El Ministerio de Seguridad santafesino inició el año anterior la construcción y remodelación de distintas comisarías y subcomisarías de Rosario, Santa Fe y otras localidades de la provincia. El plan consiste en “lograr un espacio para que tanto los vecinos que hacen denuncias, como los policías y los presos tengan un lugar digno que respete las normas internacionales de seguridad y convivencia”, según expresó Cristian Caturelli, arquitecto del ministerio a cargo de las obras que tienen un costo que fluctúa entre los 2 y los 2,5 millones de pesos para cada unidad. “La idea de prisión tal como la teníamos y tenemos en Santa Fe —agregó el funcionario— es un concepto antiguo. Hay que traer las seccionales al siglo XXI”.
  El objetivo del Ejecutivo provincial en Rosario es cumplir al acta acuerdo firmada en los últimos días de 2014 con el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal en el marco del hábeas corpus correctivo y colectivo presentado hace un año para denunciar el estado de hacinamiento e inhabitabilidad reinante en los penales de las dependencias policiales locales.
  En ese documento se establece, como adelantara La Capital el pasado 31 de diciembre, que para el 6 de agosto de este año no habrá más de 230 reclusos en las seccionales de la Unidad Regional II, según dispuso la jueza Roxana Bernardelli cuando hizo lugar al recurso de amparo.

De paso. “Estamos hablando de un nuevo concepto de comisarías, totalmente diferente a las existentes. Estas están pensadas para que los detenidos realmente estén de paso según lo establece el nuevo sistema penal que rige en la provincia. Para eso se demuele lo anterior y se construyen nuevos espacios que cumplen con todos los requisitos de estándares internacionales relativos a ventilación, iluminación natural y servicios sanitarios”, aseguró Caturelli.
  Esas renovaciones edilicias llevan el nombre técnico de Módulo Transitorio de Detención y consisten en espacios de 84 metros cuadrados aptos para 12 reclusos y en el que “no deberían estar más de 72 horas, el tiempo necesario para que asistan a la audiencia imputativa”, trámite que deben atravesar si están sospechados de un delito.

En marcha. Las obras que se pusieron en marcha en marcha para dar cumplimiento a ese mandato son en las comisarías 6ª, 22ª, 24ª, sub 18ª, sub 19ª, 21ª y 15ª de Rosario, así como en la 27ª de Arroyo Seco y la 26ª de Villa Gobernador Gálvez.
  “Los módulos están construidos en hormigón armado y constan de un espacio de sanitarios, comedor, patio y literas para dormir. Es un pabellón en el que los presos pueden desplazarse hacia un patio de 30 metros cuadrados y en los que se puede ver el cielo. Todo está asegurado con rejas y hormigón indestructible”, detalló el profesional.
  Los espacios del comedor tienen banquetas y mesas de hormigón agujereadas que contribuyen a la higiene del lugar y facilitan el escurrimiento del agua. Además en ese sector se instalará una ventana de un metro por un metro que respeta normas internacionales de aireación y luz.
  El baño cuenta con ducha e inodoro irrompibles, los que en caso de fallar el sistema se repara desde el exterior. Las duchas brindan agua caliente por medio de dos termotanques externos.
  El módulo permite, a través de puertas de emergencia, desalojar rápidamente a los prisioneros, tomar contacto con ellos y hacer requisas de forma independiente y sin observación del compañero de pabellón. Respecto de la alimentación, los bloques se adaptan para que la comida sea entregada a los detenidos con el sistema de viandas a través de una ventana.
  Los pabellones no tienen rejas internas y se denominan espacios colectivos. “Es lo que se impone en varios países y respeta convenios internacionales referidos a la captura y a normas a seguir en la detención de personas a los que adhirió la Argentina”, dijo Caturelli.

Mejor convivencia. La seguridad está prevista por medio de distintos espacios externos y la convivencia de los detenidos quedaría, como sucede habitualmente, a consideración de los responsables de la seccional. Pero el plan no sólo contempla cambios edilicios, advirtió el arquitecto, ya que “también se priorizó la funcionalidad de la comisaría en su conjunto. Los vecinos tendrán un lugar de espera mientras hacen los trámites y los agentes policiales contarán con baños y cocinas acordes con la función de vigilancia y laborales”.
  En varias de las seccionales se hizo además un trabajo en conjunto con el ministerio de Obras Públicas. “En algunas se tiraron paredes, se parquizaron espacios ociosos y se adecuaron otros para hacer el lugar más funcional”, amplió el funcionario, que aseguró que para este año —el acta acuerdo entre el gobierno y la SPDP puso como plazo el 6 de agosto— se habrá concluido con la construcción de la Unidad Penitenciaria 16, en el límite entre Rosario y Pérez, además de dos nuevos pabellones en la Unidad Nº 11 de Piñero.

 

 

http://www.lacapital.com.ar/policiales/Remodelan-comisarias-para-adecuar-el-alojamiento-de-presos-20150119-0032.html