Las salidas laborales o recreativas de los presos alojados en cárceles federales estuvieron en el centro de la polémica en los últimos días, después de un caso relacionado con la presencia en una actividad del ex baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, condenado recientemente a 18 años de prisión.
Es que los internos de los establecimientos carcelarios, según prevé la Ley 24660, pueden obtener el beneficio por parte de la Justicia para llevar adelante diferentes actividades, con el fin de integrar a las personas privadas de su libertad y favorecer así su resocialización. La polémica surgió luego de que ciertas publicaciones periodísticas informaron, erróneamente, que el músico en aquel caso no contaba con la autorización judicial.
Ante versiones que indicaban lo contrario, la normativa de salidas transitorias también se cumple en La Pampa. Esto fue confirmado ayer por el director de la Unidad 4, Mario Luis Ptasnik, quien señaló que actualmente son 40 los presos que cuentan con la autorización judicial para concurrir a determinados eventos.
Dijo que la Colonia Penal de Santa Rosa es una de cárceles donde «mejor se cumple la normativa, porque se dan todas las etapas de progresividad del régimen». Y agregó: «Hay internos que salen a trabajar o a estudiar solos, sin custodia, pero siempre con autorización judicial, por eso muchas veces se demora el pedido unos meses». Para entregar la habilitación, los jueces solicitan al Servicio Penitenciario Federal (SPF) los antecedentes de reincidencia y otras cuestiones que prevé la normativa vigente.
Los presos que son beneficiados por la ley que avanza sobre el tratamiento de las personas privadas de su libertad deben contar, en principio, con el cumplimiento de media condena y «después a su vez deben tener una buena conducta y un buen concepto. También tiene que ser eficiente la persona que lo reciba», ya que tienen que establecer un lugar de residencia, donde son controlados por una asistente social.
En dialogo con LA ARENA, el director del establecimiento carcelario admitió que actualmente son 40 los detenidos que cumplen con las salidas transitorias, y que lo hacen «quincenalmente o mensualmente» dependiendo de lo que les resta para salir en libertad. «El interno hace el pedido individual para trabajar o estudiar. Pueden ir solamente al establecimiento que ellos indican. Es más, la asistente social les hace el itinerario para saber cuánto van a demorar en el regreso. Si no cumplen, se los suspende», comentó.
Ptasnik, en este sentido, reconoció que en la Unidad 4 Colonia Penal de Santa Rosa los internos cumplen con la normativa y los límites que plantea la misma, porque «tienen claros sus objetivos. Suele haber más inconvenientes en las cárceles de Buenos Aires».

Resocialización.
La presidenta Cristina Kirchner se posicionó durante la última semana a favor de la participación de los presos en «actos culturales» como herramienta de «resocialización» y aclaró que debe haber una autorización judicial de por medio y que el tenor de las actividades debe ser «cultural», «no actos políticos», como se intentó hacer creer en la situación de Vázquez.
Ptasnik, además, planteó que «esto siempre estuvo previsto en la reglamentación penitenciaria», aunque ahora «se ve más acentuado». «Es una forma de transparentar la actividad carcelaria. El interno está puesto (en la cárcel) por la sociedad, entonces está bien que la sociedad vea las actividades que se desarrollan».
Afirmó, además, que «siempre» la posibilidad de recibir el beneficio la tienen los internos más próximos al egreso, «para que cuando los internos salgan no sientan un cambio tan brusco», y que de esta forma «se reduce el nivel de violencia» en los establecimientos carcelarios.
«Esa actividad cultural que puede ver la sociedad es una de las tantas que forman parte del tratamiento penitenciario, como trabajar y estudiar. Pero todo esto tiene que ver con aprender convivir con el otro. El hecho de salir hace que el interno se relacione con otras personas», sentenció el director penitenciario.

¿Cierra la Cárcel de Mujeres?
Aunque existen numerosos rumores sobre un posible cierre de la Unidad Penal 13 de Santa Rosa, desde esa cárcel de mujeres ningún funcionario se pronunció y tampoco hubo respuestas desde el área de Prensa del Servicio Penitenciario Federal. Un equipo de LA ARENA se acercó hasta el penal, donde informaron que la directora, alcaide mayor Gabriela Fernanda Paredes, se encuentra «de comisión».