Desde 2007 la Policía de Mendoza cuenta con el departamento «Escena del crimen». Al menos en el Gran Mendoza, esa oficina, compuesta por 42 efectivos (el 70 por ciento son licenciados y técnicos y su jefe es el principal Gustavo Reyes), es la encargada de llegar justamente a la «escena del crimen» para dar el puntapié inicial a una futura pesquisa judicial.

Impulsado por series televisivas norteamericanas -básicamente la popular CSI-, este trabajo ha adquirido en los últimos tiempos una relevancia que antes no tenía. Ayudado en gran medida por las nuevas tecnologías y su estudio llevado a rangos universitarios, hoy es de gran importancia a la hora de develar qué sucedió allí dónde a priori reina el desconcierto.

«Este departamento se vale de esta rama de la Criminalística y claro que es de suma importancia. Nosotros vamos a todo tipo de hechos en donde se nos requiera, como robos domiciliarios, accidentes de tránsito, homicidios, suicidios (muchas veces lo que parece un asesinato es un suicidio, y a la inversa), tiroteos y todo aquello que necesite de una visión calificada de primera mano», cuenta el comisario José Vega, titular de Investigaciones.

Vallar

Lo primero que hace la brigada al llegar a la escena del crimen es vallar inicialmente lo que se pueda notar como importante para la investigación. Luego se lleva a cabo un segundo vallado, «en el que se pueden colocar las autoridades que llegan al sitio pero que no pasan el primer vallado, donde sí están los especialistas y, en el caso de Mendoza, el o la fiscal a cargo del caso. Después de la segunda valla se quedan los curiosos y los periodistas», informa el comisario Vega.

Los primeros minutos en el sitio donde ocurrió un delito o un accidente son de extrema importancia para la futura investigación. Para ello, el primero de los de «Escena del crimen» que hace su aparición (se los llama «líder», en la jerga) es quien realiza la primera revisión y quien indica a qué tipo de especialistas va a necesitar para hacer el trabajo. «Entre esas personas solicitadas pueden estar los que hacen los mapas, expertos en balística, en accidentología, fotógrafos y demás. Eso va a depender de la característica del hecho a investigar», continúa el experto.

Para esos menesteres, los pesquisas se valen de un maletín especial en el que cargan con elementos como linternas de distinta intensidad y las famosas bolsitas para llevarse lo que se considere como una futura prueba.

«La primera idea es preservar lo más que se pueda el lugar del hecho. Porque cuando eso no sucede, cuando como antes se metía mucha gente en el sitio, la pesquisa nace mal. Se pisan posibles pruebas, se tocan cosas que no hay que tocar y demás. Ahora, por suerte, estamos mucho más profesionalizados y eso prácticamente no sucede», según Vega.

Cadena de custodia

Una vez que el trabajo inicial ya se ha realizado (aunque en más de una ocasión es necesario ir tres o cuatro veces más al sitio del hecho), la gente de «Escena del crimen» comienza una tarea en la que se involucran otras divisiones de Criminalística, como pueden ser «balística», los forenses y el contacto permanente con las autoridades judiciales del caso.

Algo curioso -para cualquier mortal, no para los especialistas- es el concepto de «cadena de custodia», que tiene que ver con la preservación de indicios o de elementos probatorios.

«Se trata de cuidar los elementos hallados de manera tal que no sufran alteración a la hora de ser utilizados por las autoridades judiciales», aclara Vega en relación a que en más de una oportunidad, la mala manipulación de esos elementos ha sido aprovechada por los abogados de los acusados para desincriminar justamente a sus defendidos. «Lo que se conoce como chicanas de los abogados», advierte el jefe de Investigaciones.

Para dejar sentado y por escrito la primera aproximación al problema, los sabuesos de «Escena del crimen» deben llenar por escrito un formulario específico, en donde aparecen los principales ítems que serán de interés para la pesquisa.

«Todavía lo hacemos a mano -se lamenta Vega- pero una idea no muy lejana es llevar a cabo todo ese trabajo por medio de soportes informáticos como notebook o tablets, «y enviar mediante una comunicación de intranet, toda esa información en tiempo real».

Algunos números

Para Vega, desde que «Escena del crimen» de la policía local se profesionalizó, tienen más hechos resueltos que antes. En lo meramente delictivo (el robo a casas es el delito que más se repite), el comisario tiene para sí que «de 1.000 hechos, en unos 150 sacamos información fidedigna en cuanto a los autores y en unos 100 (el 10%), damos con ellos. Pasa que muchas veces los tiempos judiciales son distintos y cuando logramos una orden de allanamiento para ingresar a un sitio donde tenemos la certeza de que allí están las cosas robadas y hasta el mismo autor, a veces es demasiado tarde…».

Asimismo, el especialista advierte que desde que la política se interesó por el trabajo de «Escena del crimen» -no hace mucho de esto- lograron adquirir tecnología de última generación que les facilita la tarea.

«Nosotros no somos ‘vendibles'», advierte. «Si nos compran un microscopio de 20 mil euros no lo pueden exhibir en un desfile. Pesan mucho más diez móviles policiales, que sí pueden ser mostrados para la lucha contra la delincuencia», culmina con honestidad brutal.

 

fuente http://www.losandes.com.ar/notas/2012/9/2/funciona-csi%E2%80%9D-mendocino-664530.asp