medio camino”, un dispositivo intermedio que favorece “una mayor autonomía del paciente en una residencia de carácter autogestivo y temporal con alojamiento voluntario, en el proceso de externación”.

Otras iniciativas plantean programas de “vuelta a casa”, para revertir los efectos de la institucionalización de los pacientes, que llevan varios años de encierro por sus padecimientos mentales y una línea 0800 para consultas y orientación para personas afectadas, amigos y familiares. “Vamos abandonar la lógica del castigo, como plantean muchas comunidades terapéuticas de orientación conductista, porque nos parece anacrónica y además pone al profesional en un lugar de dominación, cuando lo que queremos nosotros es trabajar para la emancipación”, dijo Benedetti.

El plan también apuesta a la capacitación de recursos humanos bajo los preceptos de la moderna Ley de Salud Mental y la redistribución del personal de acuerdo con las necesidades actuales, además de la incorporación de trabajadores profesionales y no profesionales. La capacitación tiene dos facetas: una interna, para sectores administrativos, técnicos y profesionales, y otra externa, “orientada a recursos humanos de las áreas de salud y sociocomunitarias de todo el país”. Ya se está brindando una residencia interdisciplinaria en el antiguo Cenareso, con cupo para las provincias.

Como órgano rector, este Hospital Nacional de Salud Mental y Adicciones buscará articularse con otros organismos para ampliar la oferta y generar convenios con distintas áreas, como educación, desarrollo social, justicia, trabajo, vivienda, niñez y adolescencia, entre otras. “Y trataremos de llevar la atención a los barrios, como hacemos ahora con las villas 21-24, 1-11-14, 3, 15 y 31. Ahí implementamos las estrategias de reducción de riesgo y daño en personas en situación de pasillo. Tratamos de reestablecer lazos sociales y de brindar nuevos proyectos de vida”, explicó la interventora.

En este punto, la estrategia pasa por “desplegar acciones de Atención Primaria en Salud Mental” (Apsm) en la comunidad, “brindando tratamiento en el eje de reducción de daños dentro del primer nivel de atención”, dice el texto del plan. Los equipos que participen de las Apsm deberán fomentar actividades de promoción y prevención de la salud, “a través de visitas domiciliarias, talleres en los barrios y un armado de red con otros organismos estatales”. A fin de elevar la calidad de atención y normatizar las prestaciones brindadas, dice un tramo del plan, “se procederá a la creación de protocolos, guías y manuales de procedimiento que permitan unificar criterios contemplando las normativas vigentes”.

Durante el anuncio del plan estuvo el diputado nacional Horacio Pietragalla, quien destacó a este diario que “se debe abrir la atención al territorio, que se gestione ambientalmente y se coordine la ayuda con otros ministerios”. Este integrante de La Cámpora recordó que la Presidenta en su discurso del 25 de mayo último se refirió al tema cuando extendió su premisa de que “la Patria es el otro”: “El otro también es el que sufre adicciones y tenemos que ayudar a rescatar a los hermanos entre todos para combatir los flagelos modernos que tiene nuestra sociedad”, dijo Cristina Fernández de Kirchner.

Pietragalla presentó un proyecto de ley titulado Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos (Iacop), que tiene media sanción de la Cámara de Diputados. “Estamos activándolo en el Senado para que se sancione, esperemos que se pueda, porque esta ley es muy importante para la prevención en los barrios y la atención sanitaria, la inserción laboral y la contención social”, explicó el diputado. Un proyecto similar perdió estado parlamentario en 2011, tras ser cajoneado en el Senado. “Para avanzar también hace falta revertir tantos años de criminalización”, agregó.

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