Irvin Waller es un reconocido especialista canadiense en políticas públicas de seguridad. Es director del Instituto para la Prevención de la Criminalidad de la Universidad de Ottawa y asesoró a organizaciones oficiales y civiles de varios países. Su mirada experta es buscada por gobiernos y escuchada su opinión. Estuvo en la Argentina en 2008 y en esa ocasión había dejado como consejo las ventajas de invertir en la prevención para no tener que gastar aún más dinero en reprimir mayores delitos. Cuatro años después, la nueva visita lo dejó desesperanzado sobre el caso argentino: «Desafortunadamente no se ve una política de seguridad acertada a nivel nacional, provincial ni municipal».

Para Waller la falta de empuje en la construcción de planes de seguridad representa un error compartido en la clase dirigente argentina: «Cuando un político se vuelve líder en políticas de seguridad acertadas se ve recompensado en las elecciones. En cambio, cuando no hay una acción clara por parte de un gobierno aumenta la frustración de la gente».

Waller pone como ejemplo al trabajo que fue gestionado en Bogotá. Considera que la reducción en esa ciudad colombiana de los niveles de delitos fue producto de una decisión política, sostenida por varios gobiernos de diferente signo político. Un acuerdo por el cual pudo trazarse un plan a diez años para atacar tanto el día a día del crimen como las causas sociales que lo cobijaban.

«En Bogotá se logró reducir fuertemente la tasa de homicidios en un plan que fue mantenido por tres alcaldes. Primero es necesario el diagnóstico. Y ése no es un tema de la policía porque se necesita una planificación general del Estado para dar respuestas efectivas. Allí se focalizó en principio en el control de las armas de fuego, el acceso al alcohol y las condiciones de vida en los barrios de mayor violencia, además de luchar fuertemente contra los crímenes de venganzas de sicarios y proteger a las víctimas de delitos. Los resultados muestran que el éxito es posible», dijo Waller.

Consideró al resguardo de aquellos que sufrieron el golpe de la delincuencia como una premisa clave de todo plan de seguridad: «Proteger los derechos de los delincuentes es algo importante, pero eso no da nada a las víctimas y son éstas las que deben ser tenidas en especial consideración por el sistema judicial. Debe pensarse también en las víctimas, es necesario un equilibrio».

Waller expresó que la falta de interés político en el diseño de una estrategia por etapas, de la urgencia al largo plazo, puede llevar a profundizar los problemas: «Un país que no invierte en la prevención puede ir en la dirección de México. Y eso es una catástrofe»..

 

fuente http://www.lanacion.com.ar/1495138-no-hay-politicas-de-seguridad-acertadas