En el juzgado de Saladas declararon cuatro testigos. Solicitarán un estudio de piel para determinar con que elemento de combustión quemaron a la víctima. La querella pedirá llamar a indagatoria a los cinco policías que están imputados por la muerte del embarcadizo y exhumar el cadáver.

Ayer en el juzgado de Instrucción de la localidad de Saladas, prestaron declaración testimonial cuatro personas por la muerte en una comisaría de la localidad de San Lorenzo, de Raúl Cardozo. En la audiencia se presentaron los resultados de la autopsia. El estudio forense determinó que a la víctima la golpearon salvajemente en la espalda y cabeza, la desnudaron para luego quemarla y que al momento de su detención, el hombre no estaba alcoholizado como se dijeron desde un momento. De todas maneras, los abogados querellantes solicitarán exhumar el cadáver para que sea sometido a una nueva autopsia, ya que no realizó un estudio de piel para determinar con que elemento de combustión quemaron a la víctima. Hoy presentarán un escrito donde solicitarán que llamen a indagatoria a los cinco policías imputados en la causa.
La primera en declarar ayer fue la enfermera Ester Sánchez, quien dio detalles precisos del hecho. “Dijo lo que sabe, que escuchó los apremios ilegales de la policía ya que se encontraba en la salita de Primeros Auxilios que queda a lado de la comisaría, que escuchaba los golpes y cómo se lo bancó. Escuchó cuando pidió por su familia, y contó que le dijo a su marido y al chofer de la ambulancia que actúen para evitar pero que le dijeron que no se meta”, relató ayer en comunicación con El Litoral el doctor Ernesto González, uno de los abogados querellantes.
El segundo en declarar fue el médico de la salita, doctor Frías. “Estuvo frágil de memoria, contó que fue el primero en ver a la víctima hasta que lo trasladaron al Hospital Escuela. Estuvo algo reservado y con miedo, lo que pasa es que está la Policía de por medio y todos tienen miedo”, explicó González, quien le recomendó al testigo que no se olvide que está bajo juramento. “De repente se acordó de todo, pero le tuvimos que preguntar y preguntar”, aseveró el letrado.
El tercero en atestiguar fue el chofer de la ambulancia, quien también estuvo frágil de memoria. “No se nada, estuve en mi casa todo el día hasta las 22 que me llamaron. Llevé la ambulancia y después fuimos para Corrientes”, dijo el abogado querellante.
En la indagatoria se contradijo el chofer ya que negó haber estado con la enfermera y que a la ambulancia la dejó en horas de la tarde en la salita. Contó que estuvo en la fiesta de doma.
En los próximos días los querellantes pedirán exhumar el cuerpo de la víctima para que realicen una nueva autopsia. “Le dieron una paliza en la espalda y dos severos golpes contundentes en la cabeza. Pediremos que tomen muestras de la piel para que se determine con qué elemento lo quemaron. Al hombre en la comisaría lo desnudaron, lo dejaron en medias y ropa interior”, dijo el abogado Rubén Leiva.