Mediante un comunicado de prensa, el «Centro Mandela DD. HH.» hizo llegar a los medios de comunicación del Chaco la nota presentada el 26 de febrero de este año ante el Procurador General del Superior Tribunal de Justicia, doctor Jorge Cantero, a propósito de los malos tratos, severidades y tormentos aplicados a los presos del Pabellón 8 de la Alcaidía de Resistencia el día 23 de febrero de este año. En la referida nota, el titular de la entidad, Rolando Núñez solicita una profunda investigación de los hechos, por lo que considera que le corresponde al Procurador General instruir al Fiscal Penal de Investigación en la línea de investigación, en donde se describe detalladamente los hechos, los posibles autores, las víctimas y los testigos.

También, destaca que las imágenes que reflejan los referidos malos tratos y severidades se publican en el siguiente link: http://www.infobae.com/2013/11/14/1523644-condiciones-inhumanas-tortura-y-celdas-vip-una-carcel-chaco.

«Los penosos hechos ocurridos en la Alcaidía el 26 de febrero constituyen un escandaloso caso de violación de los derechos humanos,  de notable gravedad institucional porque intervinieron en tal represión parte del personal penitenciario que aún continúa en actividad y altos jefes del servicio penal penitenciario», subrayó Núñez.

Afirmó que «tal cual viene funcionando la justicia penal, todo permite presumir que nuevamente se orienta a la total y absoluta impunidad de los agentes y funcionarios públicos que violaron los derechos humanos de los presos».

NOTA AL PROCURADOR GENERAL DEL S.T.J. DEL CHACO

Se subscribe la nota al procurador general, Jorge Cantero de forma textual: «La semana pasada se accedió a través de YouTube a un video que luego fue reproducido por algunos medios de comunicación y que en el curso de los últimos día fue eliminado, aunque a la fecha puede ubicarse en el siguiente linkhttp://www.infobae.com/2013/11/14/1523644-condiciones-inhumanas-tortura-y-celdas-vip-una-carcel-chaco.

El video referido  comprueba los castigos, severidades y tormentos aplicados por el personal penitenciario de la Alcaidía de Resistencia a los presos del Pabellón 8 y se corresponden con los hechos ocurridos a la mañana temprano del 26 de febrero de este año. Dicho pabellón  está ubicado en el primer piso, en la parte posterior de la Alcaidía. Tiene ocho celdas, cada una de las cuales contaba con varios camastros. Habitualmente se encuentran alojados más cantidad de presos que los camastros disponibles. En esos casos, dormían en el piso.

Muy temprano, cuando comenzó a aclarar, el personal penitenciario inició un procedimiento para efectuar una requisa y  recuento de presos, cuando en realidad fue un desalojo violento del pabellón. Esto supone que planificaron, se organizaron y realizaron los aprestos durante la noche. El personal penitenciario comenzó a golpear el portón enrejado del pabellón con sus cachiporras. A esa hora los internos estaban durmiendo. Algunos se despertaron y otros no. Dentro del pabellón se produjo una gran confusión y un fuerte desorden. Ya venían acumulando tensiones por la situación de colapso de las instalaciones, por el maltrato del personal y porque el día anterior cortaron el suministro de energía eléctrica desde el tablero externo del pabellón. Algunos presos  no quisieron salir porque tenían miedo de ser reprimidos. El personal penitenciario lanzó gases dentro del pabellón. Algunos de ellos tenían máscaras antigases. Dejaron a los presos bastante tiempo con el pabellón “gaseado”. Los internos se agolparon en la entrada del pabellón porque se ahogaban dado que la ventilación se produce por el portón enrejado de ingreso. Luego abrieron el pabellón y los internos salieron, solamente con las ropas con las que habían dormido, atropellándose porque necesitaban respirar. Cuando bajaron a la planta baja el personal penitenciario comenzó a aplicar castigos. Formaron el “túnel” para pegar, por el que pasaron los presos mientras iban siendo castigados. Los llevaron a un galpón. Les ordenaron que se tiraran al piso, boca abajo, con las manos atrás y los miembros inferiores cruzados. La mayoría de los presos tocía, lo que provocaba más gritos del personal penitenciario que ordenaba ¡silencio! Después comenzaron a sacar los presos del galpón. Algunos fueron llevados al Penal Nº 1, que en ese momento ya estaba desocupado y en refacción. Se llevaron a cinco internos, que como castigo fueron trasladados a la cárcel de Sáenz Peña.

El personal penitenciario que pudimos reconocer en el video

Del video referido pudimos reconocer que habrían participado del grupo de tarea las siguientes personas que integran el personal penitenciario, a saber: el oficial principal Augusto Zanier  y el oficial auxiliar Alejandro Fabian Isapi.

En el minuto 04:59 del video pudo observarse la presencia de una persona vestida de civil, con camisa mangas cortas, color claro, que daba órdenes. Es posible que dicha persona fuera el Sub-jefe del Servicio Penitenciario Policial, comisario Emilio Walter Molina, que de confirmarse establece un rango específico de autoría/responsabilidad en función de su jerarquía y rol en los hechos.

La versión oficial

Conocimos la información oficial al mediodía del 27 de febrero, o sea al día siguiente de los castigos a los que fueron sometidos los internos del Pabellón 8. Mantuvimos conversaciones telefónicas con el subjefe del servicio penitenciario, comisario mayor Emilio Walter Molina y con el comisario principal Adolfo Daniel Galeano, transitoriamente a cargo de la jefatura de la Alcaldía de Resistencia porque el comisario Jorge Ramón Ibarola no se encontraba en el establecimiento. Coincidieron en afirmar que a las 22:45 horas del día lunes 25 de febrero se inició un reclamo en el pabellón  como consecuencia de problemas en el suministro de energía eléctrica.  Los presos reclamaban que se rehabilite el servicio a través de la llave térmica del tablero.  El celador Rivero intentó accionar la llave térmica en varias oportunidades, pero no pudo resolver el problema.  Rivero señaló que un número determinado de internos gritaban ofensas, que le tiraron agua cliente y cascote, amenazándolos con “lanzas caseras”. El celador señaló como los principales “revoltosos” a los siguientes presos: Juan Centurión, Ricardo Alfonso, Marcelo Gómez, Ismael Lovey y Armando Saucedo.

Los funcionarios policiales señalaron que dejaron pasar la noche y que a la mañana siguiente (martes 26)  los internos del Pabellón 8 continuaban en situación de rebeldía, que colocaron colchones y frazadas recostados en el portón de rejas del pabellón, amenazando con iniciar una quema como protesta por lo ocurrido durante la noche.  Los jefes penitenciarios sostuvieron que también habían conectado cables con energía eléctrica a los barrotes del portón del pabellón.  Con ese argumento y la correspondiente orden jerárquica,  el oficial de seguridad interna -con el grupo de choque y personal penitenciarios-  “iniciaron las acciones para recuperar el control del pabellón.  Ingresaron al lugar y sacaron a los cinco presos que fueron señalados como los más revoltosos”.  Las autoridades de la alicaída le dispusieron el traslado de cinco presos a la cárcel de Sáenz Peña como represalia.

Violaciones sistemáticas y permanentes de los derechos humanos

Después de la represión los familiares se  manifestaron por los medios de comunicación.  Estaban preocupados y afligidos  por la salud y la vida de los presos, sobre todo los que fueron señalados como los más “revoltosos”, que fueron traslados a la cárcel de Sáenz Peña.  Denunciaron públicamente los graves hechos ocurridos.

Las celdas del Pabellón 8 estaban  en situación ruinosa, abarrotadas.  El hacinamiento y la congestión de presos eran totalmente inhumanos.  La alimentación y el cuidado sanitario eran precarios o inexistentes.  La ventilación, iluminación y los sistemas eléctricos y sanitarios  eran absolutamente deficitarios.  La prevención de posibles incendios y epidemias era casi nula. La situación de colapso del Pabellón 8 podía ser foco y fuente segura de graves conflictos entre la población carcelaria y el personal penitenciario. Así decantó la feroz represión del personal penitenciario que se planificó durante la noche anterior. Las máximas autoridades del sistema penitenciario provincial, los funcionarios del Ministerio de Gobierno y el Poder Judicial conocieron o debieron saber que el 26 de febrero se produjo una represión colectiva contra los presos  del Pabellón 8 de la Alcaidía de Resistencia.

II) Pruebas: a los fines de que el señor Procurador gire esta presentación a la Fiscalía de Investigación Penal que interviene en la causa que públicamente comprometieron iniciar, a continuación consignamos lo siguiente:

1) Se acompaña: un DVD que contiene imágenes tomadas por el Centro Mandela el 31 de enero de este año, en oportunidad de visitar la Alcaidía de Resistencia, destacándose las que corresponde al Pabellón 8 por su estado ruinoso, que dieron origen a los reclamos de los presos que luego motivaron los malos tratos, severidades y tormentos que personal penitenciario aplicó sobre los internos del referido pabellón.

2) Se ofrece: las siguientes testimoniales:

a) Personal del Servicio Penitenciario del Chaco

* José Luis Benitez, Jefe del Servicio Penitenciario Provincial al momento de los hechos;

* Emilio Walter Molina, Subjefe del mismo servicio;

* Jorge Ramón Ibarola, Jefe de la Alcaidía de Resistencia al momento de los hechos, quién actualmente se desempeña como Director General del Servicio Penitenciario Provincial;

* Adolfo Daniel Galeano, Subjefe de la Alcaidía de Resistencia al momento de los hechos;

* Augusto Zanier, Oficial Principal que figuraría en el video de los hechos

* Alejandro Fabian Isapi, Oficial Auxiliar que también figuraría en el referido video.

b) De los siguientes internos del Pabellón 8 que fueron víctimas de la represión:

* Juan Centurión

* Ricardo Alfonso

* Marcelo Gómez

* Ismael Lovey

* Armando Argentino Saucedo

c) Familiar:

Sra. Sristina López Fuentes, domiciliada en Lote 241, Villa Elba, Fontana, concubina de Armando Argentino Saucedo, interno del pabellón 8 que fuera reprimido en la ocasión.

d) A. Rolando Núñez, Coordinador del Centro Mandela, con sede en avenida Alberdi Nº 338, Ciudad, a los fines de que deponga sobre todo lo que fuere de su conocimiento, en particular sobre los contenidos de las conversaciones telefónicas mantenida con los comisariosAdolfo Daniel Galeano y Emilio Walter Molina.

III) Solicita se nos informe sobre la causa en trámite: a los fines que corresponde en derecho, solicitamos que el señor Procurador General nos informe en la carátula, número de expediente y Fiscalía de Investigación donde se tramita la causa cuya apertura comprometieran públicamente las autoridades para investigar los hechos reflejados en el video de referencia. Esta solicitud se efectúa por el término y bajo la correspondiente cobertura legal».