El Dr. Tony Butler es Doctor en psicología y fue miembro de la policía del Reino Unido durante más de treinta años. Desde esa posición, se especializó en la investigación de casos de abuso sexual infantil y en la recepción del testimonio de los niños/as víctimas o testigos. Una vez retirado de la policía participó como consultor en la temática en diferentes países incluidos, Jordania, Malasia, Cuba, Costa Rica, Chile y también en Argentina, en el marco del proyecto ejecutado por Unicef y ADC y también por iniciativa de diferentes poderes judiciales provinciales. En lo que sigue se transcribe una entrevista de diciembre 2014 en la que relata su experiencia en estos países, los principales desafíos para la implementación exitosa de la entrevista única y videograbada al niño/a víctima, y su opinión sobre los avances y los desafíos aún pendientes en Argentina.

¿Cuál es su experiencia en el Reino Unido en la temática?

En 1989 en el Reino Unido el gobierno conformó una comisión bajo el liderazgo de uno de los jueces de la Corte para examinar la experiencia en el sistema penal de los niños/as víctimas de abuso sexual. El principal motivo para la conformación de esta comisión era el reclamo constante de las víctimas y sus padres por el trauma que el proceso de investigación les había ocasionado. También había preocupación debido a la cantidad de casos en los que no era posible condenar al supuesto agresor por la falta de evidencias de calidad por parte del niño/a.

La comisión realizó un informe con una serie de recomendaciones, entre las cuales una de las más importantes fue la necesidad de introducir el sistema de videograbación para las entrevistas a los niños/as víctimas y la utilización de estas grabaciones en el juicio oral. Como resultado de la filmación de estas entrevistas realizadas a los pocos días de la develación del hecho por el niño/a, se consiguió evitar que el niño/a tuviera que repetir lo que le había sucedido en una multiplicidad de ocasiones durante el proceso. Más aún, esta entrevista filmada aportaba mayores detalles sobre la acusación de los que obtenían al interrogar al niño en la sala de audiencias del juicio, lo cual permitió a los tribunales tener mayor confianza para condenar a los imputados.

En octubre de 1992 se implementó la nueva ley y con ella se comenzaron a utilizar en los juicios las filmaciones de las entrevistas realizadas por los agentes de la policía a cargo de las investigaciones. La filmación eliminó la necesidad de que el niño/a tuviera que reiterar su relato en el juicio. Así, al momento del juicio, el niño/a asiste al juicio pero no en la sala de audiencias, sino en una sala separada conectada a la sala de audiencias por un circuito de televisión. Luego de proyectarse la entrevista grabada en la audiencia, es posible que se le solicite al niño/a que conteste algunas preguntas para aclarar algunos puntos que pudieran surgir de su testimonio pero sólo a través del circuito de TV.

¿Cuáles fueron los principales desafíos en la implementación de este sistema?

El cambio de la ley que permitió la utilización de las filmaciones de las entrevistas fue algo relativamente sencillo. Las principales dificultades surgieron en la implementación efectiva de esta ley. Éstas pueden ser divididas en dos áreas principales, la primera, la capacitación de todas las personas que iban a tener la responsabilidad de implementar los nuevos requerimientos y, la segunda, el equipo de videograbación y el ambiente en el que se iba a realizar la entrevista.

Sin duda, el mayor desafío fue establecer lineamientos y protocolos escritos y consensuados que guiaran la actuación de todos los actores intervinientes en el proceso, desde el develamiento del hecho por el niño/a hasta el juicio oral, pasando por todas las instancias intermedias. Para esto se produjo un documento de orientación nacional que describe los procedimientos y las responsabilidades de los distintos organismos. Por ejemplo, trabajadores sociales, médicos de hospitales, policías, profesionales que brindan apoyo a las víctimas, fiscales y jueces y otras personas que puedan intervenir en estos casos. Luego esta guía nacional fue utilizada para desarrollar los programas de capacitación para todos los actores.

El entrenamiento más detallado y completo fue dirigido a las personas responsables de la realización de la entrevista única filmada con el niño/a víctima. En este sentido, la investigación en psicología ha logrado identificar una estructura y una técnica de entrevista determinada que demostró favorecer al máximo el recuerdo del niño/a y la obtención de detalles importantes sobre lo que le sucedió. Esta estrategia de entrevista conocida como la entrevista cognitiva o el proceso de entrevista en cuatro fases es actualmente reconocida internacionalmente como la mejor práctica para niños/as víctimas y testigos.

¿Cuáles han sido los principales beneficios de estos cambios?

La implementación de esta técnica de entrevista y su filmación han significado un gran avance tanto en el Reino Unido como en otros países. Las investigaciones científicas han demostrado que este procedimiento reduce el trauma experimentado por el niño/a durante el proceso de investigación significativamente y también que la calidad de la evidencia obtenida en estas entrevistas es muy superior a la que se conseguía cuando el niño/a debía asistir al juicio para relatar, ante el tribunal lo que le había sucedido, generalmente semanas o meses después de haber hecho el develamiento inicial.

¿Cómo fue que comenzó a trabajar y prestar asesoramiento en Argentina?

Mi primera visita a la Argentina fue en 1996, cuando fui invitado como orador en una conferencia sobre temas de policía y derechos humanos. Unos años después volví para realizar un trabajo con la policía, pero mi trabajo en relación a la protección de los niños/as comenzó en 2009, cuando luego de una reunión con las personas a cargo del Proyecto, quedé impresionado con el trabajo que estaban haciendo en colaboración entre ADC y Unicef para conseguir la introducción de mejoras en la forma en que los casos de abuso sexual infantil eran abordados e investigados por la justicia penal. En ese momento yo había fundado recientemente una ONG llamada TheChildProtectionDevelopment Trust (CPDT – Fundación para el Desarrollo de la Protección del Niño) para apoyar el trabajo que estaba realizando en Cuba.

Los elementos claves de nuestro trabajo en Cuba, como en otros países, eran asistir en el diseño y la implementación de las salas de entrevistas, recomendar la utilización del equipamiento de grabación adecuado y la capacitación de las personas a cargo de realizar las entrevistas a los niños/as. Por lo tanto, era claro que existían fuertes vinculaciones entre el trabajo que estaba realizando el CPDT en diferentes países y la tarea que Unicef y ADC comenzaban en Argentina.

Mi primera intervención fue participar en la redacción de la Guía de Buenas Prácticas, la cual constituye un importante cimiento sobre el cual desarrollar un enfoque integral que tenga como objetivos reducir el trauma experimentado por los niños/as que denuncian haber sido víctimas de abuso sexual y mejorar la eficacia de las investigaciones por parte de los jueces y fiscales.

Luego de la Guía de Buenas Prácticas, ¿cómo continuó su participación en las etapas siguientes del proyecto?

El paso siguiente fue desarrollar una estrategia para apoyar la introducción de cambios en los procedimientos y en los sistemas que estuvieran orientados en la Guía de Buenas Prácticas. Para conseguir estos cambios se reconoció que además del apoyo continuo que se pudiera dar desde ADC, UNICEF y CPDT iba a hacer falta un compromiso firme por parte de las provincias. Por esto creo que fue acertada la decisión de comenzar el proceso con un número pequeño de provincias. Así, mi colaboración comenzó en 2010 cuando hice mi primera visita a Tucumán, Jujuy y Formosa.

Mi participación en estas provincias tuvo cuatro elementos. Primero, colaboré desde mi lugar con ADC y UNICEF para desarrollar la conformación de los grupos de trabajo y la redacción de los protocolos unificados e inter-sectoriales de actuación, liderados por los tribunales superiores de cada provincia. Considero que esto era un paso esencial para sentar las bases sobre las que se pudieran desarrollar mejores sistemas y procedimientos.

En paralelo a este trabajo, realicé una evaluación de las salas de entrevista y los equipos de videograbación que se estaban utilizando.El tercer elemento fue el diseño y desarrollo del entrenamiento en la realización de entrevistas investigativas y videograbadas a niños/as víctimas a los psicólogos/as a cargo de realizar esta tarea en las tres provincias.El último elemento en este proceso fue la capacitación de jueces, fiscales y otros miembros de los poderes judiciales y de los organismos administrativos en los principales elementos a tener en cuenta en el proceso de entrevista de cuatro fases y, en particular, en la planificación y preparación para la entrevista que se requiere por parte de los jueces y fiscales.

¿Qué resultados se obtuvieron en el trabajo con estas tres provincias?

Hay diferencias en lo que se consiguió en cada una de las tres provincias, pero es posible decir que ha habido una transformación en el proceso de investigación y enjuiciamiento en los casos de abuso sexual infantil en Jujuy, Tucumán y Formosa.

El Protocolo integral fue consensuado e implementado por las cortes de las tres provincias. Los psicólogos informan que existe una mayor colaboración entre las agencias involucradas en la recepción de las denuncias de abuso sexual infantil. Por ejemplo, es muy alentador ver cómo la policía ha adoptado los nuevos procedimientos y tienen una mayor comprensión sobre la importancia de su rol en la recepción de la denuncia inicial.

En las tres provincias las salas de entrevistas han sido rediseñadas. Los principales cambios han sido o bien la eliminación del espejo unidireccional y su reemplazo por sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV) o que éste sea cubierto por completo por cortinas. Se realizaron mejoras en la calidad acústica de las salas. Además, se instalaron equipos de videograbación de la mayor calidad fabricado en el Reino Unido específicamente para la realización de estas entrevistas. Estos equipos fueron donados por CPDT en Formosa y Tucumán, mientras que en Jujuy éste fue adquirido por el Poder Judicial. Como resultado de estos cambios, la calidad del audio y el video en las entrevistas ha mejorado dramáticamente. Además, los problemas que antes sucedían por fallas en la grabación de los videos fueron eliminados con estos equipos.

En 2012 se capacitó a doce psicólogos de Tucumán, Jujuy y Formosa en la toma de entrevistas testimoniales a niños/as víctimas de abuso y en 2014 se volvió a repetir esta misma capacitación en Tucumán, para incluir a todos los psicólogos de esa provincia que realizan estas entrevistas.

¿Qué cambios concretos observa en los sistemas y procedimientos en estas tres provincias desde su primera visita a la actualidad?

Cuando visité por primera vez las provincias de Tucumán, Jujuy y Formosa en 2010, tuve la oportunidad de hablar con jueces, los fiscales y los psicólogos que realizaban las entrevistas con los niños/as víctimas. Había muchos problemas relacionados con sus procedimientos vigentes que reflejaban mi experiencia en otros países. Sin embargo lo que fue de suma importancia en esas reuniones era el compromiso que demostraban todos los actores involucrados para conseguir que los niños/as víctimas recibieran un mejor trato en esta instancia de investigación de los casos de abuso sexual. El problema fundamental de sus sistemas y procedimientos vigentes era la falta de reconocimiento de los beneficios que podían ser obtenidos a partir de la adopción de los estándares reconocidos como las buenas prácticas internacionales. Uno de los desafíos más importantes era reducir la demora entre el develamiento inicial por parte del niño/a y la entrevista investigativa realizada por el psicólogo. Yo pude identificar casos en los que estas demoras eran de más de un año.

Actualmente estas demoras han sido reducidas significativamente. En San Pedro, Jujuy, por ejemplo, esta entrevista se realiza dentro de los primeros siete días. A modo de preparación para la entrevista, el psicólogo tiene acceso al expediente unos días antes. Además, antes de la entrevista, se realiza un encuentro de planificación entre el psicólogo, el fiscal, el juez y las partes para discutir los temas que van a ser cubiertos durante la entrevista y para preparar un plan escrito de entrevista. Este plan es utilizado durante la entrevista para monitorear su desarrollo e identificar cualquier bache o falta que haya en la evidencia buscada y que éste puede ser resuelto. La cantidad de información obtenida durante la entrevista se ha incrementado de manera significativa mediante este proceso de entrevista. De hecho, los a menudo informan que al término de la entrevista, el fiscal o el juez están satisfechos con las entrevistas ya que todos los temas han sido cubiertos sin la necesidad de volver a la sala de entrevistas a realizar nuevas preguntas al niño/a.

Además de esto, como ya mencioné, se hicieron importantes reformas a las salas de entrevista en las tres provincias. Durante estas entrevistas investigativas es fundamental que el niño/a se pueda sentir cómodo, lo más tranquilo posible y con confianza en el proceso que está desarrollándose. Por eso, el diseño de la sala de entrevistas de vídeo es muy importante para el logro de estos objetivos. Desafortunadamente, las salas que se venían utilizando con el sistema de cámara gesell y los espejos era un inconveniente para conseguir este objetivo. Al entrar los niños se sentían en lugares desconocidos que no eran propicios para conseguir su comodidad y tranquilidad. Esto se cambió a partir de la introducción del nuevo equipamiento y el rediseño de las salas en las tres provincias. Además, se mejoró sustancialmente la calidad del audio y el video que se obtiene.

Otra de las principales dificultades que se registraba años atrás era la falta de capacitación formal para los psicólogos a cargo de las entrevistas y de protocolos o procedimientos estructurados que pudieran integrar las necesidades de los jueces, fiscales y psicólogos antes y durante las entrevistas. Como consecuencia, era común que los psicólogos llegaran a la sala de entrevistas sin ningún conocimiento previo del niño/a, información sobre las circunstancias del caso o las prioridades de investigación del juez o fiscal. Así, sucedía que el psicólogo entraba a la habitación con el niño/a sin ninguna oportunidad de preparar una estrategia para la entrevista, o sin ningún conocimiento sobre los antecedentes del niño/a o las circunstancias del presunto abuso. En una provincia en la que se utilizaba un sistema de comunicación por auricular entre el juez y el psicólogo, yo observé una entrevista en la que el psicólogo era continuamente interrumpido por el juez para que hiciera preguntas adicionales, algunas de las cuales ya habían sido hechas unos minutos antes. Esto producía una gran tensión en el psicólogo que se veía inhibido para poder crear un ambiente de tranquilidad y confianza adecuado para que la entrevista pudiera producir el mayor nivel de detalle posible.

Esto cambió en estas provincias. Durante mi visita a Tucumán en septiembre de 2014 pude revisar los avances alcanzados con una de las psicólogas que había participado de la capacitación en 2012. Sus comentarios son ilustrativos de los avances obtenidos en este período. Ella mencionó que “Cuando se comenzó a trabajar con la grabación de las entrevistas en 2008, no teníamos ninguna capacitación y había una expectativa de que de alguna manera sabríamos qué hacer. Como grupo, los psicólogos intentamos averiguar cuál sería la mejor manera de entrevistar a los niños para obtener la mayor cantidad de pruebas, a partir de conocer cómo trabajaban en otras provincias o de conseguir artículos. Hacíamos lo mejor que podíamos pero sabíamos que seguía habiendo lagunas en nuestro conocimiento.  Entonces vinieron a hacer la capacitación en 2012 y fue como si hubiesen encendido la luz. Sentíamos que estábamos en una sala oscura intentando encontrar el camino, pero después de la capacitación fue como si se hubiese encendido la luz y podíamos ver todo lo que necesitábamos. También con la capacitación que dieron a jueces y fiscales para la planificación de las entrevistas, ahora nos sentimos parte de un equipo en el que todos entendemos nuestros roles individuales y cómo debemos trabajar juntos para conseguir una entrevista eficaz y reducir el trauma experimentado por el niño».

Yo estaba muy contento de escuchar estos comentarios y de saber que lo que habíamos estado haciendo juntos ha servido para realmente mejorar la experiencia de los niños/as y aumentar las posibilidades de que los abusadores sean condenados por la justicia. Espero con interés poder trabajar con algunas nuevas provincias en 2015 para que puedan alcanzar los mismos beneficios.

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