Jefes policiales que le ocultan información a los jueces. Un informe que nadie lee, una denuncia que no se recibe. Y una investigación en marcha que tiene la oportunidad de poner las cosas en su lugar, al menos por un rato.

 

La versión de las “autolesiones” es la primera de la que echan mano los guardias cuando hay una paliza en la cárcel. Hay oídos judiciales entrenados para desconfiar de esos comentarios (conexcepciones, por supuesto), y cada día aparecen nuevas razones para el recelo.

El último ejemplo es el caso de Roberto Cifuentes, un preso de excelente conducta, que participó de una feria de ciencias y nunca tuvo problemas en la Unidad 11.

La secuencia

El domingo 20 de octubre cumplió su salida transitoria y cuando regresó fue golpeado por la guardia. Los motivos (intento de justificación) no están claros, como ya se verá.

El médico forense Alejandro Cozzarín lo revisó el lunes 21 de octubre a la tarde y constató que estaba lesionado. Bastante, según el informe que redactó.

El martes 22, la jueza Florencia Martini realizó una visita por otros motivos a la Unidad 11 y el subjefe, subcomisario Ibáñez, le informó que había existido un problema con Cifuentes “que no era del mayor gravedad”.

A esa hora, Cifuentes estaba golpeado y encerrado en una celda de castigo.

Martini fue muchos años defensora oficial, conoce las mañas de guardias y policías. Estaba en la cárcel justamente por un hábeas corpus de detenidos que reclaman por sus derechos. Por una vez confió en Ibáñez y no pidió ver a Cifuentes.

Bandeja equivocada

Ese mismo martes 22, mientras la jueza estaba en la cárcel, en la Cámara Segunda aterrizaba un informe oficial firmado por el jefe de la Unidad 11, comisario inspector Claudio Pérez, donde constaba la gravedad de las lesiones sufridas por Cifuentes.

Sin embargo, el papeleo cayó en la bandeja equivocada y, por un error burocrático, no lo leyeron los ojos adecuados.

El jueves 24 Cifuentes fue llevado a la Cámara para una audiencia con Martini quien ahí pudo constatar que tenía golpes. Lo revisó la médica forense Jorgelina Carmona quien encontró las mismas lesiones que había detectado Cozzarín y otras nuevas, que estimó producidas el día anterior.

Contradicciones en audiencia 

Atemorizado, Cifuentes no quiso hacer ninguna denuncia. Pero Martini no estuvo dispuesta a dejar las cosas así, y tramitó un expediente de hábeas corpus en base a una presentación de un defensor oficial.

El viernes 25, el jefe de la cárcel Claudio Pérez asistió a una audiencia de hábeas corpus para la que fue citado. Contradiciendo su informe del martes 22, dijo que ese día (el martes) había hablando a Cifuentes y no le había visto lesiones.

También contó que el guardia Maliqueo “le podría haber dicho algo (a Cifuentes) que lo ofuscó”, cuando en el informe del martes se mencionaba que Cifuentes había agredido a Maliqueo “sin motivos”.

Y para completar el cuadro, invocó las “autolesiones” para explicar las heridas recientes de Cifuentes, detectadas el jueves y producidas según la forense, el miércoles.

La Cámara no le preguntó por las contradicciones porque no habían leído el informe del martes 22, que seguía en la bandeja equivocada.

El hábeas corpus 

El 31 de octubre la Cámara resolvió un hábeas corpus (aquí en word) en el que dispuso el traslado de Cifuentes a otra unidad de detención, y ordenó que a partir de ahora la Unidad 11 deberá informar de inmediato por teléfono sobre cualquier incidente que se produzca con internos.

Por último, envió todos los antecedentes al fiscal Maximiliano Breide Obeid para que investigue la agresión a Cifuentes y la conducta del comisario inspector Claudio Pérez.

Investigación en marcha

Porque Breide Obeid ya tenía una investigación abierta. Fue a su pedido que el lunes 21 el médico Cozzarín revisó a Cifuentes.

Ese lunes, a la madrugada, el agente Maliqueo se presentó en la fiscalía con la intención de denunciar presuntamente a Cifuentes por lesiones.

No le tomaron la denuncia en ese momento y le pidieron que regresara en otro horario.

La oportunidad se perdió: Maliqueo nunca volvió. En cambio, se presentó en la comisaría 20, con jurisdicción sobre la cárcel, y allí presentó la denuncia.

La Cámara Segunda le pidió al comisario inspector Pérez una copia del certificado médico de Maliqueo.Todavía lo está esperando.

 

http://fueradelexpediente.com.ar/2013/10/31/pequenos-y-grandes-detalles-alrededor-de-un-hombre-golpeado-en-la-carcel/