El juez federal Norberto Oyarbide pidió ayer la captura internacional del ex presidente de facto del Perú, Francisco Morales Bermúdez y su posterior extradición, acusado del secuestro y el traslado de 13 opositores políticos desde ese país hacia la Argentina, en el marco del denominado Plan Cóndor. El magistrado afirmó que pedirá la colaboración de Interpol para la “detención preventiva” del ex dictador peruano mediante un exhorto que será girado por la Cancillería. En el marco de la misma causa, Oyarbide también llamó a declaración indagatoria a los represores Jorge Rafael Videla y Albano Harguindeguy, para los días 22 y 23 de febrero próximos, en su carácter de colaboradores en el operativo.
La denuncia fue impulsada por Ricardo César Napurí Schapiro, quien junto a otras doce personas, fueron capturados en la madrugada del 25 de mayo de 1978, por estar en contra de la dictadura instaurada en Perú por Morales Bermúdez. Acusados de “actividades subversivas”, los dirigentes de izquierda, dos marinos y un periodista fueron deportados sin orden judicial con destino a la Argentina. Una vez desembarcados en Jujuy e ingresados en el Regimiento de Montaña 20, se les ofreció asilo político y ante el rechazo de todos los secuestrados, se los trasladó a Buenos Aires, donde fueron distribuidos en distintos lugares de detención. La embajada peruana, entonces, les emitió pasaportes nuevos, a condición de que pudieran elegir el destino al cual serían deportados con posterioridad, exceptuando Perú.
Oyarbide dio por probado que este operativo se dio en el marco del Plan Cóndor para la desaparición y asesinato de opositores políticos, llevado adelante por las cúpulas dictatoriales de los países del Cono Sur. Por este motivo imputó también a los ex dictadores Jorge Rafael  Videla y a Albano Harguindeguy, además de considerar las pruebas documentales aportadas corroboraron los testimonios brindados por las víctimas.