El debate por la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal sumó el trascendental relato de las experiencias internacionales. En los últimos días habló durante un seminario en el Senado el portugués João Castel-Branco Goulão, coordinador del Centro de Drogas Ilegales y Alcohol del Ministerio de Salud de su país. Portugal descriminalizó la tenencia de estupefacientes en 2001. Pero mantuvo otras sanciones distintas de la penal como forma de prevenir el consumo.

«Se sacaron las drogas de la órbita del derecho penal, pero siguen siendo sancionadas dentro del derecho administrativo», aclaró el especialista, invitado a disertar por la Asociación Intercambios. Goulão también aseguró que para que una política de despenalización dé buenos resultados es fundamental que el sistema de salud esté eficientemente preparado para asistir a los usuarios de drogas.

Goulão relató el trabajo desarrollado en Portugal tras la crisis de consumo de drogas de los años 90: «Dado que prácticamente en todas las familias había algún consumidor de drogas, se instaló un sentimiento colectivo para hablar de despenalización. Es que nadie podía considerar a la persona que conocía como un criminal que debía ser encarcelado».

Tras un análisis de la situación, del que Goulão participó activamente, Portugal delineó su camino. El esquema, explicó Goulão, determinó la existencia de cantidades específicas señaladas como suficientes para diez días de consumo personal. Se tolera la portación de dos gramos de cocaína y cinco gramos de marihuana sin que eso sea considerado material para la comercialización.

«Todos los umbrales son arbitrarios, y éstos también lo son, pero funcionan bien; resulta importante siempre contar con una referencia», explicó Goulão, que además de su cargo en Portugal es presidente del Observatorio Europeo de Drogas.

Un día antes que él, en la exposición realizada ante las comisiones de Diputados, el ministro de la Corte Eugenio Zaffaroni rechazó la posibilidad de fijar aquí valores máximos de droga para consumo personal en una ley como la que está en debate, precisamente, en la Cámara baja.

EL INFRACTOR, EN OBSERVACIÓN

En Portugal, explicó Goulão, se instauró un sistema que denominó de «tarjeta amarilla». La persona hallada con drogas para uso personal debe seguir un proceso administrativo bajo supervisión del Ministerio de Salud. El caso no termina hasta que el infractor es evaluado, y a partir de ahí las opciones son múltiples.

Entonces, tras ser descubierto por la policía, el infractor debe presentarse en una oficina especial de salud dentro de un período de 72 horas. Ahí se analizará su caso. Si se advierte que hay un consumo problemático, una adicción, el infractor será invitado a hacer una rehabilitación.

En caso contrario, aparecen otras variantes. Si la persona sorprendida con drogas no es definida por la autoridad médica como adicta, sólo se llevará la «tarjeta amarilla».

Si dentro de los siguientes seis meses vuelve a ser arrestada con drogas en su poder, entonces recibirá sanciones de tipo administrativo. Pueden ser multas económicas, prohibición de salida del país, obligación de realizar trabajos comunitarios o la interdicción para frecuentar lugares de potencial consumo de drogas. Ignorar esas sanciones, entonces sí, deriva en causas penales.

Portugal también decidió estudiar las razones que llevaron al eventual infractor al consumo de drogas; sean esas posibles causas sociales o económicas, el Estado debe intervenir en beneficio de esa persona.

Durante la charla en el Senado -en la que estaba prevista la presencia del vicepresidente, Amado Boudou, quien envió una carta de disculpas por su ausencia-, Goulão también sostuvo que, a partir del sistema diseñado, en su país «la despenalización no ha actuado en forma negativa, no condujo a una situación catastrófica».

El especialista defendió el esquema de sanciones administrativas como forma de prevenir el consumo. Y mostró gráficos en los que evidenció la disminución del uso de drogas por parte de los adolescentes.

Y concluyó: «Si se quita la acción del sistema penal, hay que tener otro tipo de respuesta frente al consumidor. Es necesario que el sistema de salud esté preparado para recibir a personas con problemas de consumo, eso es determinante».

PASO A PASO 

  • Sistema preventivo. En Portugal fue despenalizada la tenencia de drogas para consumo personal, pero se mantuvieron sanciones dentro del derecho administrativo para aquella persona sorprendida con estupefacientes en su poder.
  • Determinación de cantidades. En el momento de despenalizar la tenencia, en Portugal se definió la cantidad máxima de cada droga que podía ser considerada como de consumo personal: dos gramos de cocaína y cinco de marihuana.
  • Captura y evaluación. La policía debe incautar todas las dosis de droga, aunque sean para consumo personal; debe dar parte a las oficinas del sistema de salud para que el infractor sea evaluado. Si se determina una adicción, la persona deberá ir a tratamiento.
  • Castigos previstos. En caso de no ser un adicto, la persona recibe una amonestación. Si la situación se repite dentro de un período de seis meses, se le aplican sanciones tales como multas y pérdida de derechos sociales, entre otras.

 

MIL KILOS DE MARIHUANA EN MISIONES 
Efectivos de la Prefectura Naval secuestraron ayer 1047,49 kilos de marihuana, fraccionada en 822 panes, en una embarcación abandonada en la costa del río Paraná, a la altura de Corpus, Misiones. Los prefectos dieron con la carga tras detectar una camioneta que se dirigía hacia ese lugar.

fuente: http://www.lanacion.com.ar/1481036-portugal-descriminalizo-pero-sanciona