La sentencia que absolvió al juez Pablo Iribarren por su desempeño en la investigación del primer triple crimen de Cipolletti «es nula», según la legisladora del FpV e integrante del Consejo de la Magistratura Ana Piccinini, quien votó en minoría por la destitución. «El artículo 45 de la Ley 2434 comienza diciendo: «El Consejo de la Magistratura deliberará en sesión secreta y apreciará la prueba conforme a las reglas de la sana crítica (…)» y aquí no se deliberó. No se discutió. Impidió hacerlo las entradas y salidas permanentes de los abogados y del legislador por General Roca, Alejandro Betelú, de la sala, luego transformadas en ausencias de días enteros», cuestionó en un comunicado. «La ausencia del presidente, Dr. Bustamante, quien priorizó otros compromisos en Viedma, facilitó aún más el desorden», criticó.

Para la ex defensora del Pueblo la sentencia «es nula porque no cumplió con uno de los preceptos fundamentales sobre el que se debe basar, que es la discusión, la ponderación de la prueba, el análisis de la acusación, la posibilidad de que un consejero pueda escuchar los fundamentos del otro, convenciéndose o convenciéndolo».

La funcionaria puso en duda la autoría de los votos de quienes se pronunciaron por absolver al juez. «Los votos de la mayoría aparecieron mágicamente escritos dos horas antes de su impresión definitiva (…) Los abogados y Betelú se desesperaban por leer lo que iban a firmar, vaya uno a saber de qué autoría», dijo.

Sostuvo que con la falta de debate «comprendí que las que sosteníamos el mal desempeño habíamos perdido ampliamente, no solo la posibilidad de condenarlo y hacer justicia, sino la oportunidad de discutir, de deliberar. Las cartas estaban echadas, lo estuvieron desde el principio. Todo fue una farsa. Había que salvar a Iribarren, tal lo convenido hace muchos años atrás», denunció.

Y fue más allá y cuestionó hacia afuera: «Durante el juicio rondaban magistrados (de Roca y de Viedma) ansiosos que en lugar de estar en sus despachos haciendo sus tareas se clavaron en las sillas dispuestas para el pueblo intentando presionar, desde luego a los abogados. Incluyo la esposa del juez no dejó de gesticular, mandando mensajes de aprobación o reproche dirigidos con toda sospecha a los abogados que litigan ante su estrado, ya que es camarista laboral, compañera del Dr. Diego Broggini en dicha Cámara; un consejero que juzgaba en ese momento a su esposo».

También cuestionó que el Colegio de Magistrados «presionaba antes del dictado de la sentencia con comunicados más propios de la barra brava que de hombres y mujeres del derecho».

Fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/para-ana-piccinini-la-sentencia-que-absolvio-a-iribarren-es-nula-850719-9521-nota.aspx