LOMAS DE ZAMORA (Especial para Urgente24). La designación de Ricardo Casal como nuevo Fiscal del Estado es la novedad sobresaliente dentro de los cambios que tiene resuelto introducir en el gabinete de ministros el gobernador Daniel Scioli, como parte de un plan de acción dispuesto a mejorar el desempeño electoral del Frente para la Victoria en las elecciones generales del próximo 27 de octubre pero con la moderada expectativa de acortar la ventaja que le lleva el Frente Renovador liderado por Sergio Massa.

Los anuncios son inminentes y solo restan detalles para que sean oficializados en las próximas horas después de que Juan Gabriel Mariotto prestase su conformidad y asumiese el compromiso de garantizar en el Senado provincial los dos tercios de los votos imprescindibles para que el pliego sea convalidado en el recinto.
Como titular de ese cuerpo, el vicegobernador resistió el año pasado esa posibilidad en su papel de ariete de la Casa Rosada contra su superior. Desde entonces  su posición frente a la Casa Rosada y a Scioli ha variado y se espera que ese no sea el único cambio dentro del realineamiento general iniciado con la inclusión de urgencia del gobernador en la campaña oficialista por los PASO.
El consentimiento del Senado a la propuesta que le elevará Scioli tal como exige la Constitución no será gratuito: el vicegobernador exigió y obtendría que un hombre de su confianza integre el gabinete de ministros. Como desde que asumió en diciembre del 2011, el candidato firme sigue siendo Néstor Pan y la cartera codiciada la misma de entonces: la dirección General de Escuelas.
Titular de la  Comisión Nacional de Acreditación y Evaluación Universitaria (Coneau) del ministerio de Educación de la Nación y con mandato hasta el 2015, Pan viene urgiendo a Mariotto con alternativas para abandonar ese cargo. No tanto por diferencias con el norte económico que se apresta a adoptar el gobierno nacional sino por una estricta lógica de supervivencia: no desea quedarse hasta que el último apague la luz en una administración que comenzará a terminarse cuando el nuevo rumbo sea comunicado.
Esa probabilidad es firme y trascendió el fin de semana en el Conurbano, donde Diego Bossio participó de varios encuentros con dirigentes de la Tercera Sección Electoral a quienes confió que la interna en el equipo económico se estaría saldando a favor de quienes creen agotados algunos capítulos del auto rotulado modelo. Lo que dejaría en posición incómoda al ala más intervencionista encarnada especialmente por el viceministro Axel Kiciloff.
Junto a la presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Ponto, el jefe de la Anses sería uno de quienes encarnar una modificación sustancial en la interlocución con la presidente Cristina Fernández después del 11 de agosto, de acuerdo a la versión de un intendente kirchnerista. “El lugar que alguna vez supo ocupar Boudou, lo hace ahora Bossio pero con fundamentos técnicos  y académicos” precisó para describir esos diálogos en los que esos funcionarios harían una descripción “cruda y dura” de la realidad a la primer mandataria.
En ellos, la idea del endeudamiento habría comenzado a ser analizada sin prejuicios ideológicos y como una de las pocas salidas viables en la actual coyuntura.
Ese tipo de disenso se habría vuelto moneda corriente: el mismo 13 de agosto en la visita que efectuó a la Casa de Gobierno y que cerró con una fallida rueda de prensa junto a Florencio Randazzo, Martín Insaurralde expuso los suyos frente a Cristina por el manejo y la orientación de la campaña en la provincia de Buenos Aires.
En apariencias, la Presidente habría aceptado los cambios propuestos que no solo pasan por ampliar el menú de la agenda que podrá abordar el intendente de Lomas de Zamora en septiembre: lo más sustancioso es la incorporación de parte de su equipo más íntimo del Municipio al área de decisiones más inmediata para oficiar de nexo con la Casa Rosada y con Daniel Scioli.