En menos de un mes dos sucesos de violencia grave se dieron en la Alcaidía de Rosario, una pelea de internos terminó con la muerte de un jóven de 19 años, un tiempo atrás un incendio por encargo ocacionó la muerte de tres detenidos supuestamente relacionados con el narcotráfico. .

Lilian Echegoy es integrante de la Coordinadora de Trabajo Carcelario y analiza la situación de los detenidos en Rosario y la provincia.

En el caso de la Alcaidía, denuncia que existe una superpoblación mayor a cualquier registro histórico.

Para la CTC es necesario reformular el funcionamiento de la Alcaidía, incluso apoyan un proyecto para que se ponga en la órbita del servicio penitenciario.

Echegoy se refirió a las condiciones de acinamiento en la que se encuentran los detenidos en la comisaria, muchas veces se trata de detenidos encausados que no tienen su destino definido, que no permite las condiciones dignas de detención, y que en su opinión, esta situación atenta contra la posibilidad de una mayor seguridad para toda la población, los policías tienen que estar ciudando presos, y los detenidos no obtienen nuevas herramientas para reincentarse en la sociedad.

Este último aspecto se repite también en los centros penitenciarios, donde muchas veces no se les ofrece elementos para capacitarse, terminar sus estudios o aprender un oficio. Así aún en las cárceles hay detenidos que desarrollan e intentas implementar sus proyectos laborales. «En las condiciones actuales de detención, se dificulta la reincerción de una persona al cumplir su condena por que se enfrenta al mercado laboral con las mismas herramientas que tenía al momento de delinquir» destacó.
Para Lilian Echegoy este es el problema de seguridad, más allá de las medidas a corto plazo como la mayor presencia policial que ve como necesarias, las malas condiciones en que se encuentran los delincuentes no les permite cambiar su condición de tal aunque medie una detención o condena, y si bien cree que totalmente atendible el discurso de las víctimas del delito al pedir mayores penas, no cree que los funcionarios puedan tener una visión tan límitada a la hora de definir las políticas de seguridad, en este sentido crítico el proyecto de ley Enrico, que busca limitar los derechos de los encausados pero no hace nada para evitar el delito.

Destacó además que no hay que olvidarse que los presos son personas y que necesitan además de ser castigados por delinquir también la contención de la sociedad para poder rreinsertarse, y que esto no es un aspecto separado de la seguridad, habría que tomar medidas más de fondos, que se establezca un cambio estructural profundo, para que sea más fácil caminar por la calles, para evitar que se produzcan los crimenes que ponen en riesgo la tranquilidad e incluso la vida de la población.

 

 

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