Desde hace varios días, un grupo de penitenciarios de los distintos centros de detención ha comenzado a hacer notar su enojo por «las condiciones en que estamos trabajando; que no dan para más», según grafica el agente Luis Pelegrina (31), cabeza visible de los manifestantes.

El lunes, un grupo de carceleros -acompañados por sus familiares- hicieron un piquete en la esquina de Plantamura y Boulogne Sur Mer para hacer visible su encono, ya que «lo que intentamos por las vías legales no surtió efecto alguno», sostiene Pelegrina, con seis años como agente penitenciario.

El rosario de quejas de los uniformados es extenso y ha sido presentado oportunamente en la Inspección General de Seguridad, la Bicameral de Seguridad, la Defensoría del penitenciario y en la Oficina Fiscal 2 con asiento en el barrio Cano de Ciudad, según mostró los papeles el guardiacárceles.

Como se dijo, el agente Pelegrina es la cabeza visible de la protesta y fue quien ayer hizo un recorrido por los medios para dar a conocer lo que sufren él y sus colegas.

De acuerdo con lo manifestado por Pelegrina, los problemas que requieren más celeridad en su solución son: «La escasez de comida para los agentes que trabajan con los internos; el pago que recibimos, que es de 7 mil pesos sin recarga horaria; la obligación de hacer horas extra, y la burocracia que reina en el sistema penitenciario, en el que hay 3 mil empleados y apenas unos 200 hacen la tarea de tratar con los presos, los llamados agentes de contacto».

La voz de las autoridades

Mientras esta queja se difundía, las autoridades del Servicio Penitenciario salieron a decir lo suyo. Una de ellas fue la joven subsecretaria de Justicia, Romina Ronda, quien afirmó a este diario que estaba al tanto del petitorio de los guardiacárceles, pero le bajó la intensidad al reclamo.

«Sabíamos lo que pasaba, pero hay que decir que se trata de un grupo ínfimo; son menos de diez agentes sobre un total de más de 2 mil; además, hay algunos de los ítems que se han ido solucionando. El tema que sí reconocemos es que hay un déficit de personal, algo que estamos tratando de mejorar con la incorporación de 130 agentes nuevos; lo que ocurrirá en los próximos meses.Igual, la población penal ha crecido exponencialmente», indicó la funcionaria.

Del mismo modo, Ronda fue un poco más allá a la hora de analizar puntualmente algunos de los reclamos: «Es raro que justo se den por estos días, cuando es el Día del Penitenciario y hoy mismo (por ayer) el gobernador Pérez anunció la construcción de un barrio para agentes penitenciarios».

Según el agente Pelegrina, de no cambiar las condiciones de trabajo, el malhumor de sus colegas continuará en aumento. «Ya son muchos más los que pretenden un trato digno; es decir, derechos humanos para nosotros también», manifestó el hombre, a la vez en que no tuvo problemas en dejarse fotografiar por Los Andes; «ya estoy jugado», concluyó.

 

http://www.losandes.com.ar/notas/2013/7/17/malestar-penitenciarios-condiciones-laborales-726765.asp