A las 17 hs del día 24 de abril de 2004, se produjo un incendio en el interior del pabellón 3 de la Unidad 29 de Melchor Romero. Luis Angel Gorosito Monterrosa, detenido que se encontraba alojado en la celda 10 de ese pabellón, fue sacado de allí con el 60% de su cuerpo quemado, para ser trasladado al Hospital de Alejandro Korn, donde recibió atención médica de urgencia. Sobre estos hechos puntales fueron interrogados hoy dos de los testigos que participan del juicio por la muerte de Gorosito, en el que se encuentran acusados de abuso sexual seguido de muerte los agentes penitenciarios Eduardo Humberto Martino (entonces director de la Unidad), Sergio Chaile (responsable del pabellón) y José Pedroso (inspector de vigilancia).

El primero de esos testigos fue el Dr. José Delgadillo, integrante del equipo de cirugía del Hospital de Alejandro Korn. Según su declaración del día de hoy miércoles, no guarda el recuerdo exacto de haber atendido a Gorosito (teniendo en cuenta que el episodio ocurrió hace ya 8 años), aunque sí reconoció su letra en el certificado médico que se labró al momento de intentar curarlo de las graves quemaduras que tenía cuando ingresó al Hospital. Sin embrago, en una primera declaración ante la Fiscalía en el año 2006, sí aportó algunos detalles sobre la atención brindada a Gorosito, antre los que se destaca que pudo hablar con él, aunque éste no tuvo oportunidad de referirle cómo se produjeron sus quemaduras.

El segundo testigo que declaró en la mañana de hoy fue el agente penitenciario Luis Alberto Rojas, encargado del pabellón 8 de la Unidad al momento de los hechos. Según testimonió, él fue quién advirtió «el humo saliendo desde el pabellón 3» y dio aviso a Sergio Chaile (uno de los imputados, encargado del pabellón que se incendiaba) quien «venía desde el pabellón 1». Según su relato, ambos intentaron apagar el incendio disparando agua con una manguera contra la puerta de chapa, que se mantuvo cerrada hasta la llegada del «personal disponible, quienes son los encargados de abrirla». Tras eso, Rojas se retiró a su sector sin haber visto a la víctima.

Sin embargo, cuando la fiscal, Dra. Llorente, y uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 dieron lectura a una declaración anterior de Rojas ante la Fiscalía en el año 2006, saltaron a la vista una serie importante de contradicciones respecto de sus nuevos dichos. Por ejemplo, que sí vio a Gorosito siendo sacado del pabellón con el cuerpo quemado, y que lo que advirtió del incendio no fue sólo humo, sino «un fuego impresionante».

Sin duda la más importante de las diferencias expresadas es la que tiene que ver con la participación del imputado Chaile en el episodio del incendio. Como reseñamos, en su relato del día de hoy, el propio Rojas fue quién advirtió el fuego y pidió ayuda a Chaile, que venía de otro pabellón. En cambio, en la primera declaración (del 2006), era Chaile quién gritaba desde el propio pabellón 3 que había un incendio y le avisaba a Rojas para que lo ayudara…

Resulta dificil no considerar que la nueva declaración de Rojas sufrió algunas importantes modificaciones que «alejan» de la escena del crimen a uno de sus compañeros imputados.

La valentía nunca muere

Luis Angel Gorosito Monterrosa se encontraba detenido en el penal de máxima seguridad de Melchor Romero, la U29, celda 10 del pabellón 3, en 2004. Permanecía alojado allí con una orden judicial de custodia en un régimen cerrado para evitar agresiones, ya que llegaba de la U24 de Varela luego de denunciar al SPB.

Según la investigación judicial, el detenido el 24 de abril de 2004 sufrió quemaduras que le alcanzaron el 60% del cuerpo, lesiones y vejaciones sexuales que le ocasionaron la muerte dos días después. Aunque, en el parte penitenciario sobre el hecho, se inculpó a Gorosito como el causante de las propias lesiones, alegando un intento de suicidio. Llamativamente, ese día Gorosito tenía audiencia por la denuncia que había presentado contra el Servicio Penitenciario.

Fuente: http://www.lacantora.org.ar/nota.php?idnota=1130#top