Con 30 años en la Justicia, el presidente del Consejo de la Magistratura y referente del Tribunal Superior de Justicia en el cuerpo que elige a los magistrados en la provincia, Oscar Massei, tiene claro que el actual no es el Consejo que hubiese elegido. «Nunca estuve de acuerdo, cuando se hizo la reforma constitucional, con el proyecto que derivó en el Consejo actual», afirma en concordancia con la posición que defendió en 2006, cuando se realizó la convención constituyente. Desde la presidencia del cuerpo, hoy defiende su institucionalidad, pide a quienes lo cuestionan que avancen en los cambios y dedica un párrafo especial a las presiones de las corporaciones judiciales, de las que, advierte, «hay que cuidarse».

¿Cuál es la diferencia entre el Consejo actual con el que usted proponía?
Participé de un proyecto por un consejo similar al de Chubut, que fue el que perdió en la convencional constituyente en 2006. Planteaba una participación ciudadana más amplia, no a través de los diputados sino por elección directa; además de la participación de empleados judiciales y de los magistrados. Pero ahora, una vez que se aprobó la Constitución, yo debo respetar lo que dice. Y esto es lo que hoy existe y que nació en 2007.  Tenemos un Consejo de la Magistratura que  está rengo, porque nace con toda esta estructura en función de las dos cuestiones que la convención le dio para atender: la selección de magistrados y funcionarios y la evaluación de la idoneidad de quienes están en funciones. Esta última, una cuestión controvertida, no se aplica por una acción judicial promovida por la Asociación de Magistrados que está en el Tribunal Superior y que puede llegar a la Corte Suprema.

La Asociación pidió a la Legislatura que se discuta este tema.
Lo que tiene que saber la Asociación de Magistrados, donde se supone que conocen derecho, es que la evaluación no sólo está en la ley del Consejo, sino que lo dice la Constitución. Entonces, así como quienes quieren cambiar este Consejo, tienen que pensar no en cuestionar permanentemente, sino en presentar una enmienda o una reforma constitucional.

¿Con una enmienda se solucionaría?
En su momento, Soledad Martínez (ex diputada y actual intendenta de Zapala) presentó una enmienda porque seguía avalando ese proyecto de Chubut. Pero eso implica, primero, contar con dos tercios de la Legislatura y, segundo, tener la aprobación de los ciudadanos, lo que daría la mayoría suficiente. Porque es la Constitución la que establece la evaluación. La Legislatura, yo no sé cuando haría esto, porque tuvo durante cuatro años cuatro o cinco proyectos para modificar la ley del Consejo y ni siquiera los trataron.

¿Qué piensa de las críticas al peso de la entrevista en los concursos?
Se puede criticar. Soy amplio en ese aspecto y trato, por un lado, de abundar cada vez más en la participación ciudadana, ya que a pesar de que son públicas, no hay participación. Y en segundo lugar, tenemos que cuidarnos de las corporaciones, porque las corporaciones actúan únicamente a nivel corporativo, no en defensa de la justicia o del interés de los ciudadanos. De eso hay que cuidarse. Y con respecto al tema de las entrevistas, con todos los consejos del país ha habido distintos cuestionamientos sobre la objetividad o subjetividad, o si debe tener menor puntaje. Pero la realidad de lo que pasa en Neuquén, en general, es que llegan los que mejor pasan la parte técnica.

Se cuestiona que el presupuesto del Consejo está sobredimensionado. Son algo más de 14 millones para este año.
En un 85% o 90% son sueldos. De los seis miembros, el único que no cobra por ahí soy yo. Después están los asesores y la planta de personal. Por ejemplo, yo sé que es un aspecto crítico, pero nos mantuvimos en el edificio porque, cuando uno va a alquilar un lugar, se arma de tal forma, con el tema informático y demás, que si por ahí se ahorran 3 pesos, cuesta 7 armar todo de nuevo.

Hay un concurso suspendido, al que se presentó la jueza de Familia de Zapala, Gloria Martina.
Sí, fue una decisión mayoritaria del Consejo. Junto a la doctora Belén de los Santos, votamos en contra. Pero, a raíz del juzgado de enjuiciamiento que está en otro ámbito, se decidió suspender el trámite.

¿Qué argumentó en el voto en contra de la suspensión?
El principio de inocencia, que se debe aplicar en todos lados y que surge de los tratados internacionales. Pero es una interpretación. En este caso, cuando hablo de las corporaciones, hubo un pedido de la FACA, la Federación Argentina de Colegios de Abogados, interfiriendo en la labor de la Justicia neuquina, pidiendo lo mismo que pidió el colegio de abogados de Zapala -suspender el concurso- una cuestión que nunca vi.

¿Es posible para un jurado dejar la subjetividad de lado al evaluar?
No, sería mentir. Nunca se deja de lado la subjetividad. Soy profesor en la facultad hace 24 años y por supuesto que trato de ser lo más objetivo posible, pero no diría la verdad si no digo que hay alguien que me impresiona mejor. Se tiene que evaluar respetando el criterio y la fundamentación. Salvo hechos muy graves, uno tiene que ser objetivo en que si pregunto algo y me responden de una forma distinta a lo que pienso, en la medida que lo fundamente, yo tengo que evaluar esa postura. Yo creo que ahí vienen los cuestionamientos a las entrevistas.

¿Elegir a un juez es una decisión política?
En el TSJ definimos la política judicial. Hay una política criminal, una política social, una policial, que no tienen que ver con lo partidario. La Corte Suprema resolvió hace poco un tema en abstracto, algo que nunca hace porque resuelve sobre casos concretos. Pero se agotó el tema del aborto y la Corte dijo: saquemos en abstracto los lineamientos de cómo actuar, primero, a nuestros jueces y, segundo, a los gobiernos, pidiendo que se hagan los protocolos para los hospitales. Esa fue una decisión política de la Corte.

¿Es necesario definir un perfil de juez?
No podemos pasarnos diez años trayendo gente en forma permanente para hablar y debatir el tema. Ya hicimos todas las jornadas que había que hacer; hay libros y libros sobre el perfil y está definido. Entonces, el perfil que tengo que definir hoy yo, y para eso no hace falta ninguna jornada, es que, por ejemplo, este juez o esta jueza será para el juzgado correccional de Zapala. Entonces tengo que conocer (como consejero) que quien se presente tiene que saber sobre los problemas mapuches, porque será lo primero que va a tener que atender. Por el lado de la cuestión ética no la encontramos con un perfil, como dijo Zaffaroni, sino que es parte del ejercicio de la función. No voy a detectar en ningún momento que un juez no va a ser independiente o imparcial ¿Quién me va a decir que no lo va a serlo, si el ABC del ejercicio de la magistratura es la independencia interna y externa y la imparcialidad?

Dice que hay que cuidarse de las corporaciones. ¿Se sienten esas presiones?
No, pero por ahí las únicas voces que se sienten, salvo alguna ONG, son las quejas de los Colegios de Abogados del lugar en que se hacen los concursos, o de la Asociación de Magistrados. Yo digo: abramos un poco más el panorama porque estas son dos corporaciones. Entonces, cuando son críticos a la calificación de las entrevistas, pido que lo digan con nombre y apellido, porque cuando se pluraliza y se enfoca al órgano se comete una gran equivocación. Considero que es bastante injusta la calificación, lo que no quiere decir que no acepte la crítica.

La Legislatura rechazó el pliego de la candidata Pizzipaulo, que en la entrevista con los diputados criticó los juicios contra los militares. ¿Falló algo en el Consejo?
No, y creo que algunos diputados se equivocan cuando plantean eso. En la entrevista en el Consejo se hacen muchas preguntas y, entre ellas, se consulta por la vocación democrática y la defensa de los derechos humanos. ¿Alguien cree que si hubiera surgido esa respuesta que supuestamente dio, porque yo no estoy en la Legislatura, nos hubiéramos quedado tranquilos en la entrevista?

Usted fue crítico del perfil técnico de los candidatos de ese concurso. ¿Por qué llega el pliego a la Legislatura?
Debo hacer una mención personal: yo no voté precisamente en este caso a esta persona. Pero, en general, salió, por centésimos, como la de mayor puntaje. Pero hay un dato de la realidad: ojalá se presentara un número importante de candidatos, porque permitiría hacer una evaluación más amplia. En este juzgado se presentó muy poca gente, se declaró dos veces desierto y, por la necesidad de cubrir el cargo, se siguió adelante, a pesar de que tuvo una evaluación que estaba por debajo del 50%. Esa sería una de las cosas a reformar, para muchos de los que cuestionan, porque se podría poner en la ley el puntaje que permite pasar de una etapa a la otra.

Fuente: http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2012/4/8/el-consejo-de-la-magistratura-esta-rengo_143174