Más tarde los involucrados en el suceso fueron detenidos en un operativo policial que derivó en agresiones los uniformados, uno de ellos resultó lesionado y fueron dañados tres patrulleros. Los dos sospechosos de 18 y 19 años, ahora están con prisión preventiva domiciliaria por el término de cinco días, según el pedido que realizó el fiscal Alejandro Gilardenghi. Esta medida ha provocado profundo malestar en las filas policiales y al mismo tiempo muchísima bronca en la víctima.

González recibió ayer a LA REFORMA en su domicilio particular, no ocultó su desazón por la actuación de la Justicia, admitió que se siente desprotegida y tuvo elogiosos conceptos para el trabajo policial. “Salí de mi trabajo, en calle 9 esquina 4, una productora de seguros, tomé en bicicleta la calle dos como lo hago siempre para dirigirme a mi casa. Entre 21 y 23 de me acerca una moto, se me pusieron al lado de la bicicleta, realmente me asusté. Yo en el canasto llevaba un bolso chico, habitualmente lo llevo tapado con revistas, papeles o alguna otra cosa. Me subí a una vereda e hice toda una cuadra, esperé como diez minutos en la esquina de la 23 y cuando vi que no estaban más, decidí seguir”.

“Al llegar a la 27 -prosiguió- delante mío una moto Dax pone el guiñe para doblar, en ese momento se acerca la moto que me había cruzado antes, cuando me quise acordar la tenía encima. La persona que venía atrás, tiró el cuerpo para sacarme la cartera, me desestabilizó, caí, me doblé el tobillo, empecé a gritar y enseguida apareció la chica de la moto Dax para ayudarme, manifestando que a ella también le habían querido robar unas cuadras antes y que había visto la cara de estas personas. Ella los siguió pero no los pudo alcanzar, llamé al 101, los vecinos me ayudaron y rápidamente llegó la policía. Todo eso fue un ratito, lo demás viene después, es allí donde empieza la odisea”, dijo casi sin pausas la víctima del arrebato para recordar lo sucedió durante el último jueves por la noche.

“En la cartera tenía mi vida, es así en casi todas las mujeres, desde efectos personales hasta documentación y encima el dinero que no era mío. Vivo muy lejos de mi trabajo, cuando me voy para la 9 y la 4 me llevo todo lo que puedo necesitar, incluso remedios”, expresó a manera de lamento por lo que le habían sustraído.

Posteriormente comenzó con el relato de los pasos que fue dando en función del hecho que la había tenido como víctima, los ojos ya evidenciaban su estado de ánimo, la angustia y la bronca eran indisimulables: “Cuando terminé de hacer la declaración en la Comisaría Segunda, llegó la chica que me había ayudado. La verdad un actitud muy valiente la de ella, máxime cuando hoy en día nadie quiere comprometerse. Nuestras declaraciones prácticamente fueron similares, hicimos la misma descripción de las personas. La persona que llevó la cartera tenía su mano derecha en el bolsillo, lo hizo con la izquierda y tirando su cuerpo sobre la bicicleta. Entre lágrimas y todo lo que siente cuando uno sufre lo que sufrí yo, le digo a la policía que ese sujeto puede ser zurdo o bien tiene un tatuaje en la mano derecha. Con todos esos datos y otros que fuimos aportando, salieron los móviles y a las 12 de la noche me informan que fueron detenidos. Me enteré de todo lo que había ocurrido, hasta me sentí casi culpable por las lesiones y todo lo que ocurrió en ese procedimiento. Lo peor fue ayer, al enterarme que estaban libres, mejor dicho con arresto domiciliario”.

“La policía se ha preocupado en forma notable”

Casi sin preguntarle comenzó a contar cuáles eran sus sensaciones al enterarse de la decisión que había tomado el fiscal Alejandro Gilardenghi: “Lo mínimo que pensé era que estarían diez días detenidos y que el viernes me iban a estar llamando desde al Justicia para ir a identificarlos. Hasta organicé mi trabajo para estar a disposición. Ayer, cuando me entero de la vergonzosa decisión, sentí que estamos desprotegidos como sociedad, que la policía trabaja al pedo, no hay nada de respeto por nadie. Están cobrando un sueldo que pago yo con mis impuestos, vivo de mi trabajo. Estos señores de la Justicia actúan con total impunidad”.

Esa fue la primera de las críticas hacia quienes deben impartir la ley; por unos minutos volvió a expresar lo que percibe interiormente y no pudo detener las lágrimas: “En esa cartera están mis llaves y toda mi documentación. Mañana estoy acostada y capaz que tengo a los tipos adentro porque ellos tienen como entrar a mi casa. Siento que mi intimidad está en manos de otros, llega un momento que pienso para qué voy a denunciar. La policía arriesga su vida y alguien decide darle más protección a los delincuentes a que las víctimas”.

Patricia González hace dos años también fue víctima de un arrebato, aquella vez frente a Telefónica de Argentina. Asegura que aquella vez no sintió lo que siente hoy por la sencilla razón de que sólo le llevaron dinero.

Luego retomó el tema de la actuación judicial y puso de manifiesto la contención que tuvo de parte de la fuerza de seguridad: “La policía se ha preocupado en forma notable, el comisario Mauro Bertone y el comisario general Fabio Caimari han estado en permanente contacto. En el mediodía de hoy (por ayer) me entrevistará una psicóloga dispuesta por la policía, las respuestas las tuve de quien menos pensaba. Esperaba que de la Justicia me llamaran pero nunca lo hicieron, Tengo bien claro que debería existir una Oficina de Atención a la Víctima, pero no está, ni va a estar”. 

“No creo que hayan sido arrebatos al voleo”

A medida que pasaban los minutos Patricia González sumaba críticas hacia el accionar judicial y la última parte de la entrevista fue casi una sucesión de preguntas con respuestas concretas que no necesitan de doble lectura. Sus palabras son tan certeras como contundentes, incluso anticipó que hoy estará en la reunión de vecinos preocupados por la inseguridad, que se desarrollará desde las 18:00 en la esquina de 22 y 9, precisamente frente al Palacio de Tribunales. 

-¿Tiene presente quien es el fiscal de la causa?

-Sí, el doctor Alejandro Gilardenghi. 

-¿Que le diría si lo encontrara o pudiera hablar con él?

-Le preguntaría si va ir a comer el asado con los dos tránsfugas que me robaron la cartera con 4 mil pesos. También le diría que ojalá nunca le pase algo parecido a la familia de él. Ellos andan en autos, tienen otra vida diferente a la nuestra. 

-¿Patricia como es un día habitual de su vida?

-Salgo de mi casa antes de las 8:00, voy a mi trabajo hasta las 12:00, hago bancos y regreso a las 14:00. Me hago la comida, como, limpio, voy al gimnasio si me queda tiempo y vuelvo a las 16:00 al trabajo para regresar a casa a las 21:00. Todos los días hago como mínimo cuatro viajes en bicicleta. Me vine a vivir a las afueras para tener tranquilidad, hace doce años que soy productora de seguros y quince que vivo sola. Todo el mundo me conoce, trabajé hace años en el Banco de La Pampa.

-¿Tiene temor?

-Claro que sí, ellos saben quien soy yo, En cualquier momento pueden aparecer por mi negocio o por donde sea. No creo que hayan sido arrebatos al voleo, a la chica que me ayudo casi le pasa lo mismo y también es cobradora. Es decir, estoy convencida que conocen lo que hacemos y por dónde andamos. A ella también le pegaron el tirón de la cartera antes que me robaran a mí.

-A partir de esto ¿está convencida de que no hay protección para la sociedad desde la Justicia?

-Estamos totalmente desprotegido, hoy me pregunto para qué denuncié. Ya no sé para qué pago mis impuestos y para qué cobran los sueldos que cobran. Hoy robás y no vas preso; violás y a los dos años salís en libertad; vos matás pero por buena conducta salís gracias al 2 por 1. Lesionás a dos policías y rompés tres patrulleros pero no pasa nada. Si esto le hubiera pasado a una persona de poder quisiera saber cuál hubiera sido la respuesta, aunque a ellos no les pasa, porque no andan en bicicleta. Esto pasa por la justicia y el país de mierda que tenemos. 

-¿La crítica es hacia la Justicia o hacia quienes tienen que aplicar la ley?

-La ley tiene mucha antigüedad, pero con las reformas que hicieron ahora vamos a juicios abreviados, al arrepentimiento y pagar lo que te robé, a conciliaciones, etc. Hay garantías para los delincuentes pero no para nosotros, nunca se protege al ciudadano común. Faltan huevos en la Justicia a la hora de aplicar la ley y firmar lo que deben firmar. No sé si es una lucha de poder entre la Justicia y la Policía, entre el Fiscal y el Juez, no sé por dónde pasa la cuestión, pero los vecinos quedamos al medio, totalmente indefensos.

Encontraron la cartera

En la madrugada de ayer a la salida del salón de eventos ‘El Palmar’, ubicado sobre la Avenida ‘Isidoro Brunengo’, un empleado del lugar encontró la cartera de Patricia González. En el interior de la misma se encontraba toda la documentación personal de la mujer, las tarjetas de débito y crédito, cheques, las llaves de su casa y otras pertenencias.

La víctima del arrebato notó el faltante de unos auriculares que habitualmente usaba con el teléfono celular, una lapicera y un espejo de mujer. La cartera junto con todos los elementos quedaron a disposición de la policía para el correspondiente peritaje.

En el mediodía de ayer y por la noche, González fue visitada por una profesional dispuesta por la fuerza policial para asistirla en la parte psicológica.

 

Fuente: http://www.diariolareforma.com.ar/noticias_detalle.php?id=14943