Por Leticia Lorenzo (*)

La reforma procesal penal en la provincia de Neuquén es un proceso que lleva más de diez años de discusión. Quizá una discusión encerrada en los ámbitos “abogadiles”, que aún tiene la cuenta pendiente de llegar a la ciudadanía con más claridad y sencillez. Pero una discusión innegable.
Prueba de ello es que, a diferencia de lo que sucede en no pocas provincias argentinas, hay cuestiones que en el ámbito penal neuquino son ya indiscutibles: que la investigación debe estar a cargo del fiscal, que las decisiones deben ser tomadas en audiencia, que el juez tiene que dar explicaciones claras y breves, para que las verdaderas partes en el conflicto entiendan qué se está resolviendo; que deben integrarse otras formas de resolver los casos. Todas estas cuestiones y varias otras, que se han incorporado en la reforma procesal penal neuquina y que la mayor parte de los jueces, fiscales, defensores públicos y abogados privados asumen como necesidades, eran temas impensables hace una década; esto trae buenas noticias para la Justicia penal: la cultura ha cambiado, los abogados han asumido la importancia de brindar soluciones reales a la ciudadanía y, afortunadamente, hoy contamos con una ley a la altura de las necesidades de la época.
Esto es una verdadera construcción cultural. Y es una muestra de que la reforma procesal penal no significa solamente el cambio de una ley por otra. Es la oportunidad de refundar nuestro sistema de justicia penal con más participación y transparencia, para darle a los neuquinos la justicia que merecen y una vez más mostrarle al país que Neuquén es compromiso.

(*) Secretaria de la Escuela de Capacitación del Poder Judicial

 

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2013/11/10/la-cultura-se-construye_206061