“LA GUERRA DE MALVINAS NO PUEDE DISOCIARSE DE LA DICTADURA MILITAR”

Para la CPM las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en las islas son crímenes de lesa humanidad. 

 

En su presentación judicial la Comisión Provincial por la Memoria afirma que los hechos de tortura denunciados en el marco de la guerra de Malvinas e investigados por la justicia son imprescriptibles porque deben encuadrarse dentro de la figura de crímenes de lesa humanidad. De este modo el amicus presentado en el día de la fecha, sugiere al máximo tribunal que revoque la decisión de la Sala Primera de la Cámara de Casación que resolvió declarar prescripta la acción penal, haciendo lugar al pedido formulado por la defensa del imputado Jorge E. Taranto y revocando de ese modo una resolución previa de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia.

 

La Comisión Provincial por la Memoria sostiene que la cuestión de la Guerra de Malvinas no puede disociarse del régimen que la produjo: la dictadura militar. “Pensar la Guerra de Malvinas en el marco de la dictadura remite directamente a desarticular construcciones discursivas que eluden diferenciar a los propios protagonistas de la conflagración. Los mismos oficiales que llevaron adelante el terrorismo de estado, condujeron la guerra y disciplinaron a los soldados con las mismas metodologías del horror: vejámenes, estaqueos, torturas, simulacros de fusilamiento, castigo físico y presión psicológica.” afirma textualmente la presentación de la CPM.

 

La CPM advierte que detrás del reclamo justo por la soberanía, hay ciertos relatos de la guerra de Malvinas que buscan la legitimación de la dictadura. Estas memorias consideran héroes a todos los que participaron en ella, incluyendo a los oficiales que actuaron directamente en la represión y que incluso han sido condenados por violaciones a los derechos humanos. En su presentación judicial la CPM cita algunos ejemplos emblemáticos: “el caso del Capitán Pedro Giachino, conocido como el “primer héroe caído por la Patria”, cuyo nombre identifica a escuelas y lugares públicos, es paradigmático. Según consta en su legajo de conceptos y en las fojas de censo anual, Giachino solicitó más de una vez realizar cursos  en contra de la subversión, concurrir a la Escuela de las Américas y también ir en comisión a la ESMA para integrarse a un grupo de tareas. La lista es vasta y algunos de ellos son íconos del terrorismo de Estado. Alfredo Astiz, Antonio Pernías y Julio César Binotti revistaron en los grupos de tarea de la ESMA. El Coronel Mario Losito fue uno de los responsables de la Masacre de Margarita Belén ocurrida en Chaco en 1976. Mario Benjamín Menéndez, gobernador de las Islas durante el conflicto, sobrino de Luciano Benjamín Menéndez, actúo en la represión en Córdoba”.

La presentación de la CPM incorpora abundantes antecedentes y jurisprudencia internacional (Declaración Americana, Convención Americana, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Convención Interamericana para la prevención de la Tortura) y concluye afirmando que lo que está en juego “reviste el carácter de gravedad institucional, por hallarse en tela de juicio la extinción de un proceso penal cuyo objeto versa sobre la investigación de delitos que ofenden a la humanidad, y cuya impunidad propiciaría la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y de sus familiares, quienes tienen derecho a conocer la verdad de los hechos”.

 

La COMISIÓN PROVICIAL POR LA MEMORIA está integrada por:

Adolfo Pérez Esquivel – Hugo Cañón – Laura Conte – Aldo Etchegoyen – Alejandro Mosquera – Victor Mendibil – Elisa Carca – Mauricio Tenembaum – Roberto Tito Cossa – Daniel Goldman – Mempo Giardinelli – Elizabeth Rivas – Martha Pelloni – Víctor De Gennaro – Emilce Moler – Fortunato Mallimaci – Susana Méndez – Luis Lima – Verónica Piccone – Carlos Sánchez Viamonte