Después de que ayer en la mañana los investigadores que llevan adelante el caso de Johana Chacón (13) realizaron un nuevo allanamiento, su familia cuidadora denunció maltratos por parte de policías que les exigieron -golpes de por medio- que ellos «se hicieran cargo de la desaparición de la niña».

«Dos policías me encerraron en una oficina y mientras me pegaban, me mostraban la foto de Johana y me decían que yo sabía dónde estaba porque junto con mi esposa -hermana de la niña desaparecida- la habíamos matado. Después uno de ellos salió y el que se quedó conmigo me empezó a golpear», explicó Adrián, cuñado de Johana (30).

Según su testimonio, los malos tratos sucedieron mientras no había ningún oficial de Justicia en la oficina. «Cuando llegaron a tomarme testimonio, no dije nada porque me habían amenazado. Entonces sólo declaré».

Según explicó el hombre -trabaja como encargado dentro de la finca-, los efectivos le gritaban que les dijera «en qué lugar había enterrado el cuerpo». «Me dijeron que si llegaban a encontrar su cuerpo el día en que hicieran el allanamiento (ayer) y yo no había confesado dónde estaba el cuerpo, me iban a pegar un tiro», siguió quejándose.

«Siempre insistían con lo mismo y yo lo único que pude decirles es que no sabía nada».

Adrián aclaró que cuando terminó «ese extraño interrogatorio» al que fue sometido, los efectivos le sugirieron que nunca dijera nada porque esa «charla no había existido».

Mientras, en otras oficinas su padre y su esposa eran sometidos a interrogatorios menos violentos aunque igual de sugestivos. «A mi mujer llegaron a amenazarla con que le iban a quitar a mi hijo -la joven está esperando gemelos y cursa su séptimo mes de embarazo- porque también la culparon de la desaparición. A mí hasta me dijeron que sabían que yo había abusado de mi cuñada», relató Adrián.

Otro allanamiento

Ayer por la mañana se realizó un nuevo allanamiento en la finca ubicada sobre calle «Cuatro» del distrito de Tres de Mayo, lugar donde Johana -según la versión de sus compañeras del colegio- fue vista por última vez.

El procedimiento no es el primero que se lleva adelante en ese lugar. El anterior se había realizado el martes, cuando los pesquisas se llevaron prendas de vestir manchadas para analizar.

Ayer, el rastrillaje se amplió y efectivos a caballo y con perros recorrieron las doce hectáreas de la finca de olivos. «Había al menos dos por cada hilera. Miraron todo y removieron incluso para ver si había algo enterrado», dijo Luis Curallanca, el «cuidador» de Johana. «Me indigna que me investiguen tanto a mí, porque con mi familia nunca nos negamos a aportar ningún dato porque no tenemos nada que ocultar», comentó entre lágrimas.

«Durante el interrogatorio, me preguntaron cuál era mi interés por esos niños. Es algo absurdo porque sólo quise ayudarlos, nada más», dijo Luis, que cuida de los niños -aunque algunos no viven en su casa- desde 2006.

«Hemos escuchado rumores de mi papá, que nos acusa de la desaparición. Ya va a llegar nuestro momento de responder a esas acusaciones», soltó la hermana de Johana, de quien se reserva el nombre por tratarse de una joven de 17 años.

La versión de su padre

Bernardo Chacón vive a unos mil metros de la casa de los Curallanca, también sobre calle Cuatro.

Si bien él coincide con el modo en el que ocurrió la desaparición, tiene sospechas acerca de la inocencia de los Curallanca.

«Mis vecinos me sugieren que los investigue. Yo creo que ellos tienen algo que ver. Desde hace un tiempo me pregunto por qué Luis (Curallanca) tiene mayor interés por mis hijas que por mis hijos», se preguntó el hombre.

«Esto es un rompecabezas que hay que armar y la pieza clave está en esa finca», opinó Bernardo.
«Es como si se la hubiera tragado la tierra», se lamentó.

 

 

fuente http://www.losandes.com.ar/notas/2012/9/14/policias-pegaron-para-dijera-mate-johana-666931.asp