Hubo humo en el anexo del Congreso nacional. Durante la segunda jornada del plenario organizado en forma conjunta por las comisiones de prevención de adicciones y control del narcotráfico y legislación penal, se escucharon las primeras voces en contra de la reforma de la Ley de Drogas aunque persistió el consenso para que la norma no apañe más abusos de autoridad a los usuarios. También se hizo mayor hincapié en el aspecto sanitario.
En las mesas dispuestas en la sala como un gusano encogido, muchos de los representantes del pueblo que el jueves escucharon y preguntaron a Zaffaroni, Cuñarro y compañía prefirieron no interiorizarse acerca de los aspectos más técnicos de la norma a discutir.
Una de las voces por la negativa fue la del abogado Guillermo Serpa Guiñazú, ex comisionado de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Lucha contra las Drogas, durante el gobierno de la Alianza, y ex coordinador del mecanismo de evaluación multilateral de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre 2002 y 2004. El letrado opinó que, de promulgarse el proyecto consensuado por tres bloques “estaríamos violentando la Convención de Ginebra porque salvo la tenencia y el cultivo, los demás artículos no tienen salvaguarda”. Analizó que “el aumento de penas en las conductas más graves solamente sirve en la medida en que estemos en un Estado donde haya certeza acerca del cumplimiento inexorable de la condena; es preferible poner una pena menor pero que se cumpla” y despertó algunos murmullos cuando afirmó que “más del 50 o 70% de las mulas a las que pretendemos morigerarles la pena, ya no son la gente pobre del altiplano sino que son letones, lituanos y rusos que quieren ganar dinero fácil y rápido. Las políticas diseñadas internacionalmente no han fracasado, en todo caso lo negligente ha sido la aplicación de las normas”.
Los murmullos se convirtieron en gritos cuando le tocó el turno al psiquiatra Wilbur Grimson, ex titular de la Sedronar y presidente de la Fundación de Prevención Social y se cruzaron los diputados Diana Conti y Eduardo Amadeo. Grimson arrancó su exposición citando la carta de José María Di Paola, el Padre Pepe, publicada por Tiempo Argentino y La Nación aunque aclaró que le pareció “curiosa” la aparición en este medio. Más tarde, develó que “no hay consumo de drogas que sea inocuo” y citó el caso de “un chico que ganó en Mar del Plata un concurso en el que había que inyectarse tequila (sic) y terminó con un coma alcohólico”. Además, alertó por la falta de controles en las fronteras norte y consideró que la despenalización es inoportuna porque no se da en condiciones de equilibrio social.
Otra voz disonante fue la del ex jefe de la Policía Metropolitana, ex Diputado Nacional y vocal de la Fundación Pensar, Eugenio Burzaco: “Tenemos que avanzar en un proyecto de ley que quite la pena de la prisión para quienes tengan droga para consumo personal, pero claramente me parece un error quitar esta actuación del sistema penal y mayor error bajar los umbrales de penas para el tránsito y el tráfico”, opinó.
Hubo tiempo para escuchar a algunos activistas que viajaron desde lejos pero el resto de las asociaciones cannábicas lo harán el miércoles. Antes de irse, improvisaron una fumata en la puerta del edificio. <

 

Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/06/08/sociedad-77814-los-criticos-de-la-despenalizacion-se-hicieron-oir-en-el-congreso.php